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EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Friday, January 31, 2014

EL DÍA DE SAN VALENTÍN


“Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones…Porque las costumbres de los pueblos son vanidad…” (Jeremías 10:2-3)

El día 14 de Febrero se le llama por algunos “El Día de los Enamorados”, pero históricamente es conocido como el día de “San Valentín”. En cualquier enciclopedia y casi en cualquier diccionario, vemos que el Cupido romano era el mismo Eros griego, símbolos ambos, del amor sensual. Cupido fue dios de los romanos y esto explica el que la Institución Católica Romana lo haya puesto en el calendario Gregoriano, sólo que con el nombre de “San Valentín,” el 14 de Febrero, haciendo una mezcla de religiones paganas.

En la religión griega fueron rejuveneciendo al dios Eros, hasta que llegó a ser un infante en la época helénica. Las palabras “erotismo” y “erótico” vienen precisamente de la palabra griega “eros” y el principal centro de culto de este dios fue en Boeotia, Thespiae, donde se celebraban en su honor las “Erotidias” (Grandes orgías con desenfrenos sexuales eróticos de todo tipo), pero también compartió un santuario con Afrodita (diosa griega de la fecundidad, la belleza y el amor), en la parte norte de la Acrópolis de Atenas y esto no nos extraña, dado que dicha diosa griega era su madre (madre de Eros o Cupido) y que al igual que éste, ha tenido distintos nombres, según el país que las ha adoptado. Así, en la historia encontramos a Eros como hijo de Astarot, hijo de Iris, hijo de Afrodita, hijo de Venus, etc. Es que madre e hijo han sido representados a través de los siglos por distintas culturas y en maneras distintas y similares.

Así también, vemos a Eros como el dioses eslavo Yarilo y Kupala (Yarilo viene del adjetivo yari que significa ardiente, apasionado, incontrolable). Encontramos el culto a Yarilo profundamente arraigado entre paganos eslavos, hasta finales del siglo 18; éste era el dios de la primavera y la fertilidad y por ello, honrado en la primavera, durante la siembra. En Inglaterra se comenzó a popularizar la celebración y el envío de tarjetas de San Valentín en el siglo 14, a causa de que el poeta Geoffrey Chaucer, mencionó que es en Febrero 14 cuando los pájaros comienzan aparearse. Los jóvenes ingleses todavía acostumbran en esta fecha intercambiar cartas anónimas llenas de requiebros y sátiras y cabe mencionar que la palabra inglesa “sow” significa “sembrar” y “hacer travesuras juveniles”, en lo que vemos también la relación de los dioses Yarilo y Kupala (dioses de la siembra) con el Valentín de las travesuras juveniles. Kupala significa bañar y en el mes de junio, los eslavos se bañaban en los ríos, y ahogaban a su ídolo al ponerse el sol o lo quemaban. En el culto a Kupala era esencial la adoración a árboles y este mismo dios era adorado por los Serbios, quienes sólo lo quemaban.

Así podemos darnos cuenta de la verdadera identidad del “Valentín” o “Cupido” que viene  siendo el mismo hijo de la diosa Afrodita, o Astarot (Jueces 2:13-14; 10:6), o Semiramis, o Diana; esta última representada, igual que su hijo, con un arco y flechas, conociéndosele como la diosa de los bosques y las cacerías (La Diana Cazadora). Esto de las flechas de Cupido, tiene varias historias que también han variado según la cultura, historias que se resumen en una relación incestuosa y por demás anormal entre madre, hijo y nuera, en la que interviene el corazón, simbolizando el amor profano.

El amor sexual siempre ha sido los ingredientes esenciales en la observancia del Día de San Valentín. Esto era cierto en la  Roma antigua, durante la Edad media, y es cierto hoy. Además, la fecha de a mediados de febrero de esta observancia no se ha cambiado. Sólo el nombre se ha cambiado, siendo que el 14 de febrero es la víspera del festival romano originalmente llamado Lupercalia.

El Valentine de los días romanos fue menos refinado que su celebración moderna. Después del sacrificio de cabras y un perro, los sacerdotes, llamados Luperci, tradicionalmente corrían, en dos grupos, un curso marcado alrededor de la ciudad durante este día, escasamente vestido sólo en fajas de piel de cabra y llevaban tiras de piel de cabra con la cual ellos golpeaban a mujeres para quitarles su infertilidad. Las tiras llevaba el nombre de "Februa", una palabra relacionada con Februare, “purificar,” por tanto el día fue llamado “Februatus” y el mes Febuarius.

El Lupercalia era, o se hizo, relacionado con la lupa legendaria (lupus-lobo latino) quién amamantó Remus y Romulus, los fundadores epónimos de Roma; y "el lobo" era un sinónimo en Roma para una mujer sexualmente disponible. Entonces el día se hizo relacionado con Venus, la diosa del amor sexual. El hijo de Venus, Cupido también desempeñó un papel importante en este banquete de amor.

La mitología romana asigna a madre e hijo el poder de infundir la pasión a la gente, y con su poción de amor ellos también tenían el poder de hacer el amor cesar.  Cupido es interpretado a menudo disparando flechas a los corazones de las víctimas desventuradas. Por lo general desnudo, con alas  y armado con un arco y flecha, Cupidos todavía son pintados en tiempos modernos en las tarjetas de San Valentín.

Como bien se puede imaginar, un festival indecente de sexo y amor era popular entre las masas de Roma. La iglesia cristiana, por otra parte, no tenía ningún deseo de perpetuar Lupercalia y así intentaron de desarraigar esta fiesta de amor. Pero el intento se encontró con el fracaso. La población pagana del Imperio, así como muchos cristianos recientemente convertidos, siguió su observación.

Finalmente la iglesia decidió que la única manera que podría ser manejada este asunto era dejar que la gente del Imperio, incluyendo miembros de la iglesia, que seguirán guardando el banquete de Lupercalia, pero rededicarlo con otro objetivo. Esta política de compromiso religioso se utilizó muy efectivamente por los primeros padres de la iglesia católica.

Una vez que los emperadores romanos abrazaron el cristianismo, el crecimiento de iglesia se hizo explosivo. A fin de convertir rápidamente el pueblo pagano, la iglesia sintió que no podía ser duro con los futuros miembros. Algunos líderes de la iglesia razonaron que si el cristianismo debía conquistar el mundo, esto podría hacerse mejor por relajando lo que el mundo percibió como principios demasiado rígidos de las enseñanzas de Cristo.

Otra manera efectiva de ganar miembros fue de mezclar e incorporar creencia y practicas paganas con practicas cristianas, sincretismo. Viendo que las masas no podían ser persuadidas a abandonar muchas de sus costumbres supersticiosas, el intento se hizo para agregar conceptos cristianos a las fiestas supersticiosas. El desarrollo histórico de la iglesia cristiana muestra que, para casi cada ceremonia pagana, algún rito cristiano fue introducido.

Por lo tanto, a partir de 496 D.C., el populacho romano todavía podía llegar a su fiesta de amor, ya no dedicado a Venus, la diosa del amor, pero a la Virgen María y los santos. El Lupercalia fue oficialmente bautizado “El Día de San Valentín.” La atención de las masas en cada 14 de febrero debía ser centrada ahora en los santos cristianos. La gente todavía podría echar suertes para sus 'Valentinos', pero con los nombres de santos escritos en ellas en su lugar.

El nombre fue elegido porque los archivos de la iglesia del tercer siglo manifestaban que ya había una tradición acerca de cierto presbítero llamado Valentín que se había casado parejas en secreto contra el edicto del Emperador Claudius II y que había sido ejecutado por hacerlo. El había sido elevado a la canonización, y como sucedió, su día de conmemoración fue el 14 de febrero, el mismo día de Lupercalia. De este modo Gelasivs, obispo de Roma, oficialmente Cristianizo Lupercalia y lo renombro “Día de San Valentín.” 

Cuando los protestantes entraron en la escena, San Valentín cayó en el fondo, ya que los protestantes no tienen el concepto de que los santos son dignos de celebración. La gente volvió al escoger de los nombres de jóvenes y jovencitas ordinarios que se elegían compañeros para la celebración. Los santos y el cristianismo nunca se habían hecho una parte principal del festival.

Cupido estaba todavía allí. También los corazones con las flechas. Todavía se escogía nombres como la oportunidad dirigiera, el día era todavía el día romano original y era tan popular como siempre. A finales de la Edad Media mucho folclore se desarrolló, como la creencia que se dijo que aves apareaban el 14 de febrero. También se sostuvo que la primera persona del sexo opuesto que uno encontraba en la mañana del Día de San Valentín se convertiría en su futuro cónyuge. Las pociones de amor eran considerados especialmente potentes en este día. 

Al participar en las prácticas de San Valentín o Cupido, aunque hayan sido modificadas por el paso de los años y se presenten dulces y románticas, estamos desagradando a Dios, así como cuando se disgustó con la gente que sirvió a Astarot (Jueces 10:6-7). Si decimos que servimos al Dios verdadero, más vale que lo hagamos teniendo en cuenta I Samuel 7:3:Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos.”


SAINT VALENTINE’S DAY


“Thus saith the Lord, Learn not the way of the heathen…For the customs of the people are vain…” (Jeremiah 10:2-3)

February 14 is called by some, Valentine's Day, but it is historically known as the day of Saint Valentine. In any encyclopedia and almost in any dictionary, we see that the Roman Cupid was the same Greek Eros, symbols both, of sensual love. Cupid was a god of the Romans and this explains why the Roman Catholic Institution put it in the Gregorian calendar, only with the name of “Saint Valentine,” on February 14, doing a miscellany of pagan religions.

In the Greek religion they were rejuvenating the god Eros, until he became an infant in the Hellenic era. The words “eroticism” and “erotic” come precisely from the Greek word “Eros”, and the main center of worship of this god was in Boeotia, Thespiae, where they celebrated in his honor  the "Erotidias" (great orgies with erotic sexual frenzies of all kinds), but he also shared a sanctuary with Aphrodite (Greek goddess of fertility, beauty and love), in the northern part of the Acropolis of Athens, and this does not surprise us, given that this Greek goddess was his mother (mother of Eros or Cupid) and as this one, he has had different names, according to the country that have adopted them. Thus, in history we find Eros as the son of Ashtaroth, son of Iris, son of Aphrodite, son of Venus, etc. And it is that mother and child have been represented through the centuries by different cultures and in different and similar ways.

In similar fashion, we see Eros as the Slavonic gods Yarilo and Kupala (Yarilo comes from the adjective yari that means ardently, passionately, uncontrollably). We find the worship of Yarilo deeply established among Slavonic pagans, until the end of the 18th century; this was the god of spring and of fertility and for this reason he was honored in the spring, at planting time. The celebration and the sending of cards of Saint Valentine became popular in England in the 14th century; because the poet Geoffrey Chaucer, mentioned that it is on February 14 when the birds begin to mate. English youth still accustomed on this day the exchanging of  anonymous letters full of flirtatious remarks and satires, and it is noteworthy to mention that the English word "sow" means "seeding" and “ to do juvenile escapades ”, this is also what we see in relation with the gods Yarilo and Kupala (gods of sowing) with the juvenile escapades of Valentine. Kupala means to bathe and in June, the Slavs would bathe in the rivers, and would drown their idol when the sunset or they would burn it. The worship of trees was essential in the worship of Yarilo and this same god was worshiped by the Serbian, who only burned it.

This way we can realize the real identity of Valentine or Cupid who is the same son of the goddess, Aphrodite or Ashtaroth (Judges 2:13-14; 10:6), or Semiramis, or Diana; the latter is represented, as her son, with a bow and arrow, known as the goddess of the forest and the hunt (Diana the Warrior). About Cupid's arrows, this has several stories which have also varied according to culture, histories that are summed up in an incestuous relationship and abnormal between mother, son and daughter-in-law, in which the heart intervenes, symbolizing the profane love.

Sexual love has always been the essential ingredients in the observance of Valentine’s Day. This was true in ancient Rome, during the Middle Ages, and it is true today. Moreover, the mid February date of this observance has not changed. Only the name has changed, since February 14 is the eve of the Roman festival originally called Lupercalia.

The Valentine of Roman days was less refined, however, than its modern celebration. After sacrifice of goats and a dog, the priests, called Luperci, traditionally ran, in two bands, a marked course around the city on this day, scantily dressed only in goatskin girdles and carrying strips of goat skin with which they struck women to take away their infertility. The strips bore the name “Februa,” a word connected with Februare, “to purify,” hence the day was called “Februatus” and the month Februarius.

Lupercalia was, or became, connected with the legendary she-wolf (Latin lupus-wolf) who suckled Remus and Romulus, the eponymous founders of Rome; and “wolf” was a synonym in Rome for a sexually available woman. So the day became connected with Venus, goddess of sexual love. Venus’ son Cupid also played an important part in this love feast.

Roman mythology ascribes to mother and son the power to instill passion in people, and with their love potion they also had the power to make love cease. Cupid is often portrayed shooting arrows into the hearts of hapless victims. Usually naked, winged and armed with a bow and arrow, Cupids are still portrayed in modern times on Valentine cards.

As can be well imagined, a bawdy festival of sex and love was popular with the masses of Rome. The Christian church, on the other hand, had no desire to perpetuate Lupercalia and so tried to uproot this love feast. But the attempt met with failure. The pagan population of the empire, as well as many recently converted Christians, continued its observation.

Eventually the church decided that the only way this matter could be handled was to let the people of the empire, including members of the church, continue keeping the Lupercalia feast, but to rededicate it for another purpose. This policy of religious compromise was used quite effectively by the early Catholic Church fathers.

Once the Roman emperors embraced Christianity, church growth became explosive. In order to quickly convert the pagan populace, the church felt it could not be hard on prospective members. Some church leaders reasoned that if Christianity was to conquer the world, it could best do so by relaxing what the world perceived as too rigid principles of the teachings of Christ.

Another effective way of gaining members was to blend and incorporate popular pagan beliefs and practices with Christian ones, syncretism. Seeing that the masses could not be persuaded to relinquish many of their superstitious customs, the attempt was made to add Christian concepts to the superstitious feasts. The historical development of the Christian church shows that, for almost every pagan ceremony, some Christian rite was introduced.

So, beginning with A.D. 496, the Roman populace could still come to their love feast, no longer dedicated to Venus, the goddess of love, but to the Virgin Mary and the saints. The Lupercalia was officially christened “Saint Valentine’s Day.”  The attention of the masses on each February 14 was now to be centered on Christian saints. People could still draw lots for their “Valentines,” but with the names of saints written on them instead.

The name was chosen because third century church records already revealed a tradition about a certain presbyter named Valentine who had married couples secretly against the edict of Emperor Claudius II and had been executed for doing so. He had now been elevated to sainthood, and as it happened, his day of commemoration was February 14, the same day as Lupercalia. So Gelasivs, bishop of Rome, officially Christianize Lupercalia and renamed it “Saint Valentine’s Day.”

When the Protestants came on the scene, Saint Valentine fell into the background, since Protestants did not hold to the concept that saints are worthy of celebration. People went back to drawing the names of ordinary young men and women choosing themselves partners for the celebration. Saints and Christianity had never become a major part of the festival.

Cupid was still there. So were the arrowed hearts. Lots were still drawn as chance directed, the day was still the original Roman day and it was as popular as ever. In the late Middle Ages a lot of folklore developed, such as the belief that birds were said to mate on February 14. It was also held that the first person of the opposite sex one encountered on the morning of Valentine’s Day was to become one’s future spouse. Love potions were considered especially potent on this day.


To participate in the practices of Valentine’s Day or Cupid, although they have been modified over the years and candies and romantic cards are given, we are displeasing God, as well as when He was upset with the people who served Ashtaroth (Judges 10:6-7). If we say that we serve the true God, it is best that we do so taking into account I Samuel 7:3: Then Samuel spoke to all the house of Israel, saying, “If you return to the Lord with all your hearts, then put away the foreign gods and the Ashtaroth from among you, and prepare your hearts for the Lord, and serve Him only; and He will deliver you from the hand of the Philistines.” 

Sunday, January 26, 2014

COMO TRATAR CON EL RECHAZO



”Subirá cual renuevo delante de el, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.” (Isaías 53:2-3)

Todos hemos experimentado el rechazo en un tiempo u otro en nuestras vidas. Esos tiempos cuando, por ninguna razón evidente, alguien se voltea en contra nosotros o hacen un comentario cruel. Algunos de los rechazos más dolorosos en la vida vienen de experiencias que pasamos cuando éramos niños. El rechazo sufrido en los años tempranos a menudo establece el tono para la vida entera de una persona. Cuando alguien quien tenemos en estima, tal como un pariente o un buen amigo nos rechaza, pueden surgir sentemos de que no somos amados, que somos indignos, inútil, o insignificantes. Nunca fue la intención de Dios que lucharemos con sentimientos de baja auto-estima o rechazo. En cambio, Él quiere que entendamos que tenemos valor y somos importantes, no por quien somos en este mundo, pero, debido a que Él nos creó y pertenecemos a Él. (Salmos 100:3).

Aprendiendo como responder al rechazo correctamente es esencial si vamos a experimentar el gozo y la paz que Cristo quiere que tengamos en nuestras vidas. En Génesis, Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen…” (1:26). Una verdad básica para tratar con el rechazo es recordarnos que somos hecho en la imagen de Dios. Nada nos puede separarnos de Su amor y cuidado. Las personas que luchan con sentimientos profundos de rechazo se les hace difícil imaginar como es que Dios les puede amar tan fácilmente. Pero nuestro valor no se basa en una escala humana. Se basa en el amor incondicional de Dios.

Cuando acepta Su muerte en la cruz como pago por sus pecados (Juan 3:16), se vuelve en un hijos de Dios. Usted se une a Su familia, y ahora su vida tiene un valor eterno (Rom. 11:17). No hay nada más que usted  pueda hacer para ser mas digno. Y, no hay nada que alguien puede decir de usted  que cancelara el amor de Dios para usted.

¿QUE SON LOS EFECTOS DEL RECHAZO EN NUESTRA VIDA?

Desafortunadamente, no nos podemos escudarnos del rechazo. El rechazo es destructivo solo cuando lo hacemos interno y le permitimos que tome un lugar en nuestro sistema de creencia. A Satanás le encanta echarle más combustible, periódicamente a los fuegos de sentimientos de bajo-estima con diferentes formas de rechazo, por ejemplo; un jefe que nunca puedes agradar, un padre que solo alaba cuando saca buen calificaciones, o un amigo que lo ignora cuando están en una fiesta.

No podemos evitar el rechazo porque no podemos controlar la manera que la gente se siente de nosotros. Algunos nos van a querer automáticamente; otros nos rechazaran sin razón. Pero, es cuando dejamos de aceptarnos a nosotros mismos, que el rechazo tiene una puerta abierta a nuestras emociones.

Los resultados son desastrosos, un sentido de indignidad, una falta de aceptación de si mismo, y una incapacidad de formar relaciones saludables. Nos sentimos indignos y pensamos que otros nos ven de la misma manera. Si se deja la cosa así, el rechazo va controla sus actitudes, acciones, y también su relación con Dios y otros.

La manipulación y el deseo de controlar a otros son los instrumentos claves de una persona quien se siente rechazado. Muchas veces cuando una persona lo rechaza, ellos quieren que usted actúe de cierta manera. Por usar el rechazo, lo manipulan hasta que tus acciones están de acuerdo con sus deseos.

La única manera de combatir el rechazo es comprender su posición en Jesucristo. Su valor, y quien eres, no es determinado por esos alrededor de usted. Cuando usted basa su valor propio en lo que otros dicen de usted, usted mismo se esta poniendo en un lugar de posible rechazamiento. Usted tiene que aprender amarse a si mismo y aceptarse por quien eres. Usted es único.

En Su primera Epístola, Pedro escribe a un grupo de creyentes que luchaban con la persecución y el rechazo profundo. Tratando de instilar un sentido de esperanza en esos que leerán su carta, Pedro les dice de su valor en el reino de Dios: I Pedro2:10 “Ustedes antes no eran nadie, pero ahora son pueblo de Dios, ustedes no habían alcanzado su misericordia, mas ahora han conocido su misericordia.”

ALGUNOS PONTOS IMPORTANTES QUE DEBERIAMOS SABER DEL RECHAZO

Hay muchas características que pueden ayudarnos identificar cuando una persona esta luchando con sentimientos de rechazo. El rechazo resulta cuando las necesidades básicas humanas no se satisfacen. Por ejemplo, todos tenemos la necesitad básica de ser aceptados. Estos son unos de las características que son comunes al rechazo.  

1. El miedo de opiniones de otros.                                               2. Sentimientos de inferioridad

3. Perfeccionismo                                                                            4. Sospechoso de toda cosa buena hecho para Ud.

5. Dificultad en confiar en Dios                                                    6. Dificultad en confiar en otros.

7. Depresión severa y pensamientos de suicidio                                   8. Mucho énfasis en valores materiales

9. La verificación misma que busca prueba de su mismo valor.                                10. El enojo.

11. Sobre énfasis en el vestido y apariencia.                               12. Un espíritu critico.
               
13. Apariencia dominante.                                                             14. Aislamiento impuesto por si mismo.

QUE OCASIONA EL RECHAZO

Las causas del rechazo varían. Una palabra dicha  por un padre sin pensar, se puede percibir en tal manera que experimentamos una vida de rechazo. Formas obvias de rechazo incluyen mental, físico, y sexual.  El divorcio es una causa principal de rechazo. Muchas personas que se han divorciado encuentran que es difícil comenzar otra vez sus vidas. Luchan con sentimientos de fracaso y baja auto-estima. Una muerte o el abandono de un padre también conducen a sentimientos de rechazo. La culpabilidad de fracasos pasados y la crítica de otos son las avenidas de rechazo. ¿Qué eventos importantes en su vida han ocasionado que usted experimente rechazo?

Nosotros somos los únicos que podemos parar los efectos horribles del rechazo. Mientras Dios proporciona las herramientas espirituales, debemos escoger usarlos. En cualquier momento que dejamos que el rechazo establezca una posición en nuestras vidas, nuestra auto-estima sufre. Encontramos que es  difícil perdonarnos a nosotros mismos y a otros. En cambio, retenemos recorres porque alguien dijo algo que nos ofendió o lastimo.
Los sentimientos de resentimiento y amargura de una falta de perdón  solo alimentan una imagen pobre de si mismo. Pida a Dios que le muestre la gente que usted necesita perdonar. Talvez, le han lastimado profundamente pero en perdonarlos, te estas librando para recibir el perdón de Dios y restauración en su propia vida.

¿COMO SE PUEDE TRATAR EL RECHAZO?

Para tratar con éxito el rechazo se requiere honestidad y una buena voluntad de llegar a la raíz del problema que es una opinión pobre de nuestro mismo valor. Nunca podemos basar nuestro valor en la opinión de otros. Si lo hacemos, seguramente sufriremos desilusión y rechazo.

Solo Dios puede satisfacer todas sus necesidades. Él es su todo en total en cada situación. Usted pertenece a Él. Usted ocupa un lugar especial en Su corazón, Él te ama y tiene cuidado de usted.

Jesús sabía que después de Su muerte habría largo, momentos oscuros de confusión y persecución para Sus discípulos. Por lo tanto, Él preparo una manera que ellos pudieran sentir Su presencia siempre. Ellos nunca tenían que perder su sentido de pertenecer, porque Él envió Su Espíritu, el consolador, a ellos.

La palabra “consolador” en el Nuevo Testamento significa “estar al lado de uno,” ofrecer asistencia, ser una defensa y un abogado.  Jesús era esto a Sus discípulos. Él les dejo a ellos y a nosotros con el don eterno de Su Espíritu para que podemos saber que nunca estamos solos. El nos dice in Mateo 28:20: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin.”  En  San Juan 15:16 nos dice que Dios nos ha elegido personalmente. Isaías 49:16 dice que tu nombre esta esculpida en las palmas de Sus manos. Él promete ser su fortaleza, su suficiencia y su redentor.

Somos capaces para trabajar, vivir, y disfrutar la vida a cause del poder que es nuestro en Jesucristo. La próxima vez que sienta el rechazo:

1. Identifique la fuente del rechazo y los sentimientos que le acompañan.

2. Reafirme su posición con respecto a quien eres. Dígale a Dios exactamente lo que sientes. Sepa que Él comprende su dolor de rechazo y Él usara cada prueba para acercarlo más a Él.

3. Recuerde la verdad inmutable que usted es amado incondicionalmente, aceptado, y completo en  Cristo.

Jesús sufrió la forma última de rechazo. Él fue mofado; fue escupido, amenazado y finalmente puesto a muerte. Su vida entera era una ofrenda de sacrificio, de perdón, aceptación, y amor incondicional. Todavía aún por donde quiera que Él fuera, se enfrentaba con rechazo. Pero la opinión que los hombres tenían de Él nunca alteró Su enfoque. Nunca pudo dañar lo que Él sabia que era verdad. La victoria sobre el rechazo del mundo era de Él. Él no necesitaba la aprobación del mundo.

Siempre recuerde que Dios lo ama y tiene cuidado de usted. La victoria es suya el momento que usted aplica las verdades de la Palabra de Dios a su vida. Usted no necesita la aprobación del mundo ni su favor. Todo lo que usted siempre necesitara se ha provisto para usted mediante Jesucristo. Usted puede descansar en Su suficiencia y estar contento en saber que Su gracia es para siempre suya.

Mientras usted se acerca mas a Él, Él lo cambiara y lijara de usted esas áreas ásperas de su vida.  Pero Él nunca lo rechazara. Cuando usted viene a Él, usted encontrara la alegría y felicidad que anhela. En Él usted puede siempre estar seguro de Su amor y aceptación.      

      



HOW TO HANDLE REJECTION



 “For He shall grow up before Him as a tender plant, And as a root out of dry ground. He has no form or comeliness; And when we see Him, There is no beauty that we should desire Him. He is despised and rejected by men, A man of sorrows and acquainted with grief. And we hid, as it were, our faces from Him; He was despised, and we did not esteem Him.” ( Isaiah 53: 2-3)

We have all experienced rejection in our lives at one time or an other. Those times when, for no apparent reason, someone turned against us or made some thoughtless comment. Some of life's most painful rejection comes from childhood experiences. Rejection suffered in our early years often sets the tone for a person's entire life. Whenever someone that we hold in esteem, such as a parent or close friend rejects us, feelings of being unloved, unworthy, useless, or insignificant can arise. God never intended for us to struggle with feelings of low self-esteem or rejection. Instead, He wants us to understand that we have value and worth not because of who we are in this world, but because He created us and we belong to Him. (Psalms 100:3).

Learning the correct way to respond to rejection is essential if we are to experience the joy and peace that God wants us to have in our lives. In Genesis, God said: "… Let Us make man in Our image …" (Genesis 1:26). A basic truth in handling rejection is that you know that you were made in the image of God. Nothing can separate us from His love and care. People struggling with feelings of deep rejection find it hard to imagine how God can love them so easily. But, our worth is not based on a human scale. It is based on God's unconditional love.

When you accept His death on the cross as payment for your sins (John 3:16), you become a child of God. You are grafted into His family, and your life has an eternal worth. (Romans 11:17). There is nothing you can do to become more worthy. And there is nothing anyone can say about you that will cancel God's love for you.

WHAT ARE THE EFFECTS OF REJECTION IN OUR LIVES?

Unfortunately, we cannot shield ourselves from rejection. Rejection is only destructive when we internalize it and allow it to creep into our belief system. Satan loves to fuel the fires of low self-esteem with periodic forms of rejection, for example; a boss you can never please, a parent who only praises straight A's on your report card, or a friend who ignores you at a party.

We cannot avoid rejection because we cannot control the way people feel about us. Some will like us automatically; others may reject us without reason. But, it is when we fail to accept ourselves, that rejection has an open door to our emotions.

The results are disastrous, a sense of unworthiness, a lack of self-acceptance, and an inability to build healthy relationships. We feel unworthy and we think others see us in the same way. If left unchecked, rejection will control our attitudes, actions, and even our relationship with God and others.

Manipulation and a desire to control others are key instruments of a person who feels rejected. Many times when a person rejects you, they want you to perform a certain way. By using rejection, they manipulate you until your actions line up with their desires.

The only way to combat rejection is to gain a strong understanding of your worth. Who you are, is not determined by those around you. Anytime you base your self-worth on what other people say about you, you set yourself up for rejection. You have to learn to like your self and accept yourself for who you are. You are unique.

In his first epistle, Peter writes to a group of believers struggling with persecution and deep rejection. Trying to instill a sense of hope in those who will read his letter, Peter tells them of their value in the kingdom of God: I Peter 2:10 “Once you were nobody. Now you are God’s people. At one time no one had pity on you. Now God has treated you with kindness.”

WHAT ARE SOME DIFACTS THAT WE SHOULD KNOW ABOUT REJECTION?

There are many characteristics that can help identify when a person is struggling with feelings of rejection. Rejection is a result of basic human needs not being met. For example, each of us has the basic need to be accepted. The following are some characteristics that are common in rejection.

1. Fear of opinions of others                                              2. Feelings of inferiority
   
3. Perfectionism                                                                  4. Suspicious of anything nice done for you

5. Difficulty in trusting God                                              6. Difficulty in trusting others

7. Severe depression and thoughts of suicide                8. Over-emphasis on material values

9. Self verification — seeking proof of self-worth         10. Over-emphasis on dress and appearance

11. Anger                                                                                12. A critical spirit

13. Domineering appearance                                             14. Self-imposed isolation

WHAT CAUSES REJECTION?

There are many causes for rejection. A thoughtless, seemingly harmless word spoken by a parent can be perceived in such a way that we experience a lifetime of rejection. Obvious forms of rejection include mental, physical, and sexual.

Divorce is a leading cause of rejection. Many divorced people find it difficult to begin life over after divorce. They struggle with feelings of failure and low self-esteem. A death or abandonment of a parent also leads to feelings of rejection. Guilt of past failures and the criticism of others are avenues of rejection. ¿What major events in your life have caused you to experience rejection?

We are the only ones who can stop the horrible effects of rejection. While God provides the spiritual tools, we must choose to use them. Anytime rejection gains a foothold in our lives, our self-esteem suffers. We find it hard to forgive ourselves and others. Instead, we hold grudges because someone said a thoughtless remark.

Feelings of resentfulness and bitterness from a lack of forgiveness only feed a poor self-image. Ask God to show you the people you need to forgive. They may have hurt you deeply; but by forgiving them, you are freeing yourself to receive God's forgiveness and restoration in your own life.

HOW CAN WE DEAL WITH REJECTION?

Dealing successfully with rejection requires honesty and a willingness to get to the root of the problem which is a poor view of our self-worth. We can never base our worth as a person on the opinion of others. If we do, we are sure to suffer disappointment and rejection.
Only God can meet all your needs. He is your all in all in every situation. You belong to Him. You hold a special place in His heart; He loves you and cares for you.

Jesus knew that after His death there would be long, dark moments of confusion and persecution for His disciples. Therefore, He prepared a way for them to sense His presence forever. They never had to lose their sense of belonging because He sent His Spirit, the comforter, to them.

The word comforter in the New Testament means to come along side another, to offer aid, to be a defense and an advocate. Jesus was this to His disciples. He left them and us with the eternal gift of His Spirit that we might know we are never alone. He tells us in Matthew 28:20: “I will be with you always.”

John 15:16 tells us that God has personally chosen you. Isaiah 49:16 says that your name is etched in the palms of His hands. He promises to be your strength your sufficiency and your redeemer.

We are capable to work, live, and enjoy life because of the power that is ours in Jesus Christ. The next time rejection comes:

1. Identify the source of the rejection and the accompanying feelings.

2. Reaffirm your position as to who you are. Tell God exactly what you are feeling. Know that He understands the heartache of rejection and He will use every trial to draw you closer to Him.

3. Recall the unchanging truth that you are unconditionally loved, accepted, and complete in Christ.

Jesus suffered the ultimate form of rejection. He was mock; spat on, threatened, and finally put to death. His entire life was a sacrificial offering of forgiveness, acceptance, and unconditional love. Yet everywhere He went, He faced rejection. But man's view of Him never altered His focus. It could never damage what He knew to be true. Victory over the world's rejection was His. He did not need the world's approval.

Always remember that God loves and cares for you. The victory is yours the minute you apply the truths of God's Word to your life. You don't need the approval of the world or its favor. All you will ever need has been provided for you through Jesus Christ. You can rest in His sufficiency and be content in knowing that His grace is forever yours.

As you draw closer to Him, He will change you and sand away those rough areas of your life. But He will never reject you. When you come to Him, you will find the joy and happiness that you are longing for. In him you can always be confident of His love and acceptance.


Sunday, January 19, 2014

¿QUE ES LO QUE DIOS ESPERA DE NOSOTROS?


Marcos 12:28-34: “Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios.”

Es en el área de lo que Dios espera de nosotros que habido uno de los más grandes áreas de diferencias de opinión entre varias perspectivas religiosas a través de los tiempos. Antes que el Judaísmo llego a ser prominente, la mayoría de las religiones en el mundo antiguo no proclamaron lo que los dioses tuvieron expectativas morales de la gente. La expectativa principal era que la gente les pagaría homenaje con sacrificios. En el caso de los dioses Griegos muchos de ellos se comportaban de maneras que aun ellos estaban lejos de la moral, aun teniendo amoríos sexuales con mortales. Ellos también frecuentemente se ocupaban en actos de decepción el uno contra el otro. Los dioses egipcios mostraron características similares. Las diosas Cananitas de fertilidad eran adoradas por allegarse a las prostitutas de culto y tener sexo con ellas. Era en este contexto que el Judaísmo proclamo un Dios quien exigía fidelidad, honestidad y integridad sexual. ¡Esto era una manera radical de pensar para este tiempo!

LOS DIFERENTES PUNTOS DE VISTA DE HOY

Esta diferencia persiste hoy. Algunos pensamientos de la Edad Nueva nos volvería a estas perspectivas primitivas donde Dios es visto como demandando poco de la gente éticamente. Muchos de la fe islámica cree que Dios espera que sus seguidores se envuelvan en “guerras santas,” mientras que hay algunos en la iglesia Cristiana que dicen que Dios espera que seamos pacifistas. Ciertamente, aun dentro de la misma  iglesia cristiana ha habido una variedad de perspectivas sobre lo que Dios espera de nosotros en las áreas del cuidado personal (fumando, bebiendo, puntos sociales {el aborto, la guerra, pena de muerte}).

DIOS SE HA REVELADO 

Dios se ha revelado a nosotros en la Biblia para mostrarnos como Él es y también para  dejarnos saber lo que Él espera de nosotros. En el Antiguo Testamento, había un gran énfasis en proclamar lo que Dios esperaba mediante listas largas de reglas y regulaciones, cosas que hacer y acciones para evitar. A través del tiempo estas listas se hicieron más largas y más complicadas, por las interpretaciones de varios rabinos. Debido a esto, declaraciones mas concisas de lo que Dios esperaba tuvieron grade atracción. Se pueden encontrar tales declaraciones en ambos el Antiguo y Nuevo Testamentos (Miqueas 6:6-8; Santiago 1:27). En este pasaje, Jesús da el resumen mas importante de lo que espera de nosotros. Por mirar este pasaje podemos mejor evaluar lo que otros dicen de las expectativas de Dios en cuanto a nosotros.

Una de las conexiones mas consistentes hechos en el Nuevo Testamento es la conexión entre el amor de Dios y amar la gente alrededor de nosotros. Aquí, Jesús nos dice que el amar a Dios y amar a nuestro prójimo son los dos mas grandes mandamientos. En una historia en el Evangelios según San Mateo que es similar a esta, Jesús dice adicional mente, “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 22:40). Entonces en San Mateo 25, enseña lo que se puede pensar como el resultado de esta enseñanza, que mostrando amor a “uno de los menos” de las personas en necesidad alrededor de nosotros es igual que mostrar amor a Él (Mateo 25:31-46).  El apóstol Juan nos dice: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (I Juan 4:20)  Santiago nos dice que es inconsecuente que la misma boca bendiga a Dios y maldecid las personas alrededor de nosotros quien han sido hecho en Su imagen (Santiago 3:9). Lo que dice todo esto es que la persona religiosa de corazón frió, con la Biblia en la mano y un ceño en la cara, buscando a personas para juzgar y condenar, es claramente contrario a lo que Dios espera de nosotros.

La respuesta de Jesús comienza con el Shema (v-29) que esencialmente declara que el Señor es uno. Mientras esta declaración se parecería a una declaración teológica con poco que decirnos sobre lo que Dios espera de nosotros, no obstante tiene implicaciones. En el tiempo antes que el monoteísmo de Israel ganara una posición estable, se creía que cada nación tenía su propio dios por separado. El dios o dioses de una nación cuidaba la gente de esa nación contra la gente de otra nación, y si había un conflicto, el dios o dioses más fuerte ganaría. Este politeísmo por lo tanto era parte de la división entre la gente. Pero declarar que Dios es verdaderamente uno es también declarar que Dios es el Señor de todos nosotros. Eso significa que necesitamos tratarnos el uno al otro como hijos del mismo Dios, como familia.

Jesús entonces continúa y da lo que Él considero ser el más grande mandamiento: Que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas. Eso quiere decir, ¡con todo que somos! Esto es un amor que va más allá de servicio de labios. Cuando todo las atracciones que el mundo tiene que ofrecer pelean por primer lugar en nuestro corazón, necesitamos aclara que ese lugar esta reservado solo para Dios. Cuando personas tratan de usar argumentos intelectuales para crear duda y convertirnos en escépticos, necesitamos amar a Dios con todo nuestra mente. Cuando hemos corriendo aquí, allí y por todas partes hasta que nos agotamos, pero entonces nos convencimos que Dios nos esta llamando para hacer una cosa mas, necesitamos amar a Dios con toda nuestras fuerzas.

El mandamiento de amar a Dios de esta manera es inclusivo de varios mandamientos del Antiguo Testamento. La persona que ama a Dios no pondrá nada o nadie sobre Él (Ex. 204-6); ni se referirá a Dios en una manera irrespetuosa (Ex. 20:7). Amando a Dios también significa apartando un tiempo especifico de cada semana para adorarle y alabarle (Ex. 20:8-11).

El segundo mandamiento más importante de Jesús era que amaremos nuestro prójimo como nosotros mismos. Aquí  es significante señalar que este mandamiento asuma que una persona se ama a si misma. Sin embargo, esto no siempre es el caso. Algunas personas fueron criadas por padres o guardianes que nunca tenían algo bueno que decir de ellos, y en el proceso desarrollaron una opinión muy negativa de ellos mismos. Tales personas tienen un tiempo muy difícil amando a otros también. Como un ejemplo de esto, muchos asesinos sicópatas que son capturados quieren morir. La falta de valor que le ponen a las vidas de otros ha resultado de su falta de valorizar su propia vida. Lo que Dios nos llama hacer es valorizar cada vida que Dios ha creado como preciosa más allá de comparación, si esa vida es nuestra o de alguien más. Este respecto a la vida se basa en el primer mandamiento, el mandamiento de amar a Dios. Somos creación de Dios, obra de arte de Él. Amamos a Dios por atesorar Sus obras de arte.

La idea de que debemos amarnos a nosotros mismos origina con la  teología temprana Cristiana. La teología temprana Cristiana declaro que hay cuatro etapas de madurez cristiana. El primero es “amor de uno mismo por causa de uno mismo.” Este es la etapa donde la mayoría de la gente se encuentran, donde ellos están al centro de sus vidas, y su interés no alcanza mas allá de ellos mismos. La segunda etapa es “el amor a Dios por la causa de uno mismo.” Esta es la etapa donde muchos se permanecen, donde ellos aman a Dios porque creen que les beneficiara. Los llevara al cielo y le ayudara evitar el infierno. Este no es una etapa mala. Es donde muchos de nosotros comenzamos nuestra vida cristiana. Aún, no es la etapa más alta, tampoco. La tercera etapa es “amor a Dios por la causa de Dios.” Este es donde amamos a Dios, no simplemente por lo que Él puede hacer por nosotros, pero porque Dios sobre todo es digno de amor. Y aún, tan alto que sea esta etapa, hay una etapa más allá de esta. Esta ultima etapa es “amor de uno mismo por causa de Dios.” Esta etapa es encontrando un amor nuevo para nosotros mismos porque fuimos hechos por Dios como Su mas grande creación. Una vez que nos amemos, entonces debemos tener un amor igual para esos alrededor de nosotros, atesorándolos también como obras de arte de Dios.
Así como el mandamiento de amar a Dios es inclusivo de varios mandamientos, aun el mandamiento de amar nuestro prójimo como nosotros mismos resume e incluye una variedad de mandamientos también. Personas quien verdaderamente aman su prójimo honrara a su familia y sobre todo los padres que los criaron (Ex. 20:12). No asesinaran o harán actos de violencia (Ex. 20:13) o violaran su compromiso sexual a su cónyuge (Ex. 20:14), o tomaran lo que pertenece a su prójimo (Ex. 20:15), o mentir a su prójimo (Ex. 20:16), o resentirse por las bendiciones de su prójimo (Ex. 20:17). La gente hará estas cosas, no porque han estado meticulosamente siguiendo una lista de reglas, pero porque es la naturaleza del amor.

Si decimos que Dios espera que le amemos a Él y a nuestro prójimo, ¿Qué sucederá cuando faltamos en hacerlo? ¿Qué pasa a esos días cuando parece que todo va mal y estamos en un genio malhumorado y antes de que pensemos de ello estamos hablando palabras ásperas y duras a las personas que debemos amar? ¿Nos rechazara Dios entonces por nuestro fracaso? A pensar eso, pasmos por alto un factor muy importante en nuestra situación, que Dios es Él mismo la esencia de amor (I Juan 4:8). Si no pensamos que es muy amoroso saltar encima de alguien por cada fracaso, ¿Por que lo haría Dios, quien es la esencia de amor? Mas bien, Él ha provisto por nuestros fracasazo por amarnos y muriendo por nuestros para pagar la pena por nuestros fracasos morales.

Aprendiendo a amar significa aprender algunas cosas concretas que podemos hacer para expresar ese amor, ambos a Dios y a las personas alrededor de nosotros. No es suficiente sólo amar en el abstracto. Usted debe mostrar su amor para sus prójimos no solamente con palabras pero con hechos.


WHAT DOES GOD EXPECT OF US?


 Mark 12:28-34: “And one of the scribes came, and having heard them reasoning together, and perceiving that he had answered them well, asked him, Which is the first commandment of all? And Jesus answered him, The first of all the commandments is, Hear, O Israel; The Lord our God is one Lord: And thou shalt love the Lord thy God with all thy heart, and with all thy soul, and with all thy mind, and with all thy strength: this is the first commandment. And the second is like, namely this, Thou shalt love thy neighbour as thyself. There is none other commandment greater than these. And the scribe said unto him, Well, Master, thou hast said the truth: for there is one God; and there is none other but he: And to love him with all the heart, and with all the understanding, and with all the soul, and with all the strength, and to love his neighbour as himself, is more than all whole burnt offerings and sacrifices. And when Jesus saw that he answered discreetly, he said unto him, Thou art not far from the kingdom of God.”

It is in the area of what God expects of us that there has been one of the greatest areas of differences of opinion between various religious perspectives down through time. Before Judaism became prominent, most religions in the ancient world did not proclaim that the gods had moral expectations of people. The main expectation was that people would pay them homage with sacrifices. In the case of the Greek gods many of them behaved in ways that were far from moral themselves, even having sexual affairs with mortals. They also were often engaged in acts of deception against each other. Egyptian gods showed similar characteristics. The Canaanite fertility goddesses were worshipped by going in to cult prostitutes and having sex with them. It was in this context that Judaism proclaimed a God who demanded sexual fidelity, honesty and integrity. This was radical thinking for the time!

TODAY’S DIFFERENT VIEWS

This difference persists today. Some New Age thinking would return us to these primitive perspectives where God is seen as demanding little of people ethically. Many of the Islamic faith believe that God expects his followers to be involved in “holy wars,” while there are some in the Christian church that say that God expects us to be pacifists. Certainly, even within the Christian church itself there have been a variety of perspectives on what God expects of us in the areas of personal care (smoking, drinking, social issues {abortion, war, death penalty}).

GOD HAS REVEALED HIMSELF

God has revealed himself to us in the Bible both to show what He is like and to let us know what He expects of us. In the Old Testament, there was a greater emphasis on proclaiming what God expects through long lists of rules and regulations, things to do and actions to avoid. Over time these lists got longer and more complicated, through the interpretations of various rabbis. Because of that, concise summary statements of what God expects had great appeal. Such statements can be found in both the Old and New testaments (Micah 6:6-8; James 1:27). In this passage, Jesus gives the most important summary of what He expects of us. By looking at this passage we can better evaluate what others say about God’s expectations of us.

One of the most consistent links made in the New Testament is the link between loving God and loving people around us. Here Jesus tells us that to love God and to love our neighbors are the two greatest commandments. In a story in Matthew’s gospel that is similar to this one, Jesus further says, On these two commandments hang all the law and the prophets.” (Matt.22:40). Then in Matthew 25, He teaches what could be thought of as a result of this teaching, that showing love to “one of the least” of the people in need around us is the same as showing love to Him (Matt. 25:31-46). John tells us in I John 4:20, “If a man say, I love God, and hateth his brother, he is a liar: for he that loveth not his brother whom he hath seen, how can he love God whom he hath not seen?” James tells us that it is inconsistent for the same mouth to bless God and curse the people around us who were made in His image (James 3:9). What all of this says is that the cold-hearted religious person, with Bible in hand and scowl on face, looking for people to judge and condemn, is clearly counter to what God expects of us.

Jesus’ response begins with the “Shema,” (v.29) which essentially declares that God is one. While this statement may look like a theological statement with little to say about what God expects of us, it nevertheless has implications. In the time before Israel’s mono-theism gained a foothold, it was thought that each nation had its own separate god. A nation’s god or gods would care for the people of that nation against people of other nations, and if there was a conflict, the strongest god or gods would win. This poly-theism was hence part of the division between people. But to declare that God is truly one is to also declare that God is the Lord of us all. That means we need to treat each other as children of the same God, as family.

Jesus then goes on to give what He considered to be the greatest commandment: That we must love God with all our heart, soul, mind and strength. That means, with all we are! This is a love that goes far beyond lip service. When all the attractions that the world has to offer are fighting for first place in our heart, we need to make it clear that that place goes to God alone. When people try to use intellectual arguments to create doubt and turn us into skeptics, we need to love God with all our mind. When we have been running here, there and everywhere until we are exhausted, but then we become convinced that God is calling us to do one more thing, we need to love God with all our strength.

The command to love God in this way is inclusive of several Old Testament commands. The person who loves God will not put anything or anyone else above Him (Ex. 20:4-6); nor will they refer to God in a disrespectful way (Ex. 20:7), Loving God also means setting aside time each week to worship and praise Him (Ex. 20:8-11).

Jesus’ second most important command was that we love our neighbor as ourself. Here it is significant to point out that this command assumes that a person will love himself. That is not always the case, however. Some people were brought up by parents or guardians who never had anything good to say about them, and in the process they developed a very negative view of themselves. Such people have a very difficult time loving others as well. As an example of this, many psychotic killers who are caught want to die. The lack of value they place on the lives of others has come out of their lack of valuing their own life. What God calls us to do is to value each life, God has created, as precious beyond compare, whether that life is our own or someone else’s. This respect for life is based on the first commandment, the commandment to love God. We are God’s creations, God’s works of art. We love God by treasuring His works of art.

The idea that we must love ourselves goes back to early Christian theology. Early Christian theology stated that there are four stages of Christian maturity. The first is “love of self for self’s sake.” This is the stage where most people are, where they are at the center of their lives, and their concern does not reach far beyond themselves. The second stage is “the love of God for self’s sake.” This is a stage where many remain, where they love God because they believe it will benefit them. It will get them into heaven and help them avoid hell. This isn’t a bad stage. Its where many of us begin our Christian life. Still, it isn’t the highest stage, either. The third stage is “love of God for God’s sake.” This is where we love God, not just for what He can do for us, but because God above all else is worthy of love. And yet, as high as this stage is, there is a stage beyond this one. This last stage is “love of self for God’s sake.” This stage is finding a new love for ourselves because we were made by God as God’s greatest creation. Once we love ourselves, then we must have an equal love for those around us, treasuring them also as God’s works of art.

Even as the command to love God is inclusive of several commandments, so the command to love our neighbor as ourself summarizes and includes a variety of commandments as well. People who truly love their neighbor will honor their family and especially the parents who nurtured them (Ex. 20:12). They will not murder or do acts of violence (Ex. 20:13), or violate their sexual commitment to their spouse (Ex. 20:14), or take what belongs to their neighbor (Ex. 20:15), or lie to their neighbor (Ex. 20:16), or sit around resenting their neighbor’s blessings (Ex. 20:17). People will do these things, not because they have been meticulously following a list of do’s and don’ts, but because it is the nature of love.

If we say that God expects us to love Him and our neighbor, what happens when we fail to do so? What happens to those days when it seems everything is going wrong and we’re in a grouchy mood and before we even think about it we are speaking harsh, unloving words to the people we are supposed to be loving? Will God then reject us for our failure? To think that, overlooks one very important factor in our situation, that God is Himself the essence of love (I John 4:8). If we don’t think it’s very loving to jump all over someone for their every failure, why would God, who is the essence of love, do so? Rather, He has provided for our failure by loving us and dying for us to pay the penalty for our moral failures.

Learning to love means learning some concrete things we can do to express that love, both to God and to the people around us. It is not enough to just love in the abstract. You must show your love for your neighbors not only with words but with actions.