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EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Saturday, February 26, 2022

MARDI GRA (MARTES GRASO)

"Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. (Romanos 13:13-14

El Martes de Carnaval en los Estados Unidos de América se ha adoptado la denominación francesa Mardi Gras, que significa ‘martes graso’, al igual que Terça-feira gorda, en los países de habla portuguesa.

El Martes de Carnaval, en el calendario cristiano (Católico), es el segundo y último día de Carnaval que antecede al Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma. En tiempos en que la Cuaresma recibía un mayor seguimiento los días anteriores al Miércoles de Ceniza, se conocían como Carnaval o carnestolendas. Estos días previos se realizaban diversas actividades como banquetes, bailes, juegos y de esta manera se enfrentaban al comienzo de los días de penitencia.

El origen de esas celebraciones se remonta a fiestas paganas de tiempos precristianos, que correspondían al ritmo de las estaciones y de los trabajos agrícolas. La palabra “carnevale” significa, “Carne para Bal”. A los fines del siglo XX varios autores comenzaron a sospechar el origen pagano del nombre. A comienzos de la Edad Media la Iglesia Católica propuso una etimología de carnaval: del latín vulgar carne-levare, que significa 'abandonar la carne' (lo cual justamente era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma).

La fecha de su celebración es variable, ya que se celebra 40 días antes de la fiesta Cristiana del Domingo de Pascua y este no depende del calendario gregoriano (exclusivamente solar) sino del antiguo calendario solar/lunar. Para el Cristianismo, este domingo es siempre el siguiente a la primera luna llena posterior al equinoccio (y cae siempre entre el 22 de marzo y el 25 de abril), por lo que el Martes de Carnaval caerá siempre entre el 18 de febrero y el 16 de marzo (un día más tarde si cae en febrero y el año es bisiesto).

 

 

 

MARDI GRA (FAT TUESDAY)

"Let us walk honestly, as in the day; not in rioting and drunkenness, not in chambering and wantonness, not in strife and envying. But put ye on the Lord Jesus Christ, and make not provision for the flesh, to fulfil the lusts thereof." (Romans 13:13-14)

Mardi Gras (mɑrdiɡrɑ), "Mardi Gras season" and "Carnival season" in English, refer to events of the Carnival celebrations, beginning on or after Epiphany and culminating on the day before Ash Wednesday. Mardi Gras is French for Fat Tuesday, referring to the practice of the last night of eating richer, fatty foods before the ritual fasting of the Lenten season, which begins on Ash Wednesday. The day is sometimes referred to as Shrove Tuesday, from the word shrive, meaning "confess."Related popular practices are associated with celebrations before the fasting and religious obligations associated with the penitential season of Lent.

Carnaval, or Carnivale, is a festive season that occurs immediately before Lent; the main events are usually during February. Carnival typically involves a public celebration or parade combining some elements of a circus, mask, and public street party. People often dress up or masquerade during the celebrations, which mark an overturning of daily life.

The origin of the name "Carnival" derives from the word "carne" (meat), the link with carne would suggest an origin with earlier religions ({carne para Bal} meat for Baal).

 

 

Monday, February 21, 2022

QUE DICE LA BIBLIA ACERCA DEL MATRIMONIO DEL MISMO SEXO

Romanos 1:24-32

El movimiento homosexual sigue creciendo en fuerza y ​​número, ellos se han hecho ahora bastante grandes que sus relaciones homosexuales han sido legalizado formalmente como una unión matrimonio real. Como resultado, muchos cristianos liberales afines están apoyando esta legalización, pensando que Dios no tiene problemas con esta unión, mucho menos tiene algún problema con la homosexualidad en general. Como cristianos, lo único que debe importarnos es lo que Dios piensa acerca de este cuestión no lo que los políticos piensan, no lo que algunos de los medios de comunicación liberales piensa, y no lo que el mundo en general piensa.

Mientras que la Biblia si habla de la homosexualidad, no menciona explícitamente el matrimonio entre personas del mismo sexo. Está claro, sin embargo, que la Biblia condena la homosexualidad como un pecado inmoral y antinatural. Levítico 18:22 identifica el sexo homosexual como una abominación, un pecado detestable. Romanos 1:26-27 declara que los deseos y acciones homosexuales son vergonzoso, no natural, lujurioso, e indecente. Primera de Corintios 6:9 dice que los homosexuales son injustos y no heredarán el reino de Dios. Dado que ambos deseos y acciones homosexuales son condenados en la Biblia, es claro que el "matrimonio" entre los homosexuales no es la voluntad de Dios, y que sería, de hecho, pecaminoso.

Cada vez que la Biblia menciona el matrimonio, es entre un hombre y una mujer. La primera mención del matrimonio, Génesis 2:24, lo describe como un hombre dejando a sus padres y uniéndose a su esposa.

No sólo la Biblia, sin embargo, se tiene que ser utilizado para demostrar la comprensión del matrimonio. El punto de vista bíblico del matrimonio ha sido el entendimiento universal del matrimonio en cada civilización humana en la historia del mundo. La historia argumenta en contra del matrimonio gay. La psicología secular moderna reconoce que los hombres y las mujeres son psicológicamente y emocionalmente diseñados para complementarse entre sí. En lo que respecta a la familia, los psicólogos sostienen que la unión entre un hombre y una mujer en el que ambos cónyuges sirven como buenos modelos de rol de género es el mejor ambiente para criar niños bien adaptados. La psicología argumenta en contra del matrimonio gay. En la naturaleza / fisicidad, claramente, los hombres y mujeres se han diseñado para "acoplarse", junto sexual. Con el fin "natural" de las relaciones sexuales que es la procreación, claramente sólo una relación sexual entre un hombre y una mujer puede cumplir con este propósito. La naturaleza argumenta en contra del matrimonio gay.

Por lo tanto, si la Biblia, la historia, la psicología y la naturaleza argumentan a favor del matrimonio entre un hombre y una mujer, ¿por qué hay tanta controversia hoy en día? ¿Por qué aquellos que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo son marcados como odiosos, fanáticos intolerantes, por muy respetuosamente que se presenta la oposición? ¿Por qué el movimiento de los derechos de los gays está agresivamente presionando por el matrimonio entre personas del mismo sexo cuando la mayoría de las personas, religiosos y no religiosos, apoyan-o por lo menos mucho menos se oponen a las parejas homosexuales teniendo los mismos derechos legales que las parejas casadas con algún tipo de la unión civil?

La respuesta, según la Biblia, es que todo el mundo sabe que la homosexualidad es intrínsecamente inmoral y antinatural, y la única manera de suprimir este conocimiento inherente es por la normalización de la homosexualidad y atacar cualquier oposición a la misma. La mejor manera de normalizar la homosexualidad es mediante la colocación el matrimonio del mismo sexo en un plano de igualdad con el tradicional matrimonio de distinto sexo. Romanos 1:18-32 ilustra esto. La verdad es conocida porque Dios se lo manifestó. La verdad es rechazada y sustituida por una mentira. La mentira entonces se promueve y la verdad reprimida y atacada. La vehemencia y la ira expresada por muchos en el movimiento por los derechos gay a cualquiera que se oponen a ellos es, de hecho, un indicio de que saben que su posición es indefendible. Tratando de superar una situación de debilidad por levantar la voz es el truco más viejo en el libro de debate. Quizá no hay descripción más precisa de la agenda moderna de derechos gay que Romanos 1:31 "que no tienen sentido, desleales, insensibles, despiadados."

Para dar sanción al matrimonio entre personas del mismo sexo sería dar la aprobación para el estilo de vida homosexual, que la Biblia clara y consistentemente condena como pecado. Los cristianos deben oponerse firmemente a la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo. Además, existen fuertes argumentos y lógica contra el matrimonio entre personas del mismo sexo en contextos completamente separados de la Biblia. Uno no tiene que ser un cristiano evangélico para reconocer que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

Según la Biblia, el matrimonio es ordenado por Dios para ser entre un hombre y una mujer (Génesis 2:21-24, Mateo 19:4-6). El matrimonio homosexual es una perversión de la institución del matrimonio y una ofensa a Dios, que creó el matrimonio. Como cristianos, no debemos tolerar o ignorar el pecado. Por el contrario, hemos de compartir el amor de Dios y el perdón de los pecados, que está disponible para todos, incluyendo a los homosexuales, a través de Jesucristo. Debemos hablar la verdad en amor (Efesios 4:15), y luchar por la verdad con "gentileza y respeto" (1 Pedro 3:15). Como cristianos, cuando tomamos partido por la verdad y el resultado es ataques personales, insultos y persecuciones, debemos recordar las palabras de Jesús: "Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. "(Juan 15:18-19).

No hay un solo versículo en la Biblia que aprueba o apoya el matrimonio del mismo sexo. Esto es un hecho. Como cristianos, estamos llamados a vivir vidas santas libres de las actividades pecaminosas. La cuestión aquí no es la discriminación en términos de impedir derechos de personas, pero más bien se trata de confirmar y apoyar la definición de Dios del matrimonio. El matrimonio se define claramente en la Biblia y en la Comunidad (hasta hace 10 años) como heterosexual en la naturaleza. Un hombre y una mujer en una relación amorosa confirmado por los votos en una ceremonia pública.

¿Qué piensa Dios acerca de los matrimonios del mismo sexo? La Biblia nos da una respuesta muy directa y solemne sobre este tema muy controvertido. Simplemente es una cuestión de juntar 3 versos muy básicos y sólidos de la Escritura, y luego extrapolar de estos tres versículos básicos.

El primer verso es de Levítico 20:13  donde se dice que un hombre no debe acostarse con otro hombre como lo haría con una mujer, y si lo hace, este acto será considerado una abominación a los ojos de Dios. El segundo verso es de 1 Corintios 6:9-11  donde se habla del pecado de la homosexualidad como uno de los pecados específicos que, literalmente, le impiden ser capaz de entrar en el cielo cuando mueras.

Creo que estos dos versículos específicos de la Biblia son la respuesta enfática de Dios sobre este asunto. Cuando Dios dice que cualquier tipo de acto homosexual se considera una abominación delante de él  y luego lo remata diciendo que este tipo de actividad le impide ser capaz de entrar en el cielo creo que estos son los dos más fuertes y más estricta advertencias que Dios posiblemente nos puede dar sobre éste tema.

Cuando Dios usa la palabra "abominación" para describir este pecado específico Él está usando la palabra más fuerte y más intensa que posiblemente puede utilizar para describir lo que realmente piensa acerca de este pecado en particular. Simplemente no hay manera de endulzar lo que estos dos versículos están diciendo. Ambos son directos y tan claro como el día.

El tercer verso nos dice que Dios no cambia, y que Él es el mismo hoy como lo fue ayer. Lo que esto nos dice, sin ninguna otra interpretación posible es que si Dios pensó que la homosexualidad era una abominación en el Antiguo Testamento entonces él todavía piensa que es una abominación en el Nuevo Testamento.

¡Simplemente no hay manera de que Dios va a cambiar de opinión sobre este tema a partir de los tiempos del Antiguo Testamento para los tiempos del Nuevo Testamento especialmente con la Biblia diciéndonos que Dios no lo hace, no puede y no va a cambiar!

Cuando Dios creó al primer hombre Adán, creó a un hombre y una mujer, y luego les dijo que fueran fructíferos y multiplicarse. Él creó a Eva para Adán. En ninguna parte de las Escrituras Dios nunca ordena o aprueba ningún tipo de relación homosexual entre dos hombres o dos mujeres.

Cuando entendemos estos versículos podemos concluir que no hace falta ser un genio para ver lo que la opinión de Dios va a ser en cualquier tipo de matrimonio del mismo sexo.

En conclusión, si cualquier tipo de acto homosexual es una abominación total y absoluto a los ojos de Dios, entonces, tratar de legalizar una relación homosexual en los lazos del santo matrimonio va a ser igualmente una gran abominación delante de él como cualquier tipo de actividad homosexual anterior.

Yo creo que el sacramento y la institución del matrimonio es algo muy santo, muy sagrado, y muy especial a los ojos de Dios. Cualquier homosexual que quiere tratar de llevar sus actos abominables un paso más allá al santo matrimonio de Dios se burla de Dios Todopoderoso. Cualquier cristiano liberal que está por lo tanto apoyando activamente o participa en esta abominación particular está pisando terrenos muy peligrosos.

 

 

WHAT DOES THE BIBLE SAY ABOUT SAME-SEX MARRIAGE

Romans 1:24-32

The homosexual movement continues to grow in force and number, and they have now gotten big enough where their homosexual relationships are formally legalized as real marriage unions. As a result, many liberal-minded Christians are now supporting this legalization, thinking that God has no problems with this union; much less have any problems with homosexuality in general. As Christians, the only thing that should matter to us is what God thinks about this issue not what the politicians think, not what some of the liberal media think, and not what the world in general thinks.

While the Bible does address homosexuality, it does not explicitly mention same-sex marriage. It is clear, however, that the Bible condemns homosexuality as an immoral and unnatural sin. Leviticus 18:22 identifies homosexual sex as an abomination, a detestable sin. Romans 1:26-27 declares homosexual desires and actions to be shameful, unnatural, lustful, and indecent. I Corinthians 6:9 states that homosexuals are unrighteous and will not inherit the kingdom of God. Since both homosexual desires and actions are condemned in the Bible, it is clear that homosexuals “marrying” is not God’s will, and would be, in fact, sinful. Whenever the Bible mentions marriage, it is between a male and a female. The first mention of marriage, Genesis 2:24describes it as a man leaving his parents and being united to his wife.

The Bible alone, however, does not have to be used to demonstrate this understanding of marriage. The biblical viewpoint of marriage has been the universal understanding of marriage in every human civilization in world history. History argues against gay marriage. Modern secular psychology recognizes that men and women are psychologically and emotionally designed to complement one another. Regarding the family, psychologists contend that a union between a man and woman in which both spouses serve as good gender role models is the best environment in which to raise well-adjusted children. Psychology argues against gay marriage. In nature/physicality, clearly, men and women were designed to “fit” together sexually. With the “natural” purpose of sexual intercourse being procreation, clearly only a sexual relationship between a man and a woman can fulfill this purpose. Nature argues against gay marriage.

So, if the Bible, history, psychology, and nature all argue for marriage being between a man and a woman why is there such a controversy today? Why are those who are opposed to same-sex marriage labeled as hateful, intolerant bigots, no matter how respectfully the opposition is presented? Why is the gay rights movement so aggressively pushing for same-sex marriage when most people, religious and non-religious, are supportive of—or at least far less opposed to—gay couples having all the same legal rights as married couples with some form of civil union?

The answer, according to the Bible, is that everyone inherently knows that homosexuality is immoral and unnatural, and the only way to suppress this inherent knowledge is by normalizing homosexuality and attacking all opposition to it. The best way to normalize homosexuality is by placing same-sex marriage on an equal plane with traditional opposite-gender marriage. Romans 1:18-32 illustrates this. The truth is known because God has made it plain. The truth is rejected and replaced with a lie. The lie is then promoted and the truth suppressed and attacked. The vehemence and anger expressed by many in the gay rights movement to any who oppose them is, in fact, an indication that they know their position is indefensible. Trying to overcome a weak position by raising your voice is the oldest trick in the debating book. There is perhaps no more accurate description of the modern gay rights agenda than Romans 1:31“they are senseless, faithless, heartless, ruthless.”

To give sanction to same-sex marriage would be to approve of the homosexual lifestyle, which the Bible clearly and consistently condemns as sinful. Christians should stand firmly against the idea of same-sex marriage. Further, there are strong and logical arguments against same-sex marriage from contexts completely separated from the Bible. One does not have to be an evangelical Christian to recognize that marriage is between a man and a woman.

According to the Bible, marriage is ordained by God to be between a man and a woman (Genesis 2:21-24; Matthew 19:4-6). Same-sex marriage is a perversion of the institution of marriage and an offense to God who created marriage. As Christians, we are not to condone or ignore sin. Rather, we are to share the love of God and the forgiveness of sins that is available to all, including homosexuals, through Jesus Christ. We are to speak the truth in love (Ephesians 4:15) and contend for truth with “gentleness and respect” (I Peter 3:15). As Christians, when we make a stand for truth and the result is personal attacks, insults, and persecution, we should remember the words of Jesus: “If the world hates you, keep in mind that it hated me first. If you belonged to the world, it would love you as its own. As it is, you do not belong to the world, but I have chosen you out of the world. That is why the world hates you” (John 15:18-19).

There is not one verse in the Bible that condones or supports same-sex marriage. This is a fact. As Christians, we are called to live Holy lives free from sinful activities. The issue here is not discrimination in terms of taking people's rights away but rather it is about confirming and supporting God's definition of marriage. Marriage is clearly defined in the Bible and the Community (until 10 years ago) as Heterosexual in nature, a Male and a Female in a loving relationship confirmed by vows at a public ceremony.

What does God think about same-sex marriages? The Bible gives us a very direct and solemn answer on this very controversial issue. It simply is a matter of putting together 3 very basic and solid verses from Scripture, and then extrapolating off these three basic verses.

The first verse is from Leviticus 20:13 where it says that a man shall not lie with another man as he would with a woman, and if he does, this act will be considered an abomination in the eyes of God. The second verse was from 1 Corinthians 6:9-11 where it lists the sin of homosexuality as one of the specific sins that will keep you from being able to enter into heaven when you die.

I believe these two specific verses from the Bible are God’s emphatic answer on this issue. When God says that any kind of homosexual activity will be considered an abomination in His sight – and then tops it off by saying that this kind of activity will prevent you from being able to enter into heaven – I believe these are the two strongest and strictest warnings that God can give us on this one topic.

When God uses the word “abomination” to describe this specific sin He is using the strongest and most intense word that He can use to describe what He thinks about this particular sin. There is simply no way to sugarcoat what these two verses are saying. They are both direct and as plain as day.

The third verse tells us that God does not change and that He is the same today as He was yesterday. What this tells us, without any other possible interpretation is that if God thought homosexuality was an abomination in the Old Testament then He will still think that it is an abomination in the New Testament.

There is simply no way that God is going to change His mind on this issue from Old Testament times to New Testament times especially with the Bible telling us that God does not, cannot, and will not change!

When God first created the man Adam, He created one man and one woman and then told them to be fruitful and multiply. He created Eve for Adam. Nowhere in Scripture does God ever ordain or approve of any type of homosexual relationship between two men or two women.

When we understand these verses we can conclude that it does not take a rocket scientist to see what God’s opinion is going to be on any type of same-sex marriage.

In conclusion, if any type of homosexual activity is a complete and utter abomination in the eyes of God then trying to legalize a homosexual relationship under the holy grounds of marriage is going to be just as much of an abomination in His sight as any type of homosexual activity was beforehand.

I believe that the sacrament and institution of marriage is something very holy, very sacred, and very special in the eyes of God. Any homosexual who wants to try and take their abominable acts one step further into God’s holy ground of matrimony is mocking God Almighty Himself. Any liberal Christian who is thus actively supporting or engaging in this particular abomination is treading on extremely dangerous grounds.

 

 

Monday, February 14, 2022

LA PORNOGRAFIA EN EL MATRIMONIO

Hebreos 13:4, I Corintios 7:1-5

La pornografía puede empezar con algo tan simple como una foto en la computadora o en una revista de hombres o en una Web. Y antes de que pase mucho tiempo, la necesidad de estimulación le llevar paso a paso de un material gráfico a un material más explícito y revelador y en un abrir y cerrar de ojos, lo hacemos de manera más y más frecuente.

La pornografía nos anima a tratarnos los unos a los otros como objetos o máquinas del placer. La pornografía siembra las semillas del aislamiento y nos lleva a relaciones no saludables y a la pérdida del respeto a nosotros mismos. Al paso que el usuario se involucra más y más en el mundo de la fantasía, la pornografía llega a ser una obsesión. Sin embargo, hay buenas noticias. Podemos liberarnos de la esclavitud de la pornografía.

Hace mucho tiempo que la pornografía fue un vicio de los muy ricos. Nadie más podía darse lujos pornográficos. El Emperador romano llamado Cesar Tiberios era adicto a la pornografía y cuando quería satisfacerse, compraba pergaminos especiales de dibujos desde Egipto o traía al palacio jóvenes y señoritas entrenadas en las prácticas sexuales para demostraciones privadas.

Hoy, todo eso ha cambiado. Todos pueden comprar la pornografía. Con dos clics en la computadora, cualquiera puede ver lo que sea en el internet. Decir que "es fácil obtener pornografía" hoy día es una declaración que se queda corta. ¡Hoy la pornografía la tenemos pegada a nuestros ojos la queramos ver o no la queramos ver!

Vivimos en Pornotopia. En Pornotopia, la gente común y corriente hace preguntas que ni siquiera le hubiera ocurrido hacer en otros tiempos. Hoy se hacen preguntas como la siguiente: ¿Por qué el matrimonio no debe usar la pornografía para aumentar su excitación sexual y acrecentar sus relaciones sexuales? O ¿Por qué no podemos mirar una película pornográfica juntos antes de acostarnos en la cama? De todos modos, muchos alegan, "lo hacemos por una buena causa y por lo menos lo hacemos juntos".

¡No es solamente que esto es malo sino que tampoco funciona! La esposa y su esposo no lo están haciendo juntos. Pensarlo es engañarse. En realidad, ¡se está invitando a otras personas a la intimidad del matrimonio! Ver pornografía no mejora sus relaciones sexuales. De hecho, la pornografía reduce su excitación y además debilita lo que sí puede acrecentar su excitación.

¿Por qué no están haciéndolo juntos? Llega la hora de acostarse, la pareja miran pornografía. El esposo se excita mirando fotos de mujeres en vez de mirar a su esposa: la esposa se excita al mirar la imagen de un hombre en una película en vez de mirar a su esposo. Van a la cama y tienen relaciones sexuales. La pregunta es, ¿con quién están teniendo relaciones sexuales? Probablemente están en el acto sexual al mismo tiempo pero es bien claro que no están compartiendo el acto el uno con el otro. El esposo está viviendo su fantasía con la mujer de la película y la esposa con el hombre de la película. El hecho que éstos no están presentes físicamente es sólo un detalle. "Oísteis que fue dicho: "No cometerás adulterio". Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón." Mateo 5:27-28

Nos asombraría la sugerencia de emplear prostitutas para la noche, para que se calienten con ellas y luego simultáneamente se den la vuelta para completar la experiencia sexual con su pareja del matrimonio. Sin embargo, esto es en esencia exactamente lo que están haciendo. Están teniendo relaciones sexuales con otras personas aunque no hay nadie más presente que ellos mismos.

La pornografía no aumenta las relaciones sexuales en el matrimonio Hace solamente una generación que la expresión "hacer el amor" se podía usar para cualquiera de las cosas que los enamorados hacen como por ejemplo: agarrarse de las manos, hacerse promesas increíbles, hacer cosas especiales el uno para el otro, susurrar dulcemente en el oído de su pareja. "Hacer el amor" quería decir cualquier experiencia donde los enamorados perdían la cabeza el uno por el otro en demostraciones de amor… porque el sacrificarse uno por el otro es lo que significa en realidad "hacer el amor". Hoy, desafortunadamente, utilizamos la expresión “hacer el amor” solamente para el acto sexual. Es una expresión engañadora. Claro que el acto sexual puede ser una manera de hacer el amor, ¡pero también puede ser una manera de destruirlo!

La razón por la que el acto sexual dentro del matrimonio es una manera de hacer el amor es porque el esposo se pierde a sí mismo en completo deleite de servir y complacer a su esposa, y la esposa hace lo mismo con su marido. Por contraste, cuando los esposos tienen relaciones sexuales, incorporado la pornografía, ninguno de los dos está atento a su pareja, cada uno está pensando en sí mismo. El esposo esta satisfaciéndose a sí mismo, no a su esposa mientras imagina que su esposa no es su esposa, sino la otra modelo y la así la esposa imagina que su esposo no es su esposo, sino el elegante modelo en quien está pensando. Eso no es hacer el amor… ¡Esto es masturbarse con el cuerpo de su esposa o su esposo!

 

 

 

 

PORNOGRAPHY IN MARRIAGE

 

Hebrews 13:4, I Corinthians 7-1-5

Pornography can start with something as simple as a photo on the computer or in a men's magazine or on the internet. And before long, the need for stimulation will take you step by step from graphic material to more explicit and revealing material, and in the blink of an eye; we do it more and more frequently.

Pornography encourages us to treat each other as objects or pleasure machines. Pornography sows the seeds of isolation and leads to unhealthy relationships and loss of self-respect. As the user becomes more and more involved in the fantasy world, pornography becomes an obsession. However, there is good news. We can free ourselves from the bondage of pornography.

Pornography was long ago a vice of the very rich. No one else could afford pornographic luxuries. The Roman Emperor named Caesar Tiberius was addicted to pornography and when he wanted to satisfy himself, he bought special drawing scrolls from Egypt or brought young men and young ladies trained in sexual practices to the palace for private demonstrations.

Today, all that has changed. Anyone can buy porn. With two clicks on the computer, anyone can see anything on the internet. To say that "pornography is easy to obtain" today is an understatement. Today we have pornography glued to our eyes whether we want to see it or not!

We live in Pornotopia. In Pornotopia, ordinary people ask questions that they would not have even thought to ask in the past. Today, questions such as the following are being asked: Why shouldn't a married couple use pornography to increase their sexual arousal and enhance their sexual relationships? Or why can't we watch a porn movie together before we go to bed? Still, many argue, "we do it for a good cause and at least we do it together."

Not only is this bad, but it also doesn't work either! The wife and husband are not doing it together. To think about it is to fool oneself. In reality, other people are being invited into the intimacy of marriage! Viewing pornography does not improve your sexual relationships. In fact, pornography reduces your arousal and also weakens what can increase your arousal.

Why aren't they doing it together? Bedtime comes, the couple looks at pornography. The husband becomes aroused by looking at images of women instead of looking at his wife: the wife is aroused by looking at the image of a man in a movie instead of looking at her husband. They go to bed and have sex. The question is; who are they having sex with? They are probably in the act of sex at the same time but it is quite clear that they are not sharing the act with each other. The husband is living out his fantasy with the woman in the movie and the wife with the man in the movie. The fact that they are not physically present is just a detail. "You have heard that it was said: "You shall not commit adultery. But I tell you that whoever looks at a woman to lust for her has already committed adultery with her in his heart." Matthew 5: 27-28

We would be amazed at the suggestion of hiring prostitutes for the night, to get aroused with them, and then simultaneously turn around to complete the sexual experience with their marriage partner. However, this is essentially what they are doing. They are having sex with other people even though no one else is present other than themselves.

Pornography does not increase sexual relationships in marriage It was only a generation ago that the expression "making love" could be used for any of the things that lovers do, such as holding hands, making incredible promises, doing special things to each other, whispering sweetly into your partner's ear. "Making love" meant any experience where lovers lost their minds for each other in demonstrations of love ... because sacrificing for each other is what "making love" really means. Today, unfortunately, we use the expression "making love" only for the sexual act. It is a misleading expression. Sure, sex can be a way to make love, but it can also be a way to destroy it!

The reason the sexual act within marriage is a way of making love is that the husband loses himself in complete delight in serving and pleasing his wife and the wife does the same for her husband. By contrast, when a married couple has sex, incorporating pornography, neither of them is attentive to their partner, each is thinking of himself. The husband is satisfying himself, not his wife while imagining that his wife is not his wife, but another woman, and thus the wife imagines that her husband is not her husband, but the elegant man she is thinking of. That is not making love… This is masturbating with the body of your wife or her husband!

Tuesday, February 8, 2022

QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE EL DIVORCIO

Mateo 19:3-9; I Corintios 7:10-16

La Iglesia no sólo es el Cuerpo de Cristo, pero también es la Novia de Cristo (Ap. 19:7-9). Esta doble relación se prefiguró en el Jardín de Edén cuando Eva, tomada del cuerpo de Adán, llego a ser su novia. El matrimonio entonces es un tipo de la relación entre Cristo y Su Novia. Es una institución divinamente ordenada de Dios y debería observarse como santo así como la relación de la Iglesia a Cristo es santo. Así se da el orden en Efesios 5:25-27.

El divorcio ha aumentado tan rápido que ahora aproximadamente un matrimonio en cinco termina en divorcio. Entre las razones por este aumento de divorcios ha sido la disminución de la influencia de la Biblia y sus normas de vivir, una disminución en moralidad sexual, el movimiento feminista con su énfasis en la independencia de la mujer y el aumento en el porcentaje de personas que entran al edad adulta y matrimonio sin haber tenido ninguna disciplina en sus hogares y sin respeto a la autoridad.

Cuando la gente se convierte y comienzan a vivir según las normas de la Biblia, los divorcios disminuyen. La Biblia enseña que el matrimonio debería nunca romperse excepto por muerte, que la única razón legitima para el divorcio es adulterio continúo o que es fornicación, y que los Cristianos pueden reajustar de nuevo esa felicidad destrozada, hacer retornar el amor matrimonial. El hogar donde hay desacuerdo, contiendas, infidelidad, abuso y aun odio, puede hacerse nuevamente en un hogar feliz con la gracia de Dios.

EL MATRIMONIO ES UN CONTRATO POR TODA LA VIDA

En las enseñanza de nuestro Señor Jesucristo sobre la cuestión del matrimonio y divorcio, varias verdades simples sobre salen, verdades que no se deben olvidar o pasarse por alto.

1. Uno entra al matrimonio dejando a padre y a madre y todo lo demás. El esposo se unirá a su mujer.

2. Del hombre y la mujer se dice, “y serán una sola carne” (Gé. 2:24). El hombre y la mujer realmente llegan a ser uno. El esposo y la esposa literalmente llegan a ser uno en los cuerpos de sus hijos. En un matrimonio normal y feliz, el esposo y esposa llegan a formarse parte el uno del otro en un sentido espiritual, de manera que quebrando el matrimonio fuera como hacer pedazos un cuerpo. En sus pensamientos, costumbres, aspiraciones, felicidades, esperanzas e intereses el hombre y la mujer llegan hacer uno.

3. Dios mismo sella cada matrimonio, liga a las personas y lo hace oficial. Las personas no son siempre sabios en escoger su compañero. No todo el tiempo hacen bien en casarse. Si el matrimonio es bueno o malo, Dios mismo lo sella y une el esposo y la esposa. Dios hace cada permanente. Por eso dice el Señor, “Por tanto, lo que Dios junto, no lo separe el hombre” (Marcos 10:9).

La Biblia tiene dos versículos sobre el divorcio y el nuevo matrimonio, pero para los cristianos. Si hay un versículo en conflicto entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, el versículo del Nuevo Testamento prevalecerá. El Nuevo Testamento es la regla moral que la iglesia debe seguir.

Lo que dice la Biblia sobre el divorcio es claro, si dos cristianos están casados ​​entre sí. No existe tal cosa como el divorcio. De hecho, otro versículo de la Biblia que está en el Antiguo Testamento dice: “¡Porque aborrezco el divorcio!” dice el Señor, el Dios de Israel. “Divorciarse de tu esposa es abrumarla con crueldad”, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. “Guarda, pues, tu corazón; no seas infiel a tu mujer.” (Malaquías 2:16)

Hay otras Escrituras qué enseñan lo mismo, qué el matrimonio liga hasta la muerte (I Co. 7:39). El matrimonio es válido hasta la muerte. Después qué uno de los dos muera, Dios da el privilegio de casarse de nuevo. Pero todo matrimonio es designado ser un contrato de vida, roto sólo por la muerte.

Bajo la Ley Mosaica, violación del pacto de matrimonio era castigado por muerte (Lev. 20:10). Bajo la Gracia se suspendió la pena de muerte y el violador dado una oportunidad de arrepentirse. Esto se ejemplificó cuando Cristo perdono a la mujer tomada en el adulterio (Juan 8:1-11).

EL DIVORCIO PERMITIDO BAJO LA LEY; PERO BAJO LA GRACIA, SÓLO POR UNA CAUSA

Cuando los fariseos vinieron a Jesús tentándole, le preguntaron si era lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa (Mr.10:2).  Jesús concedió de qué bajo la Ley de Mosaica se permitió esto (Mr. 10:3-6), pero sólo por causa de la dureza de sus corazones. Debido a esta dureza de corazón, Dios había dicho, “Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos” (Ez. 20:25). La ley del divorcio no era buena, pero Dios se los dio como era la provisión mejor que pudo hacerse bajo las circunstancias. Pero del principio Dios no quiso esto. Dios nunca sanciono el divorcio salvo por la causa de fornicación. Los fariseos estaban más interesados en la concesión de Moisés de Deuteronomio 24:1-4, que en el mandamiento de Dios registrado en Génesis 2:24. Ellos estaban rechazando el diseño original de Dios para el matrimonio que es, un hombre con una esposa por vida.

Jesús desaprobó el divorcio. Ya qué sabemos qué la persona está ligada por la ley del compañero matrimonial hasta la muerte, ¿porqué hizo esta excepción Jesús? Esta declaración se puede entender en la luz de Deuteronomio 22:13-21. Aquí la ley declara que si un hombre toma una mujer para su esposa y él descubre que los símbolos de su virginidad faltan, ella es condenada a muerte. El verso siguiente (22) también agrega que la  violación de los votos del matrimonio era castigado por muerte.

Por la comisión de este pecado, el violador del voto matrimonio perdía la vida. Así, si la pena de la ley se efectuaba, el compañero culpable del matrimonio murria. El punto significante para notar en esta conexión es que la muerte rompe la atadura de matrimonio. Si la gente realizara que el matrimonio se disuelve sólo por la muerte, serán más lentos para casarse. También lo pensarían bien antes de entrar en un pecado que pudiera arruinar la felicidad de su matrimonio. Acordémonos qué el matrimonio sólo puede romperse por razón de fornicación

Las Escrituras indican que ningún divorcio es reconocido por el Señor a menos que uno de los compañeros sea culpable de fornicación. Una pareja, divorciada por razones qué no son bíblicos, son considerados como se todavía estuvieran casados en la vista de Dios (Mat. 19:9). Una persona casada, en tomar otra esposa o esposo comete adulterio, porqué ya está casado. Cuando un hombre toma una mujer divorciada, cuyo matrimonio no fue roto por causa de fornicación, el está tomando una mujer casada; en otras palabras, el está tomando la esposa de otro hombre. Dios todavía cuenta ese matrimonio válido hasta que se roto por causa de fornicación. Así que, ninguna persona debe de pensar de divorciarse por causa de embriagases, deserción, crueldad, falta de sostenimiento, incompatibilidad o por cualquiera otra razón, salvo por un adulterio persistente, llamado fornicación.

LA FORNICACIÓN ROMPE EL MATRIMONIO Y PERMITE DIVORCIO

Cuando Jesús dijo que no se permitía el divorcio “Salvo por causa de fornicación,” la palabra fornicación es la palabra Griega “Porneia,” el termino que se usa para prostitución. Esta palabra en el Griego se usa para fornicario y también prostituta. Lo que el Señor estaba diciendo era, a menos que la esposa practicara prostitución o a menos que el esposo fuera un fornicario, el divorcio no se puede permitir.

Un cuidadoso estudio del uso de la palabra “fornicación” en las Escrituras,  revela que es la palabra inclusiva. Todo adulterio es fornicación, pero no toda fornicación es adulterio. Adulterio, generalmente hablando, se refiere al acto en que por lo menos uno de las personas es casada. Fornicación, por otra parte, puede incluir relaciones ilícitas de personas solteras, adulterio, incesto, homosexualidad, sodomía, u otras perversiones.

En los Diez Mandamientos, “No cometerás adulterio” abarca todos los pecados sexuales. Los Diez Mandamientos no solo prohibía la inmoralidad entre casados, pero, también se  prohibía el mismo pecado entre personas no casadas. Esto se ve claramente en la referencia en Judas 7, en el juicio sobre Sodoma por sus perversiones. Igualmente, cuando los apóstoles le escribieron al los gentiles “que se aparten...de fornicación” (Hch. 15:20), está claro que no se referían sólo a personas solteras pero a la Iglesia entera. En la Biblia la palabra adulterio se usa por un solo hecho de sexo ilícito, mientras la palabra fornicación se usa por un curso adulterio o prostitución.

Perdido en el debate sobre la cláusula de excepción el hecho de que, independientemente de lo que signifique “infidelidad conyugal”, es una concesión para el divorcio, no un requisito para ello. Incluso cuando el adulterio está comprometido, una pareja puede, por la gracia de Dios, aprender a perdonar y comenzar a reconstruir su matrimonio. Dios nos ha perdonado de mucho más. Seguramente podemos seguir su ejemplo e incluso perdonar el pecado de adulterio (Efesios 4:32). Sin embargo, en muchos casos un cónyuge no se arrepiente y continúa en la inmoralidad sexual. Ahí es donde posiblemente se puede aplicar Mateo 19:9.

Aunque Dios permite el divorcio por razón de fornicación, Él no lo demanda o lo requiere. Jesús nunca ordenó, ni hay en la Biblia una  sola declaración, que un matrimonio se debe romper por cualquier pecado o cualquier causa. El Señor si permite el divorcio por causa de fornicación, prosecución  por uno de los compañeros, ¡pero él no lo demanda!

¿POR  QUÉ  LLEVA  UNA  PENALIDAD  DAN  SEVERO  LA  VIOLACIÓN  DEL  PACTO MATRIMONIAL?

En estos días cuando las normas morales son tan bajas, es  posible que algunos pensaran que la penalidad por el pecado de fornicación es demasiado severa. Realmente la penalidad está de acuerdo con la gravedad el pecado.

1. La violación del voto del matrimonio es una traición de la confianza más sagrada de la vida humana.

2. Es una violación de una ley Divina.

3. Destruye la santidad del matrimonio y el hogar.

4. Es un pecado contra el cuerpo, el templo del Espíritu Santo.

5. Envuelve la posibilidad de traer a un niño ilegítimo a este mundo.

6. La violación de la ley del matrimonio comúnmente resulta en arruinando la felicidad de otras personas inocentes.

La Biblia deja muy claro que Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16) y que la reconciliación y el perdón deben marcar la vida de un creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32). Sin embargo, Dios reconoce que ocurrirá el divorcio, incluso entre Sus hijos. Un creyente divorciado y/o vuelto a casar no debe sentirse menos amado por Dios, incluso si el divorcio y/o el nuevo matrimonio no están cubiertos por la posible cláusula de excepción de Mateo 19:9.

La frase “y se casa con otra” (Mateo 19:9) indica que el divorcio y el nuevo matrimonio están permitidos en una instancia de la cláusula de excepción, cualquiera que sea la interpretación. Es importante tener en cuenta que solo la parte inocente puede volver a casarse. Aunque no se indica en el texto, parecería que la concesión para volverse a casar después del divorcio es la misericordia de Dios para aquel contra quien se pecó, no para el que cometió la inmoralidad sexual. 

 

 

 

WHAT DOES THE BIBLE SAY ABOUT DIVORCE

Matthew 19:3-9; I Corinthians 7:10-16

The church is not only the Body of Christ, but it is also the Bride of Christ (Rev. 19:7-9). This twofold relationship was foreshadowed in the Garden of Eden when Eve, taken from the body of Adam, became his bride. Marriage then is a type of the relationship between Christ and His Bride. It is an institution divinely ordained of God and should be regarded as holy even as the church’s relationship to Christ is holy. Thus the command is given en Eph. 5:25-27).

Divorce has rapidly increased until now approximately one marriage out of five ends in divorce. Among the reasons for this increase of divorces is a decrease in the influence of the Bible and Bible standards of living, a decrease in sex morality, the feminist movement with its emphasis on the independence of women, and the increase in the percentage of people who come to adulthood and marriage without any discipline in the home, without respect for authority.

When people are converted and set out to live according to the standards of the Bible, divorces decrease. The Bible teaches that marriage should never be broken except by death, that the only legitimate reason for divorce is continued adultery, that is, fornication, and that Christian people can readjust wrecked happiness, re-grow marital love. The home where there is disagreement, quarreling, broken vows, abuse, and even hatred, can be made into a happy home by the grace of God.

MARRIAGE IS A LIFETIME CONTRACT

In the teaching of Jesus on the question of marriage and divorce, several plain facts stand out, facts that should not be forgotten or overlooked.

1. One comes to marriage leaving father and mother and all else. The husband is to “cleave to his wife”.

2. Of man and wife it is said, “The two shall be one flesh.” A man and wife actually become one. A husband and wife literally become one in the bodies of their children. In a normal and happy marriage, man and wife become a part of each other in a spiritual sense so that breaking the marriage is like rending the body apart. In their thoughts, customs, aims, enjoyment, hopes, and interests a man and wife become one.

3. God Himself seals every marriage, making it official and binding. People are not always wise in their marriage choices. They do not always do right to marry. Whether the marriage is good or bad, God Himself seals it and joins the husband and wife together. God makes every marriage binding. So the Lord says, “What therefore God hath joined together, let not man put asunder.”

The Bible has two verses on divorce and remarriage, Deuteronomy 24:1-4, Matthew 19:4-6.  If there is a conflicting verse between the Old and the New Testament, the New Testament verse will take president. The New Testament is the moral rule that the church should follow.

What the Bible says about divorce is clear, if two Christians are married to each other. There is no such thing as divorce. In fact, another verse in the Bible which is in the Old Testament says, “For I hate divorce!” says the Lord, the God of Israel. “To divorce your wife is to overwhelm her with cruelty,” says the Lord of Heaven’s Armies. “So guard your heart; do not be unfaithful to your wife.” (Malachi 2:16)

Other Scriptures bear out the same teaching that marriage is binding until death (I Cor. 7:39). After one’s mate dies, God gives the privilege of marrying again. But all marriage is intended to be a lifetime contract broken only by death.

Under the Mosaic Law, violation of the marriage covenant was punishable by death (Lev. 20:10). Under the time of Grace, the death sentence was suspended and the violator was given a chance to repent. This was exemplified in Christ’s pardoning of the woman taken in adultery (Jn. 8:1-11).

DIVORCE PERMITTED UNDER THE LAW; BUT, UNDER GRACE, FOR ONLY ONE CAUSE

When the Pharisees came to Jesus tempting Him, they asked if a man could put away his wife for every cause (Matt. 19:3) Jesus conceded that under the Mosaic Law this was permitted, but only because of the hardness of their hearts. Because of this hardness of heart, God had said, “I gave them statutes that were not good” (Ezek. 20:25). The divorce law was not good, but God gave it to them as it was the best provision that could be made under the circumstances. But from the beginning, God did not intend this. God never sanctions divorce except for the cause of fornication.

Jesus disapproved of divorce. Since we have been told that a person is bound by the law of the marriage partner until death, why did Jesus make this exception? This statement may be understood in the light of Deuteronomy 22:13-21. Here the law declares that if a man takes a woman for his wife and he discovers that the tokens of her virginity be lacking, she is to be condemned to death by stoning. The following verse (22) also added that violation of the marriage vows was punishable by death.

By the commission of this sin, the violator of the marriage vow forfeited life. Thus, if the penalty of the law were carried out, the guilty partner of the marriage died. The significant point to note in this connection is that death breaks the bond of marriage.

If people will accept the honest position that marriage is to be dissolved only by death, they will be slower to marry. They will also be slower to go into sin which might ruin the happiness of marriage. But marriage is not to be broken for any reason but fornication.

The Scriptures indicate that no divorce is recognized by the Lord unless one of the mates has been guilty of fornication. A couple, divorced on unscriptural grounds, is still regarded as married in God’s sight (Matt. 19:9). A married person in taking another wife or husband commits adultery because he is already married. When a man takes a divorced woman whose marriage was not broken by fornication, he is taking a married woman. God still counts the marriage binding until it is broken by fornication. No one should ever plan to get a divorce for drunkenness, nonsupport, cruelty, desertion, incompatibility, or for any reason other than for persistent adultery, called fornication.

FORNICATION BREAKS THE MARRIAGE AND ALLOWS DIVORCE

When Jesus said there should be no divorce “except it be for fornication,” we have to fully understand what the sin of fornication is. The word for fornication is the Greek word “Porneia,” the term for whoredom. The word, in the Greek, has the same root as does the word for whoremonger and the word for a harlot. So what Jesus meant to say was that unless the wife played the harlot, or unless the husband were a whoremonger, divorce should not be sought nor granted.

A careful checking of the use of the word “fornication” in the Scriptures shows that it is an inclusive word. All adultery is fornication, but not all fornication is adultery. Adultery, generally speaking, refers to an act in which at least one of the persons is married. Fornication, on the other hand, may include illicit relations of unmarried persons, adultery, incest, homosexuality, sodomy, or other perversions.

In the Ten Commandments, “Thou shalt not commit adultery” covers all sexual sins. The Ten Commandments not only forbids immorality on the part of married people but also rebukes the same sin by unmarried people. This is clearly seen in the reference in Jude 7, to the judgment on Sodom for its perversions. Likewise, when the apostles wrote to the gentiles “to abstain...from fornication” (Acts 15:20), it is clear that they were not referring just to unmarried persons but to the whole Church. In the Bible, the word adultery is used for a single act of illegitimate intercourse, while the word fornication is used for a course of whoredom or harlotry.

Lost in the debate over the exception clause is the fact that, whatever “marital unfaithfulness” means, it is an allowance for divorce, not a requirement for it. Even when adultery is committed, a couple can, through God’s grace, learn to forgive and begin rebuilding their marriage. God has forgiven us of so much more. Surely we can follow His example and even forgive the sin of adultery (Ephesians 4:32). However, in many instances, a spouse is unrepentant and continues in sexual immorality. That is where Matthew 19:9 can possibly be applied.

Though God permits divorce for fornication, He does not require it. Jesus never commanded, nor is there any statement in the Bible, that marriage necessarily ought to be broken for any sin or any cause. The Lord permits divorce for fornication, that is whoredom by one of the mates, but He does not demand it.

WHY DOES VIOLATION OF THE MARRIAGE COVENANT CARRY SO SEVERE A PENALTY?

These days when moral standards are so low, it is possible that some may think that the penalty for the sin of fornication is too severe. Actually, the penalty is in keeping with the seriousness of the sin.

1. Violation of the marriage vow is a betrayal of the most sacred trust of human life.

2. It is a violation of Divine law.

3. It destroys the sanctity of the marriage and the home.

4. It is a sin against the body, the temple of the Holy Ghost.

5. It involves the possibility of bringing into the world an illegitimate child.

6. The violation of the marriage law usually results in ruining the happiness of other innocent persons.

The Bible makes it abundantly clear that God hates divorce (Malachi 2:16) and that reconciliation and forgiveness should mark a believer’s life (Luke 11:4; Ephesians 4:32). However, God recognizes that divorce will occur, even among His children. A divorced and/or remarried believer should not feel any less loved by God, even if the divorce and/or remarriage is not covered under the possible exception clause of Matthew 19:9.

The phrase “and marries another” (Matthew 19:9) indicates that divorce and remarriage are allowed in an instance of the exception clause, whatever it is interpreted to be. It is important to note that only the innocent party is allowed to remarry. Although not stated in the text, it would seem the allowance for remarriage after divorce is God’s mercy for the one who was sinned against, not for the one who committed the sexual immorality.