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EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Friday, October 29, 2021

LA VERDAD SOBRE LOS FANTASMAS

“No se encontrará entre ustedes... uno que use adivinación, un adivino, o un mago, o un hechicero, o un encantador, o uno que consulte a un fantasma o un espíritu familiar, o un nigromante. Porque todo el que hace estas cosas es abominación a Jehová” (Deut.18: 10-12).

¿Existe tal cosa como los fantasmas? La respuesta a esta pregunta depende del significado del término "fantasmas". Si el término significa "seres espirituales", la respuesta es "sí". Si el término significa "espíritus de personas que han muerto", la respuesta es "no". La Biblia deja en claro que hay seres espirituales, tanto buenos como malos. Pero la Biblia niega la idea de que los espíritus de los seres humanos fallecidos pueden permanecer en la tierra y "acechar " a los vivos. Hebreos 9:27 declara: "El hombre está destinado a morir una vez, y después de eso para enfrentar el juicio". Eso es lo que le sucede al espíritu - alma de una persona después de la muerte: el juicio. El resultado de este juicio es el cielo para el creyente (II Corintios 5: 6-8; Filipenses 1:23) y el infierno para el incrédulo (Mateo 25:46; Lucas 16: 22-24). No hay ningún intermediario.  No hay posibilidad de permanecer en la tierra en forma de espíritu como un "fantasma".

Las evidencias bíblicas muestran que no hay espíritu de los muertos deambulando por la tierra en forma espiritual. Nadie regresa a la tierra y hace apariciones después de la muerte. Jesús dejó este hecho bastante claro en Lucas 16:26. En el pasaje, un hombre rico que quería la oportunidad de regresar a la tierra desde el infierno y advertir a sus hermanos, sin embargo, Abraham le dice: "Y además de todo esto, entre nosotros y usted se ha solucionado un gran abismo, para que aquellos que quieran ir de aquí a ti no puedes, ni nadie puede cruzar de allí a nosotros”. El simple hecho es que nuestros seres queridos no van a regresar como apariciones en nuestros hogares después de que pasen. Se han ido a destino eterno. Si existen fantasmas, según la Biblia, no son los espíritus incorpóreos de los seres humanos fallecidos. Mientras que los ángeles y los demonios pueden recorrer nuestra tierra, Dios no permitirá que un ser querido fallecido regrese a este mundo.

La Biblia enseña muy claramente que de hecho hay seres espirituales que pueden conectarse y aparecer en nuestro mundo físico. Los espíritus a menudo se discuten a lo largo de las Escrituras. La Biblia identifica a estos seres como ángeles y demonios. Los ángeles son seres espirituales que son fieles al servir a Dios. Los ángeles son justos, buenos y santos. Los demonios son ángeles caídos, ángeles que se rebelaron contra Dios. Los demonios son malvados, engañosos y destructivos. Según II Corintios 11: 14-15, los demonios se hacen pasar por "ángeles de la luz" y como "siervos de la justicia".

El interés por lo paranormal se está volviendo cada vez más común. Los seres humanos son innatamente conscientes del mundo espiritual. Lamentablemente, en lugar de buscar la verdad sobre el mundo espiritual comunicándose con Dios y estudiando Su Palabra, muchas personas se dejan llevar por el mundo espiritual. Satanás se aprovecha de la ignorancia de las personas para victimizarlas. Los fantasmas usan su fuerza espiritual para dañar a la humanidad. En los tiempos actuales hay un predominio de demonios que afectan a la humanidad. Todos los fantasmas y demonios están controlados por Satanás.

Satanás dirige un gobierno paralelo contra Dios, que se conoce como el "reino de las tinieblas" (Colosenses 1:13). Aunque Satanás es sabio, él no es el Omnisciente que Dios es. Por lo tanto, falsifica todo en el reino de Dios para engañar a los santos y llevarlos a la adoración falsa.

Los fantasmas son espíritus demoníacos que están familiarizados con un entorno o familia en particular. Debido a que han estado en esa familia o entorno mucho más tiempo que incluso los humanos, también están "familiarizados" con la historia de la familia y el entorno, y por lo tanto pueden imitar a la (s) persona (s) que se disfrazan / disfrazan. No ignores los dispositivos de Satanás ni te dejes engañar por sus mentiras. "Las personas son destruidas por falta de conocimiento" (Oseas 4: 6).

Los fantasmas pueden tomar cualquier forma. Sin embargo, estas formas pueden cambiar, dependiendo de lo que el fantasma esté tratando de lograr. Por ejemplo, si el fantasma está tratando de intimidar, tomará una forma intimidante, mientras que si está tratando de engañar a una persona espiritual, puede tomar la forma de un ángel. También pueden tomar la forma de nuestros antepasados ​​difuntos, lo que engaña a los psíquicos y a las personas que acuden a los psíquicos para preguntar sobre los parientes fallecidos. Esto es cierto en casi todos los casos. Aparecer como un "fantasma" y hacerse pasar por un ser humano fallecido definitivamente parece estar dentro del poder y las habilidades que poseen los demonios.

¿Qué pasa con los casos en que los "fantasmas" actúan de manera "positiva"? ¿Qué pasa con los psíquicos que dicen convocar al difunto y obtener información verdadera y útil de ellos? Nuevamente, es crucial recordar que el objetivo de los demonios es engañar. Si el resultado es que las personas confían en un psíquico en lugar de Dios, un demonio estará más que dispuesto a revelar información verdadera. Incluso la información buena y verdadera, si proviene de una fuente con motivos malvados, puede usarse para engañar, corromper y destruir.

El término de la Nueva Era para estos espíritus son "energías positivas" o "buenos espíritus" y si los encuentros son severos lo llaman "energías negativas" o "energías oscuras" o "malos espíritus". En casos extremos, dirían que es una "entidad oscura" o un "demonio".

Se cree que estas energías son los espíritus de los muertos que están atrapados en el limbo, sin cruzarse a la luz. Se dice que estos espíritus permanecen en su casa o propiedad pasada o incluso se unen a un miembro de la familia. Esto se llama embrujado. Estos espíritus que acechan alrededor de las propiedades son, de hecho, demonios que toman las personalidades de una persona muerta, pero no son la persona muerta en sí.

Aunque lo embrujado es real, no hay limbo como lo están enseñando los de la Nueva Era y no hay purgatorio como lo enseña la Iglesia Católica. El alma de una persona va directamente al cielo o al infierno después de la muerte, sin regresar. Las almas de los muertos se encuentran dentro del confinamiento de la eternidad y su juicio, Hebreos 9:27; están limitados por las leyes de su destino (Lucas 16: 20-31).

Una de las escrituras más profundas sobre esto se encuentra en: Job 7: 9, “Como la nube se consume y se desvanece: así el que desciende a la tumba no volverá más. Job 7:10: "No volverá más a su casa, ni su lugar lo conocerá más". También en Eclesiastés 9: 5, “Porque los vivos saben que morirán; pero los muertos no saben nada, ni tienen ya una recompensa; porque el recuerdo de ellos se olvida. También su amor, y su odio, y su envidia, ahora perecieron; tampoco tienen una porción para siempre en nada que se haga bajo el sol".

Los fantasmas son demonios que se hacen pasar por personas muertas. Satanás y sus seguidores son mentirosos, con la intención de difundir la confusión, el miedo y la desconfianza de Dios. Si pueden convencer a los médiums, como la mujer de Endor (I Samuel 28), de que realmente se comunican con los muertos, esos demonios pueden alejar a muchos de Dios: “... para que Satanás no nos burle. Porque no desconocemos sus planes. (II Corintios 2:11)

La Biblia nos dice que existe un reino espiritual, invisible para los ojos humanos. Está poblado por Dios y sus ángeles, Satanás y sus ángeles caídos o demonios. A pesar de las afirmaciones de los no creyentes, no hay fantasmas deambulando por la tierra. Los espíritus de los humanos fallecidos habitan uno de dos lugares: el cielo o el infierno.

 

THE TRUTH ABOUT GHOSTS

“There shall not be found among you … one that useth divination, a soothsayer, or an enchanter, or a sorcerer, or a charmer, or one that consulteth a ghost or a familiar spirit, or a necromancer. For whosoever doeth these things is an abomination unto the LORD” (Deut.18:10-12).

Is there such a thing as ghosts? The answer to this question depends on what is meant by the term “ghosts.” If the term means “spirit beings,” the answer is “yes.” If the term means “spirits of people who have died,” the answer is “no.” The Bible makes it clear that there are spirit beings, both good and evil. But the Bible negates the idea that the spirits of deceased human beings can remain on earth and “haunt” the living. Hebrews 9:27 declares, “Man is destined to die once, and after that to face judgment.” That is what happens to a person’s soul-spirit after death—judgment. The result of this judgment is heaven for the believer (II Corinthians 5:6-8; Philippians 1:23) and hell for the unbeliever (Matthew 25:46; Luke 16:22-24). There is no in-between. There is no possibility of remaining on earth in spirit form as a “ghost.”

Biblical evidence show, there is no spirit of the dead roaming about the earth in spirit form. No one returns to earth and makes appearances after death. Jesus made this fact quite clear in Luke 16:26. In the passage a rich man who wanted a chance to return to earth from Hell and warn his brothers, however, Abraham tells him: “And besides all this, between us and you a great chasm has been fixed, so that those who want to go from here to you cannot, nor can anyone cross over from there to us.” The simple fact is that our loved ones are not going to return as apparitions in our homes after they pass. They have moved on completely. If there are such things as ghosts, according to the Bible, they are not the disembodied spirits of deceased human beings. While angels and demons can roam our earth, God is not going to allow a deceased loved one to come back into this world.

The Bible teaches very clearly that there are indeed spirit beings that can connect with and appear in our physical world. Spirits are often discussed throughout scripture. The Bible identifies these beings as angels and demons. Angels are spirit beings who are faithful in serving God. Angels are righteous, good, and holy. Demons are fallen angels, angels who rebelled against God. Demons are evil, deceptive, and destructive. According to II Corinthians 11:14-15, demons masquerade as “angels of light” and as “servants of righteousness.”

Interest in the paranormal is becoming increasingly common. Human beings are innately aware of the spiritual world. Sadly, instead of seeking the truth about the spirit world by communing with God and studying His Word, many people allow themselves to be led astray by the spirit world. Satan takes advantage of people’s ignorance in order to victimize them. Ghosts use their spiritual strength to harm humanity. In current times there is a predominance of demons affecting mankind. All ghosts and demons are controlled by Satan.

Satan runs a parallel government against God, which is known as the “kingdom of darkness” (Colossians 1:13). Even though Satan is wise, he is not the Omniscient that God is. Therefore, he counterfeits everything in the kingdom of God in order to deceive the saints into false worship.

Ghosts are demon spirits who are familiar with a particular environment or family. Because they have been in that family or environment far longer than even the humans, they are familiar with the history of the family and the environment as well, and so are able to mimic the person(s) they disguise/masquerade as. Do not be ignorant of Satan’s devices nor allow yourself to be taken in by his lies. “People are destroyed for lack of knowledge” (Hosea 4:6).

Ghosts can take up any form. These forms can however change, depending on what the ghost is trying to achieve. For example, if the ghost is trying to intimidate, it will take up an intimidating form, whereas if it is trying to fool a spiritual person it may take a form of an angel. They can also take the form of our departed ancestors thus misleading psychics and the people who come to psychics to enquire about departed relatives. This is true in almost all cases. Appearing as a “ghost” and impersonating a deceased human being definitely seem to be within the power and abilities that demons possess.

What about instances in which “ghosts” act in “positive” ways? What about psychics who claim to summon the deceased and gain true and useful information from them? Again, it is crucial to remember that the goal of demons is to deceive. If the result is that people trust in a psychic instead of God, a demon will be more than willing to reveal true information. Even good and true information, if from a source with evil motives, can be used to mislead, corrupt, and destroy.

The New Age term for these spirits is "positive energies" or "good spirits" and if the encounters are severe they call it a "negative energies" or "dark energies" or "bad spirits". In extreme cases, they would say it's a "dark entity" or a "demon." 

These energies are thought to be the spirits of the dead who are trapped in limbo, not having a crossover into the light. These spirits are said to linger in their past house or property or even attached themselves to a family member. This is called Haunted. These spirits lurking around properties are in fact Demons taking up the personalities of a dead person but are not the actual dead person themselves.

Though haunting is real, there is no limbo as the New Agers are teaching and there is no purgatory as the Catholic Church teaches. The soul of a person goes straight to heaven or hell after death, no coming back. The souls of the dead are set within the confine of eternity and their judgment, Hebrews 9:27; they are constrained by the laws of their destination, (Luke 16:20-31).

One of the most profound scripture on this is found in Job 7:9, “As the cloud is consumed and vanisheth away: so he that goeth down to the grave shall come up no more. Job 7:10, “He shall return no more to his house, neither shall his place know him anymore.” Also in Ecclesiastes 9:5, “For the living know that they shall die: but the dead know not anything, neither have they any more a reward; for the memory of them is forgotten. Also their love, and their hatred, and their envy, is now perished; neither have they any more a portion for ever in anything that is done under the sun.” 

Ghosts are demons posing as dead people. Satan and his followers are liars, intent on spreading confusion, fear, and distrust of God. If they can convince mediums, like the witch of Endor (I Samuel 28), that they actually communicate with the dead, those demons can lure many away from God: “…in order that Satan might not outwit us. For we are not unaware of his schemes.” (II Corinthians 2:11)

The Bible tells us that a spiritual realm does exist, invisible to human eyes. It is populated by God and his angels, Satan, and his fallen angels, or demons. Despite the claims of unbelievers, there are no ghosts wandering about the earth. The spirits of deceased humans inhabit one of two places: heaven or hell.

 

Friday, October 22, 2021

EL AGOTAMIENTO Y ESTRÉS EN EL PASTORADO

II Corintios 7:5-7; Salmos 9:9-10, 18:1-2 

El agotamiento puede hacer que renuncies a algo con lo que has estado apasionadamente comprometido

El agotamiento generalmente no se encuentra en personas perezosas. Los pastores que sufren agotamiento suelen ser siervos de Dios decididos, comprometidos, altruistas y un tanto idealistas. El agotamiento a menudo golpea a ministros que creen, se comprometen y sirven con todo su corazón, en el área hacia la que creen que Dios ha dirigido su compromiso y participación.

El agotamiento puede conducir a la depresión, el desánimo, el aislamiento, la fatiga crónica, la paranoia, volverse crítico y crítico de los demás, complejo de mártir, rechazo, complejo de mesías y falta de inspiración en su enseñanza o predicación. No han dejado de funcionar por completo, pero han perdido el entusiasmo para el ministerio; ellos cumplen con todos sus deberes y responsabilidades día tras día, pero con poca alegría, y con capacidad muy reducida para un servicio efectivo. No puede escapar a las crisis en el pastorado. Pero usted no tiene que ser una víctima.

Gran parte del problema proviene del hecho de que la mayoría de los pastores son, por naturaleza, idealistas. Usted espera demasiado de usted mismo, y de su congregación. Su congregación, a la vez, hace demandas enormes de usted. Por consiguiente, el pastorado a veces puede ser tortuoso.

La congregación son los críticos más duros del pastor. Los miembros  miran a su pastor como una especie de padre ideal, todo-sabio, omnisciente, un líder, solucionista de problema, trabajador incansable y un ejemplo perfecto. Nadie puede medir a la altura de dichas estándares. El problema con muchos pastores es que ellos tratan de ser todo lo que la congregación espera. Y la parte loca es que sería mucho más simple y más eficaz para ayudar su congregación verlo como un ser humano. Muchos pastores se dejan caer en un círculo vicioso. Ellos tratan de ser perfectos. Finalmente se sienten que ya no son tan efectivos como antes y se atemorizan. La congregación siente este temor.

Es un hecho comprobado que el miedo alimenta el estrés. Gastamos una tremenda cantidad de energía reprimiendo nuestro temor, escudándonos. ¿Qué teme usted, el rechazo, desilusionar a la gente, ser vulnerable, Ser impotente? Tememos la confrontación, el fracaso, ser herido, etc. Es natural preocuparse de estas cosas. Pero cuando los dejamos tomar el control, esto trae el estrés. Para un pastor, este estrés puede hacer que sea extremadamente difícil de tratar con eficacia a cualquier crisis, en casa o con la iglesia.

Hay pastores que temen a la crítica, son tan temerosos de no ser necesitados, que se sobrecargan para mantenerse ocupados. Aún tienen temor de delegar cualquier responsabilidad. Piensan que van a perder su autoridad. Incluso podrían negarse el tiempo de vacaciones por temor que la iglesia pueda descubrir que puede funcionar sin ellos.

El agotamiento, es “la enfermedad del sobre comprometido,” viene como el resultado del estrés crónico. Cada Pastor tiene un nivel de estrés diferente; es un punto donde el estrés se vuelve perjudicial. El secreto es reconocer las señales del estrés. Cada pastor debería encontrar su nivel de estrés, y cuando sientes que estás cerca de ello, has un alto y cambia de paso. ¿Cómo puede saber cuándo se ha metido “sobre su nivel”? Estas son algunas señales comunes:


1. Su cuerpo comienza a rechazar nueva información. Usted no oye mucho de lo que se le dice, y no se recuerda mucho de lo que oyes. Usted está sobrecargado.

 

2. Pérdida de opciones. Su horizonte mental se le cierra; usted tiene el problema viendo opciones alternativas de acción.

 

3El insomnio la incapacidad crónica de dormir.

 

4. Inhabilidad de cambiar modelos dañosos. Cuando usted está bajo el estrés por demasiados cambios, puede parecer demasiado complicado para decir “no” a demandas adicionales. Usted encuentra que es más fácil simplemente amontonarse más compromisos.  

 

5. La fatiga. Cuando está bajo mucho estrés, su cuerpo pide más descanso y sueño más de lo normal. ¡Cede y descanse!


6. La depresión. Esto es normalmente relacionado con el cambio o la pérdida de alguien o algo cercano a usted sin tomarse el tiempo para lamentar su pérdida. El estrés puede precipitar la depresión.

 

7. La enfermedad física. El Estrés altera todo tu sistema glandular, le sube la presión de la sangre, y mantiene los sistemas del cuerpo en un estado de lucha / huida de tensión.  Este estado constante de desorden le hace vulnerable a todo desde catarros y dolores musculares a úlceras, infartos y enfermedades cardiovasculares.

El estrés es un estado del agotamiento físico, emocional y mental que se caracteriza por la depreciación física y fatiga crónica, los sentimientos de impotencia y desesperación, y por el desarrollo de un auto concepto negativo y actitudes negativas hacia el trabajo, la vida y otra gente. Algunas señales del agotamiento son:


1. La  energía disminuida. El mantener su paso de antes se hace cada vez más difícil.

 

2. Los sentimientos de fracaso en su llamado como pastor.

 

3. El insomnio. La incapacidad crónica de dormir.

 

4. El sentido reducido de recompensa a cambio por invertir tanto de usted mismo en el trabajo o en un proyecto.


5. El sentido de impotencia y la inhabilidad de ver una salida de problemas.


6. El cinismo y la negatividad de usted mismo, otros, el trabajo y el mundo en general.

LAS CUATRO ETAPAS QUE CONDUCE AL AGOTAMIENTO


1. El Entusiasmo

 

2. El Estancamiento

 

3. La Frustración

 

    Un sentido de ser inadecuado de llevar a cabo lo que necesita ser hecho, y las dudas sobre si vale la pena o no todo el esfuerzo. Esta etapa puede ser un punto decisivo. Puedes ascender nuevamente al entusiasmo y eficacia nueva o descender a la cuarta etapa.

 

4. La apatía y la indiferencia crónica que caracterizan el agotamiento completo.

COMO TRATAR CON EL ESTRÉS


1. Aprenda A Planear

 

    Demasiados proyectos en marcha simultáneamente conducen a la confusión, el olvido y la sensación persistente de las tareas no completadas. Ponga sus deberes en la orden de prioridad. Entonces tome sólo una o dos proyectos a la vez y trabaja en ellos hasta terminarlos.  

 

2. Acepte Sus Limitaciones

 

El pastor nunca podrá ser perfecto, entienda esto, y acéptelo. Si no terminarás sintiéndose inadecuado, no importa lo bien que usted realice. Sólo establezca metas alcanzables para usted.   

 

3. Enfrentando Temores

 

    Los temores no desaparecen; simplemente se cargan más sobre nosotros. Cuando usted enfrenta sus temores, usted esa en el camino para librarse de la carga. Pero admitir el temor es difícil para algunos pastores, simplemente porque se supone de alguna manera que pastores son “sobre todo esto.”

 

4. Diviértase

 

     No es un pecado que usted se divierta. Todos, incluyendo el pastor necesita escapar las presiones del trabajo y relajarse y divertirse. La risa tiene tremendos poderes sanadores. Tome tiempo para reír.

 

5. Tenga Una Actitud Positiva Hacia Las Personas Y La Vida

 

     Trate de evitar criticar a otros. En cambio, elógielos. Enfóquese en sus características buenas. Le volverán el favor.

 

6. Practiqué El Perdón Y La Tolerancia

 

  Cuando tratamos realmente de comprender la manera que otros se sienten podemos ser más comprensivos con ellos. Cuando somos intolerantes, nosotros solos alimentamos nuestra propia frustración y enojo.

 

7. No Compita Cuando Usted No Tienes Que

 

    La vida está lleno de situaciones competitivas ineludibles. No le agregué más.

 

8. Ejercicio

 

     Incluso una caminata diaria es de gran ayuda.

 

9. Tomarse Un Tiempo Para Usted

 

    Escuche música o tome una siesta. Vaya fuera y mire la naturaleza.

 

10. Encuentre Una Persona A Quien Ud. LE Pueda Abrir Su Corazón

 

   Expresando todas las tensiones reprimidos puede ser increíblemente provechoso. La familia es nuestro sistema de apoyo primario. Hable con su esposa, hable con un colega  en el cual usted tiene la confianza. Un pastor necesita a un pastor, también, para proporcionar la fuerza y nutrir.

 

11. Busque Nuevas Disciplinas Espirituales

 

     Busca una  manera nueva de orar, un enfoque nuevo a la lectura de las Escrituras, meditación diaria, retiros personales y tiempo para contemplar en silencio.

Ud. se puede levantar de las cenizas del agotamiento, pero, se toma tiempo. Primero de todo, Ud. necesita descansar y relajar. No lleve su trabajo a la casa. Si Ud. es como la mayoría de los pastores, el trabajo no se hace y después Ud. se sentirá culpable por ser perezoso.

Al vencer el agotamiento, sea realista en sus aspiraciones, y metas del trabajo. Quien sea la persona con que Ud. está tratando y hablando de sus sentimientos puede ayudarle, pero tengan cuidado. Sus aspiraciones y metas de reajuste deben ser las tuyas y no de esa persona. El intentar de ser y hacer lo que alguien mas quisiera que seas o fueras es una fórmula de seguro para la frustración y el agotamiento continuo.

Un último consejo, haga un balance en su vida. Invierta más de su vida con su familia y otros lazos personales, actividades sociales y pasatiempos. Reparta su tiempo y su persona de modo que su trabajo no tenga una fuerte influencia en su autoestima y confianza en sí mismo.

DIFERENCIAS DE ESTRÉS Y AGOTAMIENTO:

1. El agotamiento es una defensa caracterizada por el desánimo. El estrés se caracteriza por un compromiso excesivo.

2. En agotamiento, las emociones se vuelven hiperactivas. En el estrés, el daño físico es primario.

3. El agotamiento afecta la motivación y el impulso. El agotamiento del estrés afecta la energía física.

4. El agotamiento es desmoralización. El estrés se puede entender mejor como una pérdida de combustible y energía.

5. La depresión del agotamiento es causada por el dolor engendrado por la pérdida de ideales y esperanza. La depresión del estrés se produce por la necesidad del organismo de protegerse y conservar energía.

6. El agotamiento produce una sensación de impotencia y desesperanza. El estrés produce paranoia, despersonalización, desapego, pánico, fobias y trastornos de tipo ansiedad.

7. Es posible que el agotamiento nunca te mate, pero puede que parezca que no vale la pena vivir tu vida, pero el estrés puede matarte prematuramente y no tendrás tiempo suficiente para terminar lo que has comenzado.

 

 

 

BURNOUT AND STRESS IN THE PASTORSHIP

II Corinthians 7:5-7; Psalm 9:9-10, 18:1-2

Burnout is emotional exhaustion. Burnout can cause you to give up on something to which you have been passionately committed.

Burnout is not usually found in lazy people. Pastors who suffer burnout are usually purposeful, committed, unselfish, and somewhat idealistic servants of God. Burnout often hits ministers who believe, commit and serve with all their heart, in the area toward which they believe God has directed their commitment and involvement.

Burnout can lead to depression, discouragement, isolation, chronic fatigue, paranoia, becoming critical and judgmental of others, martyr complex, rejection, messiah complex, and a lack of inspiration in teaching or preaching. They haven’t stopped functioning altogether yet, but pastors who are burned out have lost the zest for ministry; they “go through the motions” day after day, but with little joy, and with greatly reduced capability for effective service. You cannot escape crises in the pastorship. But you do not have to be a victim.

Much of the problem stems from the fact that most pastors are, by nature, idealists. You expect far too much of yourself, and of your congregation. Your congregation, in turn, makes very unrealistic demands on you.  Consequently, the pastorship at times can be torturous.

The congregation is the pastor’s toughest critics. The members look to their pastor as some kind of ideal parent, all-wise, all-knowing, a leader, problem-solver, tireless worker, and a perfect example. No one can measure up to such standards. The problem with many pastors is that they try to be all that the congregation expects. And the crazy part is it would be so much simpler and more effective to help your congregation see you as a human being. Many pastors let themselves fall into a vicious cycle. They try to be perfect. Eventually, they feel themselves slipping and become afraid. The congregation senses this fear.

It is a proven fact that fear feeds stress. We expend tremendous energy repressing our fear, shielding ourselves. What do you fear, rejection, disappointing people, being vulnerable, powerlessness? We fear confrontation, failure, being hurt, etc. It’s natural to worry about these things. But when we let them take over, this brings on stress. For a pastor, this stress can make it extremely difficult to deal effectively with any crisis, at home or with the church.

There are pastors so afraid of criticism, there are so afraid of not being needed, that they overwork themselves to keep busy. They’re even afraid to delegate any responsibility. They think they’ll lose their authority. They might even refuse vacation time because the church could discover it can get along without them.

Burnout is the “disease of the over-committed,” which comes as the result of chronic stress. Every Pastor has a different stress level; that is a point where stress becomes harmful. The secret is to recognize the signs of stress. Every pastor should find his stress level, and when you sense that you are close to it, back off and change pace. How can you tell when you’ve gotten “in over your level”? Here are some common signs:


1. Your body begins to reject new information. You don’t even hear a lot of what is said to you and don’t remember much of what you hear. You’re overloaded.

 

2. Loss of options. Your mental horizon closes in; you have trouble seeing alternative courses of action.

 

3. Insomnia. The chronic inability to sleep.

 

4. Inability to change harmful patterns. When you’re under stress from too many changes, it can seem too complicated to say “no” to additional demands. You find it easier to just heap on more commitments.

 

5. Fatigue. When you’re under excessive stress, your body craves more rest and sleep than usual. Give in and rest!

 

6. Depression. This is usually related to change, or the loss of someone or something close without taking time to grieve over your loss. Stress can precipitate depression.

 

7. Physical illness. Stress upsets your whole glandular system, raises blood pressure, and keeps body systems in a fight/flight state of tension. This constant state of turmoil makes you vulnerable to everything from colds and muscular aches to ulcers, heart disease, and strokes.

What is burnout? Burnout (stress) is a state of physical, emotional, and mental exhaustion marked by physical depletion and chronic fatigue, feelings of helplessness and hopelessness, and by the development of a negative self-concept and negative attitudes towards work, life, and other people. Some signs of Burnout are:


1. Decreased energy. “Keeping up to speed” becomes increasingly difficult.

 

2. Feelings of failure in your calling as a pastor.

 

3. Insomnia. The chronic inability to sleep.

 

4. Reduced sense of reward in return for pouring so much of yourself into the job or project.

 

5. Sense of helplessness and the inability to see a way out of problems.

 

6. Cynicism and negativism about yourself, others, work, and the world in general.

THE FOUR STAGES THAT LEADS TO BURNOUT:


1. Enthusiasm

 

2. Stagnation

 

3. Frustration

 

    A sense of being inadequate to accomplish what needs to be done, and doubts about whether or not it’s all worth the effort. This stage can be a turning point. It can either take you upward again to enthusiasm and new effectiveness or down into the fourth stage.

 

4. Apathy and chronic indifference that marks complete burnout.

COPING WITH STRESS


1. Learn To Plan

 

    Too many projects going on simultaneously lead to confusion, forgetfulness, and the nagging feeling of uncompleted tasks. Put your duties in priority order. Then take on just one or two projects at a time and work on them until completed.

 

2. Accept Your Limits

 

    Pastor’s can never be perfect, understand this and accept it. Otherwise, you will wind up feeling inadequate, no matter how well you perform. Set only achievable goals for yourself.

 

3. Facing Fears

 

    Fears don’t go away; they simply weigh on us. When you confront your fears, you’re on the way to casting off the burden. But admitting fear is hard for some pastors, simply because pastors are somehow supposed to be “above all that.”

 

4. Have Fun

 

    It’s not a sin for you to have fun, everyone, including pastor’s need to escape job pressures and just relax and enjoy themselves. Laughter has tremendous healing power. Take time out for laughter!

 

5. Be Positive About People and Life

 

    Try to avoid criticizing others. Praise them instead. Focus on their good traits. They’ll return the favor.

 

6. Practice Tolerance and Forgiveness

 

    When we try to really understand the way someone else feels we can be more accepting of them. When we’re intolerant, we only feed our own frustration and anger.

 

7. Don’t Compete When You Don’t Have To

 

    Life is full of unavoidable competitive situations. Don’t add to them.

 

8. Exercise

 

    Even a daily walk is a big help.

 

9. Take Time for Yourself

 

Listen to music or take a nap. Go outside and look at nature.

 

10. Find a Person That You Can Open Up To

 

    Expressing all those bottled-up tensions can be incredibly helpful.  The family is our primary support system. Talk to your wife, talk to a fellow minister that you have confidence in. A pastor needs a pastor, too, to provide strength and nurturing.

 

11. Find New Spiritual Disciplines:

 

    Find a new way of praying, a new approach to scripture reading, daily meditation; personal retreats, and days of silent contemplation.

You can rise from the ashes of stress, but, it takes time. First of all, you need to rest and relax. Don't take your work home with you. If you are like the majority of the pastors, the work is never finished and later you will feel guilty for being lazy.

On having conquered your burnout (stress), be realistic in your aspirations and goals. Whoever the person might be that you are speaking to about your feelings can help you, but be careful. Your aspirations and goals of readjustment must be yours and not that person's. Trying to be and to do what someone else wants you to be is a sure formula for frustration and continual burnout.

One last word of advice, make a balance in your life. Invest more of your life with your family and other personal bonds, social activities, and hobbies. Distribute your time and yourself so that your work does not have a strong influence on your self-esteem and self-confidence.

STRESS & BURNOUT DIFFERENCES:

1. Burnout is a defense characterized by discouragement. Stress is characterized by over engagement.

2. In Burnout, the emotions become overactive. In stress, the physical damage is primary.

3. The exhaustion of burnout affects motivation and drive. The exhaustion of stress affects physical energy.

4. Burnout is demoralization.  Stress can best be understood as a loss of fuel and energy.

5. The depression of burnout is caused by grief engendered by the loss of ideals and hope. The depression of stress is produced by the body's need to protect itself and conserve energy.

6. Burnout produces a sense of helplessness and hopelessness. Stress produces paranoia, depersonalization, detachment, panic, phobias, and anxiety type disorders.

7. Burnout may never kill you but your life may not seem worth living, but stress can kill you prematurely and you won't have enough time to finish what you have started.