II Corintios 7:5-7;
Salmos 9:9-10, 18:1-2
Los pastores son humanos también.
Y, como toda persona, los pastores experimentan estrés o agotamiento en ciertos
puntos en sus vidas. Se cree que uno de cada cinco pastores está físicamente
y/o emocionalmente agotado. No han dejado de funcionar por completo, pero los
pastores que se han agotado han perdido el entusiasmo para el ministerio; ellos
cumplen con todos sus deberes y responsabilidades día tras día, pero con poca
alegría, y con capacidad muy reducida para un servicio efectivo. No puede
escapar a las crisis en el pastorado. Pero usted no tiene que ser una víctima.
Gran parte del problema proviene
del hecho de que la mayoría de los pastores son, por naturaleza, idealistas.
Usted espera demasiado de usted mismo, y de su congregación. Su congregación, a
la vez, hace demandas enormes de usted. Por consiguiente, el pastorado a veces
puede ser tortuoso.
La congregación son los críticos
más duros del pastor. Los miembros miran a su pastor como una
especie de padre ideal, todo-sabio, omnisciente, un líder, solucionista de
problema, trabajador incansable y un ejemplo perfecto. Nadie puede medir a la
altura de dichas estándares. El problema con muchos pastores es que ellos
tratan de ser todo lo que la congregación espera. Y la parte loca es que sería
mucho más simple y más eficaz para ayudar su congregación verlo como un ser
humano. Muchos pastores se dejan caer en un círculo vicioso. Ellos tratan de
ser perfectos. Finalmente se sienten que ya no son tan efectivos como antes y
se atemorizan. La congregación siente este temor.
Es un hecho comprobado que el
miedo alimenta el estrés. Gastamos una tremenda cantidad de energía reprimiendo
nuestro temor, escudándonos. ¿Qué teme usted, el rechazo, desilusionar a la
gente, ser vulnerable, Ser impotente? Tememos la confrontación, el fracaso, ser
herido, etc. Es natural preocuparse de estas cosas. Pero cuando los dejamos
tomar el control, esto trae el estrés. Para un pastor, este estrés puede hacer
que sea extremadamente difícil de tratar con eficacia a cualquier crisis, en
casa o con la iglesia.
Hay pastores que temen a la
crítica, son tan temerosos de no ser necesitados, que se sobrecargan para
mantenerse ocupados. Aún tienen temor de delegar cualquier responsabilidad.
Piensan que van a perder su autoridad. Incluso podrían negarse el tiempo de
vacaciones por temor que la iglesia pueda descubrir que puede funcionar sin
ellos.
El agotamiento, es “la enfermedad
del sobre comprometido,” viene como el resultado del estrés crónico. Cada
Pastor tiene un nivel de estrés diferente; es un punto donde el estrés se
vuelve perjudicial. El secreto es reconocer las señales del estrés. Cada pastor
debería encontrar su nivel de estrés, y cuando sientes que estás cerca de ello,
has un alto y cambia de paso. ¿Cómo puede saber cuándo se ha metido “sobre su
nivel”? Estas son algunas señales comunes:
1. Su cuerpo comienza a rechazar nueva información. Usted no oye mucho de
lo que se le dice, y no se recuerda mucho de lo que oyes. Usted está
sobrecargado.
2. Pérdida de opciones. Su horizonte mental se le cierra; usted tiene el
problema viendo opciones alternativas de acción.
3. El insomnio la incapacidad crónica de dormir.
4. Inhabilidad de cambiar modelos dañosos. Cuando usted está bajo el estrés
por demasiados cambios, puede parecer demasiado complicado para decir “no” a
demandas adicionales. Usted encuentra que es más fácil simplemente amontonarse
más compromisos.
5. La fatiga. Cuando está bajo mucho estrés, su cuerpo pide más descanso y
sueño más de lo normal. ¡Cede y descanse!
6. La depresión. Esto es normalmente relacionado con el cambio
o la pérdida de alguien o algo cercano a usted sin tomarse el tiempo para
lamentar su pérdida. El estrés puede precipitar la depresión.
7. La enfermedad física. El Estrés altera todo tu sistema glandular, le sube
la presión de la sangre, y mantiene los sistemas del cuerpo en un estado de
lucha / huida de tensión. Este estado constante de desorden le hace
vulnerable a todo desde catarros y dolores musculares a úlceras, infartos y
enfermedades cardiovasculares.
El estrés es un estado del
agotamiento físico, emocional y mental que se caracteriza por la depreciación
física y fatiga crónica, los sentimientos de impotencia y desesperación, y por
el desarrollo de un autoconcepto negativo y actitudes negativas hacia el
trabajo, la vida y otra gente. Algunas señales del agotamiento son:
1. La energía disminuida. El mantener su paso de antes se
hace cada vez más difícil.
2. Los sentimientos de fracaso en su llamado como pastor.
3. El insomnio. La incapacidad crónica de dormir.
4. El sentido reducido de recompensa a cambio por invertir tanto
de usted mismo en el trabajo o en un proyecto.
5. El sentido de impotencia y la inhabilidad de ver una salida de
problemas.
6. El cinismo y la negatividad de usted mismo, otros, el trabajo y el mundo
en general.
LAS CUATRO ETAPAS QUE
CONDUCE AL AGOTAMIENTO
1. El Entusiasmo
2. El Estancamiento
3. La Frustración
Un sentido
de ser inadecuado de llevar a cabo lo que necesita ser hecho, y las dudas sobre
si vale la pena o no todo el esfuerzo. Esta etapa puede ser un punto decisivo.
Puedes ascender nuevamente al entusiasmo y eficacia nueva o descender a la
cuarta etapa.
4. La apatía y la indiferencia crónica que caracterizan el agotamiento
completo.
COMO TRATAR CON EL ESTRÉS
1. Aprenda A Planear
Demasiados
proyectos en marcha simultáneamente conducen a la confusión, el olvido y la
sensación persistente de las tareas no completadas. Ponga sus deberes en la
orden de prioridad. Entonces tome sólo una o dos proyectos a la vez y trabaja
en ellos hasta terminarlos.
2. Acepte Sus Limitaciones
El pastor
nunca podrá ser perfecto, entienda esto, y acéptalo. Si no terminarás sintiéndote sintiéndose inadecuado, no importa lo bien que usted realice. Sólo establezca
metas alcanzables para usted.
3. Enfrentando Temores
Los temores
no desaparecen; simplemente se cargan más sobre nosotros. Cuando usted enfrenta
sus temores, usted esa en el camino para librarse de la carga. Pero admitir el
temor es difícil para algunos pastores, simplemente porque se supone de alguna
manera que pastores son “sobre todo esto.”
4. Diviértase
No es un
pecado que usted se divierta. Todos, incluyendo el pastor necesita escapar las
presiones del trabajo y relajarse y divertirse. La risa tiene tremendos poderes
sanadores. Tome tiempo para reír.
5. Tenga Una Actitud Positiva
Hacia Las Personas Y La Vida
Trate de
evitar criticar a otros. En cambio, elógielos. Enfóquese en sus características
buenas. Le volverán el favor.
6. Practiqué El Perdón Y La
Tolerancia
Cuando
tratamos realmente de comprender la manera que otros se sienten podemos ser más
comprensivos con ellos. Cuando somos intolerantes, nosotros solos alimentamos
nuestra propia frustración y enojo.
7. No Compita Cuando Usted No
Tienes Que
La vida
está lleno de situaciones competitivas ineludibles. No le agregué más.
8. Ejercicio: Incluso una
caminata diaria es de gran ayuda.
9. Tomarse Un Tiempo Para Usted: Escuche
música o tome una siesta. Vaya fuera y mire
la naturaleza.
10. Encuentre Una Persona A
Quien Ud. LE Pueda Abrir Su Corazón
Expresando
todas las tensiones reprimidos puede ser increíblemente provechoso. La familia
es nuestro sistema de apoyo primario. Hable con su esposa, hable con un
colega en el cual usted tiene la confianza. Un pastor necesita a un
pastor, también, para proporcionar la fuerza y nutrir.
11. Busque Nuevas
Disciplinas Espirituales
Busca
una manera nueva de orar, un enfoque nuevo a la lectura de las
Escrituras, meditación diaria, retiros personales y tiempo para contemplar en
silencio.
Ud. se puede levantar de las
cenizas del agotamiento, pero, se toma tiempo. Primero de todo, Ud. necesita
descansar y relajar. No lleve su trabajo a la casa. Si Ud. es como la mayoría
de los pastores, el trabajo no se hace y después Ud. se sentirá culpable por
ser perezoso.
Al vencer el agotamiento, sea
realista en sus aspiraciones, y metas del trabajo. Quien sea la persona con que
Ud. está tratando y hablando de sus sentimientos puede ayudarle, pero tengan
cuidado. Sus aspiraciones y metas de reajuste deben ser las tuyas y no de esa
persona. El intentar de ser y hacer lo que alguien más quisiera que seas o
fueras es una fórmula de seguro para la frustración y el agotamiento continuo.
Un último consejo, haga un
balance en su vida. Invierta más de su vida con su familia y otros lazos
personales, actividades sociales y pasatiempos. Reparta su tiempo y su persona
de modo que su trabajo no tenga una fuerte influencia en su autoestima y
confianza en sí mismo.