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EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Thursday, October 7, 2021

OBSCURO PERO SIGNIFICANTE

 

 "El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.  Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedr)." Juan 1:35-42 

A menudo tenemos la idea equivocada que sólo los trabajadores visibles en el obra del Señor son dignos de consideración. No debemos pasar por alto la contribución de los partidarios firmes que trabajan por el señor en obscuro y áreas menos visibles del reino de Dios. Algunos de los más grandes obreros en el reino son case siempre poco conocidos y pasan desapercibido. Aún el trabajo que ellos desempeñan es mucho como el condimento en una comida buena. Andrés, un discípulo de Jesús, era tal persona.

El día después que Juan el Bautista hizo su primer anuncio público de Jesús, sus discípulos empezaron a buscar a Jesús. Los primeros dos discípulos para seguir a Jesús fueron Andrés y su amigo Juan, el hermano de Jacobo. Cuándo ellos encontraron a Jesús, le preguntaron, “¿Dónde moras? Ellos probablemente pensaron que sería bueno conocer más acerca de Él.

Jesús invitó a estos dos discípulos de Juan que pasaran la tarde con Él, superando sus expectativas. Ellos se convencieron que el anuncio de Juan de Jesús que era el Cristo era cierto. Se sintieron obligados decirles a sus hermanos acerca de su descubrimiento del Cristo y llevarlos a Él.

Andrés apenas es notado por los historiadores cristianos y solo se menciona seis veces por nombre en el Nuevo Testamento. Sin embargo, estamos endeudados a este poco conocido discípulo por traer a Jesús a su posterior bien conocido hermano, Pedro. ¡Qué grande campo misionero proveen nuestras familias! Andrés no se apresuró a ir a otro campo de labor. Su primer testimonio se dio a esos de su casa.

En una ocasión cuando una multitud le había seguido, Jesús probó la fe de Felipe cuando le preguntó, “¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? (Jn. 6:5). Felipe, la persona práctica que él era, considero la situación y sin fe para una solución contestó, “Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.” Los discípulos le sugirieron a Jesús despídelos porque era ya tarde. Jesús dijo: “Dadles vosotros de comer.”(Mar. 6:37). Los discípulos fallaron la misma prueba de fe que Felipe había fallado. Ellos preguntaron, “¿Que vayamos y compremos...y les demos de comer?”

Andrés trajo a un joven y su almuerzo de cinco panes de cebada y dos pececillos a Jesús. El dijo, “¿qué es esto para tantos? (Jn. 6:9). La pregunta escéptica de Andrés fue tocada con una pizca de fe. ¿Para qué tomar la molestia de llevar el pequeño almuerzo a Jesús si él no creía que Jesús iba a hacer algo con él? Jesús actúa sobre la sugerencia de Andrew a la vez.

Es increíble ver lo que Jesús puede hacer con nuestros recursos limitados y poca fe. Comienza con lo que tenemos y lo bendice para que se convierta suficiente para lo que necesitamos. Debemos seguir el ejemplo de Andrés y traer a Jesús lo poco que tenemos con el fin de que Él lo multiplique.

Un día un grupo de Griegos vinieron con Felipe y le pidieron que arreglar para que puedan reunirse con Jesús. Felipe consultó con Andrés y ambos le trajeron el mensaje a Jesús. Cuando Andrés y Felipe trajeron la petición a Jesús con los Griegos, abrieron la puerta para que Él enseñara sobre el verdadero propósito de Su muerte (Juan. 12:23-36).

Cualquier persona que es obscuro puede definirse como poco conocido o no famoso. Andrés, a comparación con su hermano, Pedro, no era muy bien conocido o famoso. Sin embargo, su vida fue significante y lleno de propósito y importancia. Jesús tenía un círculo interno dentro de Su grupo de apóstoles. Pedro, Santiago y Juan estaban con Él cuando levantó la hija de Jairo, en la transfiguración y durante la oración angustiosa de Jesús en el Getsemaní. Estos tres hombres compartieron un lugar especial de cercanía con Jesús durante varios eventos clave, mientras que Andrés y los demás estaban fuera del círculo interior.

El hermano mayor de Andrés, Pedro, a quien había traído a Cristo llego a ser bien conocido en la iglesia. Su experiencia fue similar a la de un profesor cuyo estudiante se eleva a un mayor reconocimiento que el qué lo enseñó.  O, como un hermano menor, cuyo única identidad pública es su relación con un hermano mayor. Andrés esta sosegadamente inadvertido mientras Pedro audazmente construyó una reputación de grandes reconocimientos de fe.

Andrés no recibió la aclamación. No hay ningún registro bíblico de un sermón que él predicó o escritura sagrada escrita por él. Jesús no lo reconoció por servicio meritorio o le felicito por un gran carácter. Pero esto no quiere decir que carecía de grandeza o no era digno de tal elogio. Más bien, él pareció ser grande en una forma modesta tranquila. En efecto, ¡la ausencia de un clamor por la atención o crédito personal son marcas de su grandeza y todavía son rasgos mucho que desear!

Andrés ejemplificó el concepto que Jesús enseño que, “los primeros serán postreros.” Aunque Andrés fue el primer discípulo él no estaba en el primer plano de liderazgo. Andrés se limito a permanecer oscuro. Él no hizo ningún esfuerzo para empujar por delante de los otros apóstoles para la atención. Santiago y Juan presionaron a Jesús por posiciones de prominencia en el reino venidero, pero esto no fue así con Andrés.

Aparentemente, no había envidia en el corazón de Andrés hacia el portavoz popular apostólico y líder, su hermano. Él mostró la esencia pura de amor verdadero que, “no tiene envidia”. Ningún celo perverso corrompió el corazón de Andrés.

Personas pequeñas deja caer nombres y tijeretean a los talones de los que están subiendo más allá  que ellos. Pocos de hecho son las personas que son capaces de amar, guiar y luego quedarse al margen para animar mientras que otros parecen pasarlos.

HAY  UNA  GRAN NECESIDAD  DE  PERSONAS  DE  APOYO  EN  EL OBRA DE  DIOS

“Además, el cuerpo (la iglesia) no es un solo miembro, sino muchos” (I Cor.12:14). Cuando pensamos en la comparación del apóstol Pablo del cuerpo humano y el cuerpo de Cristo, la iglesia, se no recuerda de cuan importantes son las cosas pequeñas. Hay una necesidad por más que sólo el prominente. Pablo hizo la pregunta: “si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído?” El cuerpo estaría fuera de equilibrio si la cabeza fuera sólo un ojo grande, o orejas, o nariz."

Cada uno de nosotros provee para la iglesia una función necesitada que hemos sido llamados hacer. Alguien tiene que proveer el apoyo detrás las escenas para hacer posible cada actividad en la iglesia. Debemos estar satisfechos hacer nuestra parte en el apoyo de todos quien están dependiendo en nosotros. Finalmente, Cristo esta confiando en nosotros que hagamos todo lo que Él nos ha llamado y ordenó para hacer.

El valor de las cosas pequeñas en la vida nunca se puede subestimar. Hay muchas cosas pequeñas y aparentemente insignificantes en la vida de los que dependemos totalmente. Sabemos que podemos contar con Jesús que siempre es el mismo, pero ¿puede Él depender de nosotros? ¿Vamos a estar en el lugar donde Él nos ha plantado? Cada líder debe tener un personal dedicado de personas a quienes se puede confiar. Se ha dicho que la mayor capacidad en la vida es la disponibilidad.

Mucho daño puede venir de personas que, después de haber cumplido con éxito en una capacidad secundaria, crecen inquieto y deciden ir a otro lugar donde ellos pueden ser un líder prominente. Tal movimiento impulsivo puede causar confusión y desastre si la persona no ha sido llamado a ese lugar de liderazgo. Es mucho mejor que una persona esté contento para laborar fielmente en cualquier capacidad que Dios le ha puesto hasta el momento en que Dios escogería para moverlo a otra área de servicio.

Siguiendo los pasos de Andrés es un reto. El carácter modesto encontrado en Andrés lo coloco calladamente en el fondo levantando otros. Cuando llegó a la prominencia, fue siempre en nombre deotra persona. El trajo a su hermano, Pedro, a Jesús. El trajo a un joven y su almuerzo a Jesús. Trajo la petición de los Griegos a Jesús.

El reino de dios hoy tiene necesidad de personas dedicadas que, al igual que Andrés, son leales, fieles, y de apoyo.     

 

        

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