“Guárdate que no tropieces
yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes
acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a
sus dioses, yo también les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda
cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a
sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses. (Deuteronomio 12:
30-31)
Mientras que el mundo y
muchos de los que dicen ser el Cuerpo de Cristo están "jugando maldad"
esta semana, lo real está sucediendo. Recuerda a quien dices que sirves. Su
nombre es Jesús. Si estás celebrando Halloween, estás allí mismo en la fiesta
con el mismo Satanás. No importa si lo ves como real, él sabe que lo es.
Mientras las personas se
ponen disfraces, tallan calabazas y supuestamente se divierten, los niños que
han nacido con el propósito de sacrificar son asesinados. Sangre será derramada
y no es sangre falsa. Mientras tu estas buscando dulces casa por casa un niño será sacrificado.
Mientras la gente se
divierte, la fiesta irá un poco lejos y algunos beberán demasiado, todo en
nombre de la diversión, por supuesto, y se tomarán vidas inocentes,
atropelladas por alguien que se divirtió demasiado.
Mientras tú participas de dulce o travesura, negarás a Jesús,
porque esa pequeña voz aún desprecia el mal, y Él te lo dirá, pero tú harás una
excusa para no escuchar.
Y mientras estás teniendo
toda esta diversión inocente, el Reino de la Oscuridad está avanzando, y tú lo
estás ayudando. Saludos a Satanás, dice el mundo. Y la mayor parte de lo que se
supone que es la iglesia levanta el vaso también. Hay una palabra para esto,
hipocresía. (Josué 24:15)
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