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EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Friday, April 4, 2025

DEMASIADO TARDE

 Jeremías 8:19-22, Génesis 7:16

La Palabra de Dios advierte claramente que existen dos peligros, que el inconverso desprecie la oportunidad de salvación y que aquellos que conocen las cosas de Dios vivan negligentemente con la falsa confianza de que al final Dios les dará una oportunidad de corregir sus vidas.

El pueblo se había negado a creer el mensaje divino de Jeremías, así que Dios tuvo que enviar un enemigo del norte para juzgarlos. Rodeados por estas tropas, las cosechas en el exterior estaban listas para ser cosechadas. Pero no pudieron cosecharlas, y como dentro de la ciudad se morían de hambre, las cosechas se pudrían en los campos. El verano había terminado y la cosecha se había agotado. El tiempo se les había acabado. El pueblo de Dios había tocado fondo; ahora se encontraban en un estado de desesperanza. La situación se resume bien en las palabras de Jeremías: “Terminó el verano, pasó la siega, y no hemos sido salvados” (8:20).

Jeremías había dedicado todas sus energías a advertir al pueblo que pusiera orden en su casa, pero estaban demasiado ocupados disfrutando de los placeres del mundo; demasiado tercos para arrepentirse de sus pecados. Y ahora era demasiado tarde,  la puerta de la oportunidad se había cerrado. Cuando Dios cierra la puerta, esto indica que su paciencia se agotado.

Uno de los errores más graves que una persona puede cometer es dejar para después aquellas cosas que deben hacerse hoy, en el momento presente. El refrán popular, “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, contiene una gran verdad.

Un miembro le preguntó a su pastor cuándo debía hacer las paces con Dios. El pastor reflexionó un momento y luego dijo: “Un momento antes de morir”. “Pero, pastor”, protestó el miembro, “¡no sé cuándo moriré!”. “Exactamente”, respondió el pastor. “¡Hazlo ahora!”

CUANDO LA PUERTA SE CIERRA

El concepto de "El Cierre de Puertas" en la Biblia a menudo simboliza el fin de una oportunidad o el juicio divino. Este tema está presente en toda la Escritura, ilustrando tanto la soberanía de Dios como su interacción con la humanidad. Hay personas que viven negligentemente con la falsa confianza de que al final Dios les dará una oportunidad de corregir sus vidas.

El cierre de puertas también significar separación espiritual. En respuesta a la pregunta sobre cuántos serían salvos, Jesús dijo:Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois." (Lucas 13:24-25). La imagen de una puerta que se cierra es una imagen de una oportunidad que se acaba; la puerta de la oportunidad se ha cerrado.

Cuando Dios cierra la puerta, esto indica que su paciencia se agotado. Dios es un Dios de paciencia. Pedro escribió: “…cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas, es decir, ocho personas, fueron salvadas por agua” (I Pedro 3:20). Pedro también declaró: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (II Pedro 3:9).

En todas las épocas, Dios ha demostrado su paciencia y longanimidad con el hombre pecador, y continúa haciéndolo hoy. Pero, como llegó el tiempo del diluvio, llegará el momento en que la paciencia de Dios llegará a su fin. Después de que Pedro hizo esa declaración acerca de que la longanimidad de Dios era la razón por la que el Señor aún no había regresado, dijo: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche” (II Pedro 3:10). Cuando Dios cierra la puerta, significa que su paciencia ha llegado a su fin.

El hecho de que Dios cierre la puerta indica que su predicación ha sido rechazada. La paciencia de Dios permitió que Noé predicara unos ciento veinte años, pero cuando el hombre continuó rechazando esa predicación, llegó el momento en que Dios detuvo la predicación y cerró la puerta. Cuando se haya cerrado la puerta de la oportunidad de obedecer al evangelio, será demasiado tarde.

HUIR DEL PELIGRO CUANDO YA ES MUY TARDE:

Las cosas que se deben hacer hoy, no se pueden hacer mañana. En seguida consideremos unas cosas que algunas personas desean hacer fuera de tiempo y por lo tanto, sin ningún provecho.

Un caso que ilustra muy vívidamente este error es el de los Egipcios (Éxodo 14:23-28), cuando se encontraron en medio del Mar Rojo. Ellos habían estado persiguiendo a los Israelitas durante la noche. Al amanecer, cuando ellos se encontraban en medio del Mar, Dios los trastorno gravemente quitándoles las ruedas a sus carros y haciendo que las aguas volviesen sobre ellos. Fue entonces que ellos dijeron: “Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los Egipcios” (v-25).

Posiblemente quisieron reparar sus carros en ese momento, pero las aguas ya se estaban volviendo violentamente sobre ellos. En ese momento quisieron recorrer toda la jornada de una noche en un instante. ¡Era demasiado tarde!

Lamentablemente, así es con algunas personas. Viven sus vidas, dando rienda libre a sus deseos y pasiones sin tener en mente que un día van a morir y tener que dar cuenta a Dios (Eclesiastés 11:9). No logran ni aprovechan la bendiciones que Dios les ofrece en la vida. Cuando por fin, desean huir del peligro, es demasiado tarde.

Algunos, en lugar de evitar el peligro, prefieren provocarlo como Sansón y después tratando hurí de él, terminan siendo sus víctimas, siendo tragados por el Mar, como los Egipcios.

QUERER SERVIR CUANDO YA ES MUY TARDE:

En el capítulo 14 de Números se menciona algo muy interesante que ilustra esto. Cuando los doce espías regresaron de reconocer la tierra prometida, el pueblo de Israel creyó a los diez espías que dieron unos informes negativos, y a los dos que dieron un informe positivo, por poco los matan. El pueblo se rebelo contra Moisés y esto disgusto grandemente a Dios.

Los diez espías que trastornaron la fe del pueblo perecieron de una plaga que Dios les envió. Entonces el pueblo de Israel deseo ir a pelear en Horma, contra los Amalecitas y los Cananeos. Ellos dijeron a Moisés: “Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová…” (v-40). Moisés les respondió: “No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros…” (v-41).

Quisieron servir a Dios cuando ya Dios no los quería. Los Israelitas subieron a pelear contra sus enemigos y fueron grandemente avergonzados. No se dieron cuenta que no podían servir a Dios cuando ya Dios no los quería.

Hay algunas personas que son indiferentes al servicio de Dios mientras lo pueden hacer. Pueden servir a Dios, pero no lo hacen. Tienen talentos, pero no los usan. Tienen fuerzas, pero tampoco las usan. Lo triste es que cuando desean hacerlo, es demasiado tarde.

REFLEXIONANDO CUANDO YA ES MUY TARDE:

Hay algunas personas que únicamente se detienen a pensar seriamente en las cosas que han hecho hasta que ya están en medio del problema. Cuando Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas, dijo: “He aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?” (Génesis 25:32). Sin embargo, después que la vendió: “…deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuro con lagrimas” (Hebreos 12:17).

Judas le dijo a las autoridades Judías, con relación a Cristo: “¿Que me queréis dar, y yo os lo entregare? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata” (Mateo 26:15). Sin embargo después exclamo: “Yo he pecado entregando sangre inocente” (Mateo 27:4). ¡Si tan solo se pensaran las cosas despacio antes de hacerlas!

BUSCANDO LA SALVACION CUANDO YA ES MUY TARDE:

Saúl había sido rechazado por Dios por causa de su desobediencia. Ahora lo buscaba incansablemente, pero era ya demasiado tarde: “Y consulto Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueño, ni por urim, ni por profetas” (I Samuel 28:6).

Las cinco vírgenes fatuas le dijeron al esposo: “¡Señor, señor, ábrenos!” (Mateo 25:11). Este les respondió: “de cierto os digo que no os conozco” (v-12).

El cierre de puertas en la Biblia sirve como un poderoso símbolo de juicio divino, oportunidades perdidas, separación espiritual y la voluntad soberana de Dios. Estos ejemplos nos recuerdan de la importancia de la preparación, la obediencia y la confianza en el tiempo y los planes perfectos de Dios. Sería una tragedia si al final de nuestras vidas se cumplieran las tristes palabras de Jeremías: “Pasó la siega, terminó el verano, y no somos salvos”.

 

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