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EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Wednesday, February 27, 2013

ME SIENTO IMPOTENTE

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio.” II Timoteo 1:7
Una de las cosas que he venido a entender en mis muchos años en el ministerio es que un sentido de impotencia es la raíz a todas las emociones negativas. Si usted se siente impotente de hacer algo de su pasado, se siente culpable. Si usted se siente impotente de cambiar su futuro, se siente con miedo y si usted se siente impotente de cambiar su presente, se siente deprimido. Cuando usted siente que las circunstancias de su vida no se cambiarán, usted se siente enojado. En mis años de asesoramiento he aprendido que la depresión, el miedo, la culpa y la ira son las más poderosas emociones negativas que la gente experimentará en su vida, y todos ellos vienen de un sentido de impotencia.
El pensar que no hay mucho que podemos hacer en cuanto a nuestras finanzas, nuestras circunstancias, nuestra salud, etc., nos encarcela para aceptar y tolerar una vida mediocre y débil. Mucha gente generalmente acepta que hay áreas de sus vidas que son impotentes de controlar. No tienen ningún poder para escoger en algunas situaciones. ¿Aún es cierto esto? La impotencia es la sensación de no tener control sin ninguna aparente solución que nos ayude a recobrar el control. La mayor parte de personas quieren ser poderosas, pero han tolerado una existencia impotente, sólo porque ellos nunca han realizado que poderoso realmente son. La palabra poder viene de la palabra griega: “dunamis”,  que significa capacidad, posibilitar. Necesitamos pedirle a Dios que nos ayude vencer ese sentimiento de impotencia.
Tenemos que aceptar la verdad de que Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Esto ha sido hecho ya. Tenemos el poder de vencer por medio del Espíritu de Dios. Usted tiene que creer que este poder está en usted. Efesios 3:20 dice: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”. Hay poder en usted que permite que Dios haga  más allá de lo qué nosotros podemos pedir o pensar.
Darle a Dios algo con que trabajar. Usted tiene que pensar y pedir. Ya que él puede hacer más allá, tenemos que darle una base donde El puede comenzar. Limitamos a Dios cuando no pensamos grande y pidamos grande. Hechos 1:8 dicen, “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros  el Espíritu Santo...” Este poder ya está en usted. Gracias a Dios para Su Espíritu en usted. Romanos 8:11 dicen, “y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros”.
No le ponga límite a Dios. El Salmo 78:41 dice que Israel limitó al Señor. Ellos lo limitaron, porque no recordaron Su poder (v.42). Desatamos la mano de Dios para bendecir cuando recordamos sus bendiciones anteriores. El salmo 103 dice; “no olvides ninguno de Sus beneficios”. Nunca subestime el poder de Dios. Espere hoy para que el poder de Dios lo fortalezca; espere ser dirigido hoy por Su Espíritu. Limitamos lo que Dios puede hacer en nuestras vidas, cuando disminuimos nuestras expectativas. ¡Abrace este poder!
¡Piénselo y dígalo! Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Tenemos el poder en nuestras vidas ahora mismo. En Cristo, tenemos el poder para vencer el pecado; el poder para cambiar nuestra vida para lo mejor, el poder para ser sanado; el poder para perdonar; el poder para alabar a Dios pase lo que pase; el poder para hablar la Palabra de Dios y ver Sus promesas realizadas en mi vida. Tenemos que pensar grande y pedir grande, y por lo tanto el poder del Espíritu de Dios dentro de nosotros, lo traerá a pasar en nuestras vidas.
Dios quiere que nos ayudemos a nosotros mismos y Él hará el resto como lo hizo con Josué. Usted puede hacer todas las cosas en Cristo que lo fortalece” (Filipenses 4:3). Usted decide recordar lo que Dios ha hecho que quitara los límites de su vida y sus expectativas. ¡Espera el favor hoy, la sabiduría, el entendimiento, y la bendición de Dios!

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