About Me

My photo
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Friday, April 4, 2025

DEMASIADO TARDE

 Jeremías 8:19-22, Génesis 7:16

La Palabra de Dios advierte claramente que existen dos peligros, que el inconverso desprecie la oportunidad de salvación y que aquellos que conocen las cosas de Dios vivan negligentemente con la falsa confianza de que al final Dios les dará una oportunidad de corregir sus vidas.

El pueblo se había negado a creer el mensaje divino de Jeremías, así que Dios tuvo que enviar un enemigo del norte para juzgarlos. Rodeados por estas tropas, las cosechas en el exterior estaban listas para ser cosechadas. Pero no pudieron cosecharlas, y como dentro de la ciudad se morían de hambre, las cosechas se pudrían en los campos. El verano había terminado y la cosecha se había agotado. El tiempo se les había acabado. El pueblo de Dios había tocado fondo; ahora se encontraban en un estado de desesperanza. La situación se resume bien en las palabras de Jeremías: “Terminó el verano, pasó la siega, y no hemos sido salvados” (8:20).

Jeremías había dedicado todas sus energías a advertir al pueblo que pusiera orden en su casa, pero estaban demasiado ocupados disfrutando de los placeres del mundo; demasiado tercos para arrepentirse de sus pecados. Y ahora era demasiado tarde,  la puerta de la oportunidad se había cerrado. Cuando Dios cierra la puerta, esto indica que su paciencia se agotado.

Uno de los errores más graves que una persona puede cometer es dejar para después aquellas cosas que deben hacerse hoy, en el momento presente. El refrán popular, “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, contiene una gran verdad.

Un miembro le preguntó a su pastor cuándo debía hacer las paces con Dios. El pastor reflexionó un momento y luego dijo: “Un momento antes de morir”. “Pero, pastor”, protestó el miembro, “¡no sé cuándo moriré!”. “Exactamente”, respondió el pastor. “¡Hazlo ahora!”

CUANDO LA PUERTA SE CIERRA

El concepto de "El Cierre de Puertas" en la Biblia a menudo simboliza el fin de una oportunidad o el juicio divino. Este tema está presente en toda la Escritura, ilustrando tanto la soberanía de Dios como su interacción con la humanidad. Hay personas que viven negligentemente con la falsa confianza de que al final Dios les dará una oportunidad de corregir sus vidas.

El cierre de puertas también significar separación espiritual. En respuesta a la pregunta sobre cuántos serían salvos, Jesús dijo:Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois." (Lucas 13:24-25). La imagen de una puerta que se cierra es una imagen de una oportunidad que se acaba; la puerta de la oportunidad se ha cerrado.

Cuando Dios cierra la puerta, esto indica que su paciencia se agotado. Dios es un Dios de paciencia. Pedro escribió: “…cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas, es decir, ocho personas, fueron salvadas por agua” (I Pedro 3:20). Pedro también declaró: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (II Pedro 3:9).

En todas las épocas, Dios ha demostrado su paciencia y longanimidad con el hombre pecador, y continúa haciéndolo hoy. Pero, como llegó el tiempo del diluvio, llegará el momento en que la paciencia de Dios llegará a su fin. Después de que Pedro hizo esa declaración acerca de que la longanimidad de Dios era la razón por la que el Señor aún no había regresado, dijo: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche” (II Pedro 3:10). Cuando Dios cierra la puerta, significa que su paciencia ha llegado a su fin.

El hecho de que Dios cierre la puerta indica que su predicación ha sido rechazada. La paciencia de Dios permitió que Noé predicara unos ciento veinte años, pero cuando el hombre continuó rechazando esa predicación, llegó el momento en que Dios detuvo la predicación y cerró la puerta. Cuando se haya cerrado la puerta de la oportunidad de obedecer al evangelio, será demasiado tarde.

HUIR DEL PELIGRO CUANDO YA ES MUY TARDE:

Las cosas que se deben hacer hoy, no se pueden hacer mañana. En seguida consideremos unas cosas que algunas personas desean hacer fuera de tiempo y por lo tanto, sin ningún provecho.

Un caso que ilustra muy vívidamente este error es el de los Egipcios (Éxodo 14:23-28), cuando se encontraron en medio del Mar Rojo. Ellos habían estado persiguiendo a los Israelitas durante la noche. Al amanecer, cuando ellos se encontraban en medio del Mar, Dios los trastorno gravemente quitándoles las ruedas a sus carros y haciendo que las aguas volviesen sobre ellos. Fue entonces que ellos dijeron: “Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los Egipcios” (v-25).

Posiblemente quisieron reparar sus carros en ese momento, pero las aguas ya se estaban volviendo violentamente sobre ellos. En ese momento quisieron recorrer toda la jornada de una noche en un instante. ¡Era demasiado tarde!

Lamentablemente, así es con algunas personas. Viven sus vidas, dando rienda libre a sus deseos y pasiones sin tener en mente que un día van a morir y tener que dar cuenta a Dios (Eclesiastés 11:9). No logran ni aprovechan la bendiciones que Dios les ofrece en la vida. Cuando por fin, desean huir del peligro, es demasiado tarde.

Algunos, en lugar de evitar el peligro, prefieren provocarlo como Sansón y después tratando hurí de él, terminan siendo sus víctimas, siendo tragados por el Mar, como los Egipcios.

QUERER SERVIR CUANDO YA ES MUY TARDE:

En el capítulo 14 de Números se menciona algo muy interesante que ilustra esto. Cuando los doce espías regresaron de reconocer la tierra prometida, el pueblo de Israel creyó a los diez espías que dieron unos informes negativos, y a los dos que dieron un informe positivo, por poco los matan. El pueblo se rebelo contra Moisés y esto disgusto grandemente a Dios.

Los diez espías que trastornaron la fe del pueblo perecieron de una plaga que Dios les envió. Entonces el pueblo de Israel deseo ir a pelear en Horma, contra los Amalecitas y los Cananeos. Ellos dijeron a Moisés: “Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová…” (v-40). Moisés les respondió: “No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros…” (v-41).

Quisieron servir a Dios cuando ya Dios no los quería. Los Israelitas subieron a pelear contra sus enemigos y fueron grandemente avergonzados. No se dieron cuenta que no podían servir a Dios cuando ya Dios no los quería.

Hay algunas personas que son indiferentes al servicio de Dios mientras lo pueden hacer. Pueden servir a Dios, pero no lo hacen. Tienen talentos, pero no los usan. Tienen fuerzas, pero tampoco las usan. Lo triste es que cuando desean hacerlo, es demasiado tarde.

REFLEXIONANDO CUANDO YA ES MUY TARDE:

Hay algunas personas que únicamente se detienen a pensar seriamente en las cosas que han hecho hasta que ya están en medio del problema. Cuando Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas, dijo: “He aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?” (Génesis 25:32). Sin embargo, después que la vendió: “…deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuro con lagrimas” (Hebreos 12:17).

Judas le dijo a las autoridades Judías, con relación a Cristo: “¿Que me queréis dar, y yo os lo entregare? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata” (Mateo 26:15). Sin embargo después exclamo: “Yo he pecado entregando sangre inocente” (Mateo 27:4). ¡Si tan solo se pensaran las cosas despacio antes de hacerlas!

BUSCANDO LA SALVACION CUANDO YA ES MUY TARDE:

Saúl había sido rechazado por Dios por causa de su desobediencia. Ahora lo buscaba incansablemente, pero era ya demasiado tarde: “Y consulto Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueño, ni por urim, ni por profetas” (I Samuel 28:6).

Las cinco vírgenes fatuas le dijeron al esposo: “¡Señor, señor, ábrenos!” (Mateo 25:11). Este les respondió: “de cierto os digo que no os conozco” (v-12).

El cierre de puertas en la Biblia sirve como un poderoso símbolo de juicio divino, oportunidades perdidas, separación espiritual y la voluntad soberana de Dios. Estos ejemplos nos recuerdan de la importancia de la preparación, la obediencia y la confianza en el tiempo y los planes perfectos de Dios. Sería una tragedia si al final de nuestras vidas se cumplieran las tristes palabras de Jeremías: “Pasó la siega, terminó el verano, y no somos salvos”.

 

TOO LATE

 Jeremías 8:19-22, Génesis 7:16

The Word of God clearly warns that there are two dangers: that the unconverted will despise the opportunity for salvation, and that those who know the things of God will live carelessly with the false confidence that in the end God will give them an opportunity to correct their lives.

The people had refused to believe Jeremiah’s message from God, so God had to send a foe from the north to judge them. As they were surrounded by these troops, the crops on the outside were ready to be harvested. But they were unable to harvest them, and as they were starving on the inside, the crops were rotting in the fields. The summer had ended, and the harvest has pasted. Time had run out on them. The people of God had plumbed the depths; they were now in a state of hopelessness. The situation is well summed up in the words of Jeremiah, "The summer is ended, the harvest is passed, and we are not saved" (8:20).

Jeremiah had spent all his energies in warning the people to put their house in order, but they were too busy enjoying the pleasures of the world; too stubborn to repent of their sinful ways. And now it was too late, the door of opportunity had closed. When God closes the door, this indicates that His patience has run out.

One of the most serious mistakes a person can make is putting off until later those things that must be done today, in the present moment. The popular saying, “Don't put off until tomorrow what you can do today,” contains a great truth.

A member asked his pastor when he should make peace with God. The pastor thought for a moment and then said, “Just a moment before you die.” “But, pastor,” the member protested, “I don’t know when I’ll die!” “Exactly,” the pastor replied. “Do it now!”

WHEN THE DOOR CLOSES

The concept of "The Closing of Doors" in the Bible often symbolizes the end of an opportunity or divine judgment. This theme is present throughout Scripture, illustrating both God's sovereignty and His interaction with humanity. There are people who carelessly live with the false confidence that God will ultimately give them a chance to correct their lives.

The closing of doors also signifies spiritual separation. In response to the question of how many would be saved, Jesus said, "Strive to enter through the narrow door. For many, I tell you, will seek to enter and will not be able. After the master of the house has risen and shut the door, and you stand outside and begin to knock, saying, 'Lord, Lord, open to us,' he will answer and say to you, 'I do not know you from where you are'" (Luke 13:24-25). The image of a closing door is a picture of an opportunity that is ending; the door of opportunity has closed.

When God closes the door, it indicates that His patience has run out. God is a God of patience. Peter wrote, “…the longsuffering of God waited in the days of Noah, while the ark was a preparing, in which a few, that is, eight souls, were saved through water” (1 Peter 3:20). Peter also declared, “The Lord is not slack concerning His promise, as some count slackness, but is longsuffering toward us-ward, not willing that any should perish, but that all should come to repentance” (2 Peter 3:9).

In every age, God has demonstrated His patience and longsuffering with sinful man, and He continues to do so today. But, as the time of the flood has come, the time will come when God’s patience will come to an end. After Peter made that declaration about God’s longsuffering being the reason the Lord had not yet returned, he said, “The day of the Lord will come as a thief in the night” (2 Peter 3:10). When God closes the door, it means His patience has come to an end.

God's closing the door indicates that His preaching has been rejected. God's patience allowed Noah to preach for about 120 years, but when man continued to reject that preaching, the time came when God stopped the preaching and closed the door. When the door to the opportunity to obey the gospel has closed, it will be too late.

FLEEING FROM DANGER WHEN IT IS TOO LATE:

Things that must be done today cannot be done tomorrow. Let's now consider some things that some people wish to do out of season and therefore without any benefit.

A case that vividly illustrates this error is that of the Egyptians (Exodus 14:23-28), when they found themselves in the middle of the Red Sea. They had been pursuing the Israelites during the night. At dawn, when they were in the midst of the sea, God severely disrupted them by taking off their chariot wheels and causing the waters to flow back over them. It was then that they said, “Let us flee from the face of Israel, for the Lord is fighting for them against the Egyptians” (V-25).

They may have wanted to repair their chariots at that moment, but the waters were already violently returning over them. At that moment, they wanted to travel an entire night's journey in an instant. It was too late!

Sadly, that's how it is with some people. They live their lives, giving free rein to their desires and passions without keeping in mind that one day they will die and have to give an account to God (Eccl. 11:9). They fail to obtain or take advantage of the blessings God offers them in life. When they finally want to flee from danger, it is too late.

Some, instead of avoiding danger, prefer to provoke it (Samson) and then, trying to escape it, end up being its victims, being swallowed up by the sea, like the Egyptians.

WANTING TO SERVE WHEN IT IS TOO LATE:

In chapter 14 of Numbers, something very interesting is mentioned that illustrates this. When the twelve spies returned from exploring the Promised Land, the people of Israel believed the ten spies who gave negative reports, and the two who gave positive reports were almost killed. The people rebelled against Moses, and this greatly displeased God.

The ten spies who shook the people's faith perished from a plague God sent them. Then the people of Israel wanted to go to battle at Hormah against the Amalekites and the Canaanites. They said to Moses, "Here we are, to go up to the place of which the Lord has spoken..." (v. 40) Moses replied, “Do not go up, for the Lord is not among you…” (v. 41)

They wanted to serve God when God no longer wanted them. The Israelites went up to fight their enemies and were greatly ashamed. They didn't realize they couldn't serve God when God no longer wanted them.

There are some people who are indifferent to serving God while they can. They can serve God, but they don't. They have talents, but they don't use them. They have strength, but they don't use it either. The sad thing is that by the time they want to, it's too late.

REFLECTING WHEN IT'S TOO LATE:

There are some people who only stop to think seriously about the things they've done until they're already in the middle of trouble. When Esau sold his birthright for a bowl of pottage, he said, “Look, I'm about to die. What good is my birthright to me?” (Gen. 25:32). However, after he sold it, “…he was desirous to inherit the blessing, and was rejected, and there was no opportunity for repentance, though he sought it with tears” (Heb. 12:17).

Judas said to the Jewish authorities regarding Christ: “What are you willing to give me if I hand him over to you? And they assigned him thirty pieces of silver” (Mt. 26:15). Yet he later exclaimed: “I have sinned in betraying innocent blood” (Mt. 27:4). If only they would think things through carefully before doing them!

SEEKING SALVATION WHEN IT IS TOO LATE:

Saul had been rejected by God because of his disobedience. Now he searched tirelessly, but it was too late: “Then Saul inquired of the Lord, and the Lord did not answer him, neither by a dream, nor by the Urim, nor by the prophets” (1 Sam. 28:6).

The five foolish virgins said to the bridegroom, “Lord, Lord, open the door to us!” (Mt. 25:11). He replied, “Assuredly, I say to you, I do not know you” (Mt. 25:12).

The closing of doors in the Bible serves as a powerful symbol of divine judgment, missed opportunities, spiritual separation, and God's sovereign will. These instances remind us of the importance of readiness, obedience, and trust in God's perfect timing and plans. It would be a tragedy if at the end of our lives the sad words spoken by Jeremiah were to be true of us, "The harvest is past, the summer has ended, and we are not saved." 

 

Saturday, March 29, 2025

LIBERÁNDOSE DE LA AMARGURA Y EL RESENTIMIENTO

Colosenses 3:13, Efesios 4:31-32

Las situaciones dolorosas son como nubarrones que se amontonan, trayendo tormentas que dejan huellas imborrables en nuestros corazones. Cada persona lleva heridas ocultas, quizás por una confianza rota, relaciones destrozadas o sueños que se desvanecen. Si no se tratan, estas heridas a menudo se convierten en algo más peligroso: amargura y resentimiento. Como el óxido que desgasta el metal, estas emociones desgastan lentamente nuestra alegría, envenenan nuestras relaciones y nos atrapan en ciclos de dolor. Sin embargo, la esperanza brilla incluso en los nubarrones más oscuros.

Todos hemos sentido el aguijón de la amargura, ese sabor persistente del dolor del pasado que puede amargar nuestra perspectiva de la vida. Es un hecho: albergar resentimiento socava nuestra tranquilidad mental y nuestra felicidad general. La amargura es más que ira; es un resentimiento a largo plazo que perjudica nuestra salud mental y física. Al afrontar este sentimiento, podemos mejorar nuestra vida. Reconocer señales de amargura, como guardar rencor, aferrarse al pasado y los celos, nos ayuda a tomar medidas para soltar y sanar.

Asumir la responsabilidad de nuestras emociones a través de la introspección y buscar el apoyo de amigos puede ayudarnos a superar la amargura. Perdonarnos a nosotros mismos y a los demás es fundamental para superar la amargura. Abre el camino hacia el crecimiento personal y la libertad emocional.

DIFERENCIA ENTRE IRA Y AMARGURA

La amargura no es solo ira; es un resentimiento profundo que puede consumir tus pensamientos y emociones. Es importante afrontar estos sentimientos para encontrar la paz interior y avanzar en una dirección positiva.

La ira es una emoción intensa y repentina que explota cuando algo malo sucede. Es normal sentir ira cuando te lastiman o alguien hace algo malo. La amargura es diferente; es ira que se ha asentado por un tiempo. Se convierte en resentimiento y mantiene vivo el dolor en tu interior. Cuando te aferras a la amargura, a menudo te lleva a guardar rencor contra quienes te han hecho daño.

Aferrarte a la amargura puede dificultar el dejarlo ir. Este sentimiento crónico proviene de la impotencia y de la incapacidad de arreglar lo que salió mal. A diferencia de la ira, que puede pasar rápidamente después de un arrebato, la amargura persiste y puede envenenar tu carácter con el tiempo.

Las personas atrapadas en este estado le dan poder a las heridas del pasado en lugar de centrarse en sanar y avanzar con el perdón y el crecimiento personal.

POR QUÉ ES IMPORTANTE AFRONTAR LOS SENTIMIENTOS DE AMARGURA

Aferrarse a la amargura es como llevar un peso que te arrastra hacia abajo. Mantiene tu mente en el pasado, impidiéndote disfrutar de la vida. Este sentimiento puede alejar a amigos y familiares y dañar tus relaciones con ellos. Dejar ir el rencor te ayuda a avanzar y a dar paso a relaciones más sanas.

La amargura a menudo comienza cuando alguien nos lastima y parece que no podemos soltar esa ira o dolor. Al elegir el perdón, nos liberamos del resentimiento. Esta elección nos permite encontrar la paz interior y allana el camino para el crecimiento personal. Limpiar nuestro corazón de estas emociones negativas nos da el poder de construir un futuro más feliz.

Sentir amargura constantemente afecta más que solo nuestra disposición; también afecta nuestra salud física. La amargura crónica puede provocar estrés, que con el tiempo perjudica nuestro cuerpo. Afrontar estos sentimientos ayuda a reducir este estrés dañino. Soltar no es fácil, pero trabajar en el perdón podría ser justo lo que necesitas para sanar física y mentalmente.

IDENTIFICANDO LAS SEÑALES DE AMARGURA

Reconocer estas señales es el primer paso para afrontar y superar los sentimientos de amargura.

Guardar rencor

Ten en cuenta que guardar rencor te ata al pasado. Es como cargar con un peso que sigue creciendo. El rencor puede convertirse en rabia y amargura a largo plazo, perjudicando tu salud mental. Cada vez que revives lo que te hicieron, el resentimiento se profundiza.

Pensar constantemente en el pasado

Al pasar del rencor a la trampa de aferrarse al pasado, es fácil estancarse. Repites viejas conversaciones y revives el dolor. Este hábito puede hacerte sentir amargado y resentido.

Te impide disfrutar del presente. Si tu mente sigue divagando, intenta concentrarte en el presente. ¿Qué puedes hacer ahora mismo que sea positivo? Dejar atrás estos recuerdos es clave para superar la amargura y el resentimiento. Puede ser difícil, pero vale la pena por tu tranquilidad.

Sentir celos de los demás

Sentir celos puede ser una gran carga. Es como llevar una mochila pesada llena de piedras cuando deberías tener libertad para correr y saltar. Los celos a menudo surgen de mirar a otra persona y pensar que tiene más que tú. Pero aquí está el truco: en lugar de centrarte en lo que tienen los demás, intenta ver todo lo bueno de tu vida. Dirige tu mirada hacia tus talentos, amigos y el amor que te rodea.

Tener una disposición negativa

Si a menudo estás de mal humor sin una razón aparente, podría ser que la amargura se está apoderando de ti. Esta disposición negativa puede hacer que todo parezca peor de lo que es. Es como usar gafas oscuras todo el tiempo; pueden volver sombríos incluso los días brillantes. Las personas amargadas pueden dejar de notar su visión agria de la vida; se convierte en su estado normal.

Falta de gratitud

Una actitud negativa suele ir de la mano con la falta de aprecio por lo bueno de la vida. No ver lo que tienes puede llenarte el corazón de amargura. Quizás te cueste darte cuenta de que algo sale bien, o tal vez no asimiles los elogios. Esto podría significar que la amargura está ocupando demasiado espacio en tu interior.

Evaluar tus propias acciones y reacciones

Evalúa tus propios comportamientos y respuestas para comprender cómo contribuyen a los sentimientos de amargura. Reconoce patrones en tus acciones que puedan perpetuar emociones negativas y considera medidas prácticas para cambiar estos hábitos y adoptar una actitud más saludable. Reconocer la responsabilidad personal puede empoderarte para liberar el resentimiento y abrazar la paz interior.

¿POR QUÉ LAS PERSONAS SE RESIENTEN?

Las heridas del pasado sin resolver generan resentimiento. Las viejas heridas pueden convertirse en resentimiento si no se afrontan adecuadamente. Los traumas o heridas del pasado, si no se resuelven, pueden afectar nuestras relaciones y experiencias actuales. Abordar las heridas del pasado sin resolver comienza por reconocer el dolor y aceptar que ha impactado tu vida. Esto suele ser lo más difícil, ya que requiere confrontar recuerdos o experiencias a menudo dolorosas.

Considera hablar con la persona involucrada en la herida del pasado. No significa que debas reconciliarte o perdonarla; se trata de expresar tus sentimientos y buscar una solución. Si la comunicación directa no es posible o saludable, también se puede encontrar un cierre a través de la reflexión personal, escribir un diario o actos simbólicos como escribir una carta que no se envía.

Puedes practicar la autocompasión y el perdón. Perdonar no significa olvidar ni disculpar el dolor causado; significa permitirte avanzar sin resentimiento. Sanar desde dentro es un viaje, no un destino. Es saludable ir paso a paso.

La comparación y los celos causan amargura

Compararnos con los demás provoca sentimientos de incompetencia y resentimiento. Los celos, parientes cercanos de la comparación, también pueden causar reacciones de amargura hacia quienes parecen tener lo que deseamos.

La injusticia causa resentimiento

Cuando percibimos un desequilibrio en el trato, ya sea en el trabajo, la familia o los círculos sociales, esto puede fomentar el resentimiento.

Los esfuerzos no reconocidos causan amargura

Sentirse poco apreciado por el esfuerzo y el trabajo duro que dedicas a algo puede hacerte sentir amargado.

En conclusión, superar la amargura y encontrar la paz interior implica reconocer su impacto en nuestra vida. Dejar atrás el resentimiento es esencial para el crecimiento personal y la sanación.

Al asumir la responsabilidad y buscar apoyo, podemos avanzar hacia una vida más plena. Es un viaje que requiere autorreflexión y perdón, pero que finalmente conduce a una mayor libertad emocional.

 

FREEING YOURSELF FROM BITTERNESS AND RESENTMENT

Colossians 3:13, Ephesians 4:32-32

Hurtful situations are like dark clouds gathering, bringing storms that leave lasting marks on our hearts. Every person carries hidden wounds, perhaps from broken trust, shattered relationships, or dreams that slipped away. If untreated, these wounds often turn into something more dangerous: bitterness and resentment. Like rust eating away at metal, these emotions slowly corrode our joy, poison our relationships, and trap us in cycles of pain. Yet hope shines through even the darkest clouds.

We’ve all felt the sting of bitterness, that lingering taste of past hurt that can sour our outlook on life. It’s a fact: harboring resentment undermines our mental tranquility and overall happiness. Bitterness is more than anger; its long term resentment that harms our mental and physical health. By addressing this feeling, we can improve our life. Recognizing signs of bitterness like holding grudges, dwelling on the past, and jealousy helps us take steps to let go and heal ourselves.

Taking responsibility for our emotions through self reflection and seeking support from friends can help us overcome bitterness. Forgiveness of oneself and others plays a key role in letting go of bitterness. It opens up the path to personal growth and emotional freedom.

DIFFERENCE BETWEEN ANGER AND BITTERNESS

Bitterness is not just anger; it’s a deep seated resentment that can consume your thoughts and emotions. It’s important to address these feelings in order to find inner peace and move forward in a positive direction.

Anger is a hot, fast emotion that flares up when something wrong happens. It’s normal to feel angry when you’re hurt or someone does bad things. Bitterness is different; it’s anger that has settled in for a long stay.

It turns into resentment and keeps the pain alive inside you. When you cling to bitterness, it often leads to holding grudges against those who have caused you harm.

Holding onto feelings of bitterness can make letting go hard. This chronic feeling comes from helplessness and not feeling able to fix what went wrong. Unlike anger, which can pass quickly after an outburst, bitterness lingers and can poison your disposition over time.

People stuck in this state give power to past hurts instead of focusing on healing and moving forward with forgiveness and personal growth.

WHY IT’S IMPORTANT TO ADDRESS FEELINGS OF BITTERNESS

Holding on to bitterness is like carrying a heavy weight that drags you down. It keeps your mind in the past, stopping you from enjoying life. This feeling can push friends and family away and damage your relationships with them. Letting go of grudges helps you move forward and make room for healthier relationships.

Bitterness often starts when someone hurts us, and we can’t seem to let go of that anger or hurt. By choosing forgiveness, we free ourselves from resentment. This choice lets us find peace within ourselves and paves the way for personal growth. Clearing our hearts of these negative emotions gives us the power to build a happier future.

Feeling bitter all the time affects more than just our disposition; it hits our physical health too. Chronic bitterness can lead to stress, which harms our bodies over time. Addressing these feelings helps reduce this harmful stress. Letting go isn’t easy but working on forgiveness could be just what you need to heal yourself physically and mentally.

IDENTIFYING SIGNS OF BITTERNESS

Recognizing these signs is the first step towards addressing and overcoming feelings of bitterness.

Holding grudges

Keep in mind that holding grudges ties you to the past. It’s like carrying a heavy weight that keeps growing. Grudges can turn into long-term rage and bitternessharming your mental health. Each time you replay what people did to hurt you, the resentment deepens.

Constantly thinking about the past

Moving from holding grudges to the trap of dwelling on the past, it’s easy to get stuck. You replay old conversations and relive pain. This habit can make you feel bitter and resentful.

It stops you from enjoying life now. If your mind keeps wandering back, try focusing on today. What can you do right now that’s positive?

Letting go of these memories is key in overcoming bitterness and resentment. It might be tough, but it’s worth it for your peace of mind. Think about what you have learned since then.

Feeling jealous towards others

Feeling jealous can really weigh you down. It’s like carrying a heavy backpack full of rocks when you should be free to run and jump. Jealousy often comes from looking at someone else and thinking they have it better than you. But here’s the trick: instead of focusing on what others have, try to see all the good things in your life. Shift your gaze to your talents, friends, and the love that surrounds you.

Sometimes, jealousy sneaks up on us because we’ve been hurt before. If someone breaks our trust or doesn’t treat us well, it’s hard not to look at others and feel left out or less-than.

Having a negative baseline mood

If you’re often in a bad mood without an obvious reason, it might be bitterness taking hold. This negative baseline mood can make everything seem worse than it is. It’s like wearing dark glasses all the time – they can turn even bright days gloomy. Bitter people may not notice their sour outlook on life anymore; it becomes their normal state.

Lacking gratitude

A negative baseline mood often comes hand in hand with a lack of appreciation for the good in our lives. Not seeing what you have can make your heart heavy with bitterness. Maybe you find it hard to notice when something goes well, or maybe compliments don’t sink in. This might mean that bitterness is taking up too much room inside.

Celebrate these moments! They add up and slowly help shift your focus away from dwelling on past hurts towards embracing gratitude. Over time, this practice can soften feelings of jealousy and resentment, paving the way to a more peaceful mind and heart.

WHY PEOPLE BECOME RESENTFUL

Unresolved Past Hurts Lead to Resentful Feelings. Old wounds can fester into resentment if they’re not properly dealt with. Past traumas or hurts, if left unresolved, can taint our present relationships and experiences. Addressing unresolved past hurts begins with acknowledging the pain and accepting that it has impacted your life. That is often the hardest thing to do, as it requires confronting often painful memories or experiences.

Consider talking with the person involved in the past hurt. It doesn’t mean you must reconcile or forgive them; it’s about expressing your feelings and seeking closure. If direct communication isn’t possible or healthy, finding closure can also be achieved through personal reflection, journaling, or symbolic acts like writing a letter you don’t send.

You can practice self-compassion and forgiveness. Forgiving doesn’t mean forgetting or excusing the hurt caused; it means allowing yourself to move forward without resentment. Healing from the inside is a journey, not a destination. It is healthy to take it one step at a time.

Taking Responsibility and Changing Perspective

Evaluate your own actions and reactions, put the past on hold, forgive yourself and others, and practice mindfulness to shift your perspective towards a more positive outlook. These steps can help you take responsibility for your emotions and let go of bitterness.

Evaluating your own actions and reactions

Assess your own behaviours and responses to understand how they contribute to feelings of bitterness. Recognise patterns in your actions that may perpetuate negative emotions, and consider practical steps to change these habits for a healthier mindset.

Unresolved Past Hurts Lead to Resentful Feelings

Old wounds can fester into resentment if they’re not properly dealt with. Past traumas or hurts, if left unresolved, can taint our present relationships and experiences. Addressing unresolved past hurts begins with acknowledging the pain and accepting that it has impacted your life. That is often the hardest thing to do, as it requires confronting often painful memories or experiences.

Consider talking with the person involved in the past hurt. It doesn’t mean you must reconcile or forgive them; it’s about expressing your feelings and seeking closure. If direct communication isn’t possible or healthy, finding closure can also be achieved through personal reflection, journaling, or symbolic acts like writing a letter you don’t send.

You can practice self-compassion and forgiveness. Forgiving doesn’t mean forgetting or excusing the hurt caused; it means allowing yourself to move forward without resentment. Healing from the inside is a journey, not a destination. It is healthy to take it one step at a time. Acknowledging personal accountability can empower you to release resentment and embrace inner peace.

Comparison and Jealousy Cause Some to Feel Bitter

Comparing ourselves to others causes feelings of inadequacy and resentment. Jealousy, a close cousin of comparison, can also cause bitter reactions toward others who seem to have what we desire.

Injustice or Unfairness Causes Resentful Feelings

When we perceive an imbalance in treatment, whether in the workplace, family, or social circles, it can foster resentment.

Unacknowledged Efforts Cause Bitter Feelings

Feeling unappreciated for the hard work and effort you put into something can make you feel bitter.

In conclusion, overcoming bitterness and finding inner peace involves acknowledging its impact on our well-being. Letting go of resentment is essential for personal growth and healing.

By taking responsibility, seeking support, and engaging in positive activities, we can move towards a more fulfilling life. It’s a journey that requires self-reflection and forgiveness but ultimately leads to greater emotional freedom.

 

 

 

 

 

Saturday, March 15, 2025

¿QUIEN FUE SAN PATRICIO?

Es común en muchos lugares públicos en los Estados Unidos de Norteamérica, como centros comerciales, restaurantes, etc., encontrarnos en el 17 de Marzo de cada año, con gente vestida de verde o adornando su lugar con tréboles verdes, cosa que parece extraño a algunas personas, pues muchos desconocen el origen de esta tradición. Pero así como en muchos países alrededor del mundo dedican algún día del año para honrar a un “santo”, el gente de Irlanda dedica el 17 de Marzo para celebrar a su santo patrono, celebración adoptada por los Estados Unidos de Norteamérica. Y así como la santa patrona de México es “La Virgen de Guadalupe, el santo patrono de Irlanda es “San Patricio.” Inclusive, así también como se realizan procesiones en honor a “santos y vírgenes”, también se lleva a cabo este día un desfile en honor a “San Patricio”.

Nos remontaremos en la historia para saber un poco de la vida de San Patricio, quien nació en Bretaña alrededor del año 380, de una familia romana y rica. A los 16 años fue capturado por piratas y vendido como esclavo en Irlanda donde permaneció seis años, hasta que pudo escapar y regresó a su hogar, con la idea de volver un día a Irlanda para compartirles el cristianismo católico, por lo que estuvo en el monasterio de Lérins, en una isla al sureste de Francia; y así inició la labor de compartir su doctrina a casi todos los Irlandeses. Se dice que fundó 300 congregaciones y bautizo 120,000 personas.

Las enciclopedias dicen que muchas historias de San Patricio están basadas sólo en leyendas. Una de ellas cuenta que encantó las víboras de Irlanda hasta llevarlas al mar donde se ahogaron. También se dice que él plantó en toda Irlanda tréboles para ilustrar la idea de la trinidad. De ahí viene que mucha gente use el trébol como amuleto de buena suerte y también que se vistan de verde el 17 de Marzo. Los Irlandeses se ponen un trébol en la solapa este día; y aun más, el emblema nacional de Irlanda es un trébol, que la gente de ahí afirma es el resultado de dicha leyenda, aunque el “Dictionary of Symbols”de Jack Tresidder, declara que puede ser consecuencia del respeto que los paganos celtas tenían por el vigoroso crecimiento de la planta. Cada año que transcurre, podemos apreciar que esta celebración se va extendiendo más. Periódicos anuncian festejos en bares de la ciudad, donde hasta tiñen la cerveza de verde.

Algunas ciudades aquí en los Estados Unidos tienen catedrales que llevan el nombre de San Patricio. En la bahía de Westport, en Irlanda, sobre una meseta, se eleva el pico Croagh Patrick, también con una estatua además de una capilla en su honor, pues creen que ahí fue donde inició su ministerio. Hasta este sitio que está a unos 3,500 pies de altura aproximadamente, se realiza una peregrinación cada año, el último domingo de Julio, en la que mucha gente escala la montaña descalza, pensando que con tal sacrificio obtendrán mayores indulgencias de parte de su intermediario, en este caso, de San Patricio.

Patricio realmente no es un Santo, habiendo nunca sido oficialmente canonizado por la Iglesia de Roma. Y Patricio no podría haber impulsado las serpientes de Irlanda, porque, como Hawái, nunca hubo serpientes allí en primer lugar. No fue aún el primer evangelista a Irlanda. Patricio ni siquiera es irlandés. Él era de Escocia.

La conclusión a la que llegamos en cuanto a la celebración de este tipo de tradiciones, es que al hacerlo, se está apoyando el dar honra y gloria a los “santos”, en vez de dársela a Dios; y así, la gente se aparta cada vez más de la fuente de toda bendición, que es Cristo, sin saber que no existe una sola Biblia que dé crédito a la manifestación de algún santo después de muerto; por lo contrario, la Biblia nos enseña que cualquier persona, después de muerta, ninguna comunicación tiene con este mundo (Eclesiastés 9:5; Job 14:21); también nos enseña que es abominación para Dios cualquiera que consulta a los muertos (Deuteronomio 18:11-12).

 

 

WHO WAS SAINT PATRICK?

 

It is common in many public places in the United States, such as shopping malls, restaurants, etc., to find that on March 17 of every year, people dressed in green or adorning their homes with green clovers, which seems strange to some people, since many of them do not know the origin of this tradition. But just as in many countries around the world that dedicate a day of the year to honor a “saint”, the people of Ireland dedicates March 17 to celebrate their Patron Saint, a celebration that was adopted by the United States. Just as the Patron Saint of Mexico is "The Virgin of Guadalupe", the Patron Saint of Ireland is “Saint Patrick.” Inclusive, in the same manner that processions are held in honor of "saints and virgins", like wise a parade is held on this day in honor of “Saint Patrick”.

We will go back in the history to know a little of the life of Saint Patrick, who was born in Britain around the year 380, of a rich Roman family. At the age of 16 he was captured by pirates and sold as a slave in Ireland where he remained for six years, until he was able to escape and returned to his home, with the idea of returning one day to Ireland to share the catholic faith, this is why he was in the monastery of Lerins, on an island to the southeast of France; and this way he initiated the work of sharing his doctrine to almost all the Irish. It is said that it founded 300 congregations and baptized 120,000 persons.

The encyclopedias say that many stories of Saint Patrick are based only on legends. One of them tells that he charmed the snakes of Ireland taking them to the sea where they drowned. It is also said that he planted throughout Ireland clover to illustrate the idea of the trinity. Hence it is from this that a lot of people use the clover as a good luck charm and also dress in green on March 17. The Irish put a cloverleaf on their lapel on this day; and even more, the national emblem of Ireland is a clover, that the people say is the result of that legend, although the "Dictionary of Symbols" of Jack Tresidder, declares that it can be the result of the respect the heathen Celtic had for the vigorous growth of the plant. Every year that passes, we can see that this celebration is spreading more. The newspapers announce celebrations that are held in bars, where they even have green beer.  

Some cities here in the United States have cathedrals which bear the name of Saint Patrick. In the Bay of Westport, in Ireland, on a plateau, the peak of Croagh Patrick rises, also with a statue as well as a chapel in his honor, since they believe that it is here where he began his ministry. Up to this place that is approximately 3,500 feet high, a pilgrimage is held every year, the last Sunday in July, in which many people scale the mountain barefoot, thinking that by such a sacrifice they will obtain greater indulgences on behalf of their intermediary, in this case, Saint Patrick.

Patrick isn't really a Saint having never been officially canonized by the Church of Rome. And Patrick couldn't have driven the snakes out of Ireland because, like Hawaii, there were never any snakes there to begin with. He wasn't even the first evangelist to Ireland. Patrick isn't even Irish. He was from Scotland.

The conclusion to which we come as for the celebration of this type of traditions, is that to do so is supporting give honor and glory to the "saints", instead of giving it to God; and thus, the people separate increasingly from the source of all blessing, which is Christ, without knowing that there is not a single Bible that exist that gives credit to the manifestation of a Saint after his death; on the contrary, the Bible teaches us   that any person, after they are dead, has no communication with this world (Ecclesiastes 9:5; Job 14:21); it also teaches us that anyone who consults with the dead is an abomination to God (Deuteronomy 18:11-12).

 

Wednesday, March 12, 2025

LAS ETAPAS DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

1 Corintios 13:11; 1 Juan 2:12-14

Los cristianos estamos llamados a crecer; es decir, “a crecer en todo en aquel que es la cabeza, es decir, en Cristo” (Efesios 4:15). A veces tenemos estirones, pero este suele ser lento y gradual. Si bien no hay un punto exacto en el que un niño pasa de la infancia a la juventud o la adultez, el crecimiento suele medirse por etapas. Lo mismo ocurre con el crecimiento espiritual.

Los discípulos necesitan metas, o tienden a estancarse. Cuando no sienten que su vida cristiana esté encaminada hacia algún objetivo, cuando se consideran simplemente “salvos, santificados y esperando el cielo”, es probable que terminen como adolescentes que nunca se mudan de casa de sus padres. A menos que entiendan lo que significa ser un adulto espiritual, es probable que dependan completamente de su pastor como los adolescentes dependen de sus padres, sin darse cuenta de que Dios tiene algo más para ellos.

LA ETAPA DEL BEBÉ:

Cuando nacemos en el reino de Dios por arrepentimiento, bautismo en agua en el nombre del Señor Jesucristo y recibimos el Espíritu Santo (Hechos 2:38), no somos automáticamente cristianos maduros. Somos "bebés en Cristo".

No sería normal que un bebé naciera y el mismo día comenzara a caminar y hablar. Debe pasar por muchas etapas de desarrollo antes de ser física y mentalmente capaz de hacer estas cosas. Pero se espera que un bebé crezca y se desarrolle. Por ejemplo, si un niño de dos años aún no camina, hay motivo de preocupación.

Al igual que ocurre con el mundo natural, también ocurre con el mundo espiritual. Cuando llegamos a la iglesia, la mayoría de nosotros tenemos mucho que aprender. Aún no estamos listos para la esencia de la Palabra de Dios. Debemos aferrarnos a nuestro "biberón" por un tiempo. Pedro nos dice que, como niños recién nacidos, "desead la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis" (1 Pedro 2:2). Los bebés son inmaduros y egocéntricos (1 Corintios 31), ignorantes e inexpertos (Hebreos 5:13), inestables e influenciables (Efesios 4:14) y necesitan leche (1 Pedro 2:2).

Esto es comprensible. No nos frustramos cuando los niños tropiezan y caen. Necesitan tiempo para aprender y crecer. Pero llega un punto en que este comportamiento es inaceptable. Demasiados cristianos siguen siendo bebés para siempre. Es posible ser cristiano durante 20 o 30 años y seguir siendo un niño espiritual. El autor de Hebreos expresó su frustración por la madurez tardía de sus hijos espirituales (Hebreos 5:11-13).

El recién nacido no necesita comprender todos los misterios relacionados con los libros de Daniel y Apocalipsis. Necesita comprender y ser persuadido de las verdades que lo han llevado a su nueva relación con Jesucristo (fe en Dios, arrepentimiento, bautismo en el nombre de Jesucristo y bautismo del Espíritu Santo). Necesita comprender que hay vida después de la muerte y que algún día todos los hombres comparecerán ante el trono del juicio de Dios.

Además de estas verdades, el nuevo cristiano necesita aprender principios importantes que conducen al crecimiento espiritual: la Palabra de Dios, la oración y el ayuno, la fidelidad a Dios y a su cuerpo, la adoración, la generosidad, la santidad, etc.

CARACTERÍSTICAS DE LOS BEBÉS:

1. Natural:

Un bebé recién nacido depende totalmente de sus padres para todas sus necesidades. No puede sentarse, gatear, caminar ni correr. No puede alimentarse ni cambiarse los pañales. Otras personas satisfacen todas sus necesidades. A menudo, debe expresarlas llorando, ya que no tiene otra forma de hacerlo.

2. Espiritual:

Al recién convertido se le debe enseñar a estudiar y leer la Biblia. No tiene la capacidad de alimentarse solo. Se le debe enseñar a comunicarse con Dios, al igual que a un bebé natural se le debe enseñar a comunicarse con la gente. Se le debe enseñar a caminar con Dios, al igual que un bebé natural debe aprender a sentarse, ponerse de pie y, finalmente, a caminar.

El bebé natural a menudo se cae hasta que sus músculos se desarrollan por completo. Lo mismo ocurre con el espiritual. Por lo tanto, los santos y los líderes deben tener mucha paciencia mientras el recién convertido desarrolla gradualmente sus músculos espirituales.

A veces, los santos llevan a la gente a la iglesia y, después de su conversión, esperan que el pastor sea el que se encargue de la crianza. Si llevas a alguien a Jesús, no lo abandones después de que esté en el cuerpo de Cristo. Seguirá buscándote para mayor guía, ayuda y comprensión. Si fue el amor lo que te impulsó a testificarles, ¡ese mismo amor debería seguir manifestándose hacia ellos después de que estén en la iglesia!

LA ETAPA DEL NIÑO: (Efesios 4:14-15).

"Y Jesús llamó a un niño pequeño, lo puso en medio de ellos y dijo: De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños pequeños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño pequeño, ése es el mayor en el reino de los cielos" (Mateo 18:2-4).

De los versículos de las Escrituras en Efesios y Mateo podemos ver que hay aspectos negativos y positivos relacionados con la naturaleza de un niño. Jesús nos señala que los niños, en general, son humildes, confiados y obedientes. Normalmente harán todo lo que les pidas, confiando en que lo que digas es correcto. No son demasiado orgullosos como para humillarse ante Dios y los hombres. Aún no han aprendido a ser tercos, voluntariosos y rebeldes. De esa manera podemos aprender de ellos. Ese es el lado positivo de su naturaleza.

Por el lado negativo, como creen todo lo que oyen y confían en todos sin cuestionarlo, son fácilmente engañados. Por eso Pablo advierte: “Ya no seáis niños fluctuantes, llevados por doquiera por todo viento de doctrina”yyuo.

Si bien los niños pueden caminar, correr, alimentarse y vestirse solos, y hacer muchas cosas, a veces tropiezan. Necesitan que otros los guíen en muchas cosas. No son conscientes de los muchos peligros que existen «en el mundo» y deben ser advertidos constantemente. No tienen idea de qué es la comida adecuada, y la mayoría se conformaría con solo hamburguesas y papas fritas, o quizás pastel y helado, si siempre se les pidiera lo que quisieran.

¡Lo mismo ocurre con lo espiritual! También se necesita guía en la dieta espiritual. Incluso mucho material religioso disponible en las librerías puede ser perjudicial para el cristiano que no está plenamente arraigado en la verdad. Algunos libros pueden parecer muy interesantes, ¡y sin embargo estar llenos de falsas doctrinas y calumnias contra la verdad!

Como siempre ha sido, existen muchas religiones falsas y falsos profetas que desvían a la gente, si pueden. Jesús y los apóstoles nos advirtieron sobre esto. (Mateo 24:11; 1 Timoteo 4:1-5; 2 Timoteo 4:1-5)

Así como los niños por naturaleza están llenos de energía, también ocurre con los niños espirituales. La energía debe canalizarse en la dirección correcta. ¡El celo sin conocimiento es como un caballo desbocado! El conocimiento se aprende no solo estudiando la Palabra de Dios, sino también caminando con Jesucristo durante un tiempo y aprendiendo lo que le agrada y lo que le desagrada. Se alcanza no solo mediante experiencias gloriosas, sino también mediante dificultades, persecuciones, tentaciones y pruebas. Todo esto ayuda al niño a crecer y convertirse en un cristiano maduro.

Además, los cristianos que aún están en la etapa de la infancia tienden a confiar en la bendición en lugar de en Jesucristo, quien bendice. No han aprendido que el mayor gozo de ser un cristiano lleno del Espíritu es la relación que tenemos con Jesucristo, ¡ya sea que haya algún sentimiento especial o no!

LA ETAPA DE LA JUVENTUD:

"... Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno (1 Juan 2:14).

Esta es la etapa en la que el cristiano quizás ha alcanzado la cima de su fuerza espiritual y fe en Dios. Ha aprendido a "aferrarse a Dios" mediante la oración y el ayuno. Sabe cómo afirmar y usar la autoridad que Dios le dio sobre el enemigo de su alma, el diablo. Sin embargo, existen algunos peligros que deben evitarse.

Los jóvenes tienden a creer que saben más que sus mayores. Les gusta su independencia. A menudo les resulta difícil someterse a la autoridad. Con frecuencia no aprecian que nadie los corrija.

A veces existe la misma tendencia en quienes se encuentran en la "juventud espiritual". Oran y ayunan mucho. Son espiritualmente fuertes. Pero aún les puede faltar madurez. Quizás sientan que, porque escuchan a Dios y disfrutan de sus bendiciones, no necesitan someterse a la autoridad, ni siquiera a la corrección. Esto puede ser extremadamente peligroso, porque La Biblia nos amonesta: “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso” (Hebreos 13:17).

Es emocionante ser un joven espiritual. Pero, al igual que la adolescencia, conlleva una serie de peligros únicos. Los jóvenes tienden a tener más celo que sabiduría (Lucas 9:54, Proverbios 1:2-5), tienden a actuar como si lo supieran todo, tienden a ser ingenuos al interactuar con otros en la iglesia y tienden a obsesionarse con los problemas.

EL CRISTIANO MADURO (padres espirituales): (Efesios 4:11-13)

El cielo no es nuestra meta, es nuestro destino. Nuestra meta es crecer y alcanzar la madurez espiritual, para ser más como Jesucristo. A esto se refería Pablo cuando escribió: (Filipenses 3:12-14).

En todos los aspectos, Pablo parecía ser un cristiano maduro. Pudo escribir: “Para mí el vivir es Cristo...”. ¿Cuántos de nosotros podríamos hacer tal afirmación?

Los pastores no están llamados principalmente a formar hijos espirituales; están llamados a capacitar a los creyentes para ser padres espirituales que hagan discípulos. Las iglesias saludables tienen cristianos en cada etapa del crecimiento espiritual, pero deben tener padres espirituales. Cuando un niño espiritual inestable e inmaduro o cuando los jóvenes intentan capacitar a otros en la vida cristiana, a menudo resultan en desastres. Pero quienes son espiritualmente estables y doctrinalmente sólidos pueden reproducir discípulos maduros.

Los padres espirituales son estables y confiables (Efesios 4:14), tienen conocimiento y capacidad para enseñar a otros (Hebreos 5:12-13), son perspicaces (Hebreos 5:14), sabios y controlan sus pasiones. Sin padres espirituales, una iglesia nunca puede ser saludable.

Algunas personas permanecen en la "etapa de bebé" año tras año. No hay crecimiento espiritual en su caminar con Dios. Están en una rutina espiritual. No van a ninguna parte. Esta no es la voluntad de Dios para ninguno de nosotros. El crecimiento espiritual es un viaje que dura toda la vida y se caracteriza por decisiones intencionales, luchas contra el pecado, hambre por la Palabra, confianza en la gracia, aceptación de los planes de Dios y comprensión de su voluntad para nuestras vidas. Cada etapa se basa en la anterior, llevándonos hacia una relación más profunda y significativa con Dios. A medida que navegamos por estas etapas, podemos estar seguros de que el poder transformador de Dios está actuando dentro de nosotros, moldeándonos como discípulos maduros y fieles.