“Porque Jehová conoce el camino
de los justos; más la senda de los impíos perecerá” (Salmo 1:6)
La Biblia está repleta de términos que nos ayudan a
comprender mejor nuestra relación con Dios, con el prójimo y con el mundo que
nos rodea. Aunque a menudo se usan indistintamente, tienen matices que vale la
pena explorar.
PECADOR: LA CONDICIÓN UNIVERSAL DEL SER HUMANO
La palabra “pecador” describe a cualquier persona que ha
cometido pecado, es decir, que ha transgredido la ley de Dios. En Romanos 3:23, el apóstol Pablo
declara: “Por cuanto todos pecaron,
y están destituidos de la gloria de Dios”. Este versículo subraya que todos los
seres humanos, sin excepción, somos pecadores por naturaleza desde el momento en que nacemos (Salmo
51:5).
El pecado, entendido como una acción o actitud contraria
a la voluntad de Dios, puede manifestarse de muchas maneras: desobediencia,
egoísmo, idolatría, injusticia, etc. Sin embargo, la característica clave de un
pecador es que su condición de pecado no es necesariamente un acto consciente y deliberado de rebelión contra
Dios. Es más bien una realidad inherente de la humanidad caída.
IMPÍO: UNA ACTITUD ACTIVA DE REBELIÓN
El término “impío”,
por otro lado, va más allá del
simple hecho de pecar. Un impío es alguien que vive de manera deliberada e intencional en
oposición a Dios y a sus principios. En el Salmo 1:1-6 se presenta un
contraste claro entre el justo y el impío. El verso 6 afirma: “Porque Jehová
conoce el camino de los justos; mas la senda de los impíos perecerá”. Esto muestra que la vida del
impío está marcada por una actitud
de desprecio hacia Dios y hacia sus mandamientos.
La impiedad incluye una falta de reverencia por lo sagrado, un rechazo deliberado de la justicia divina y,
a menudo, una influencia negativa
sobre otros. En Judas 1:15 se describe la obra de los impíos como
palabras duras contra Dios y actos llenos de maldad, mostrando que su vida está
activa y conscientemente orientada contra los propósitos de Dios.
COMPARACIÓN ENTRE IMPÍO Y PECADOR
Aunque ambos términos están relacionados con el pecado
hay diferencia:
ASPECTO PECADOR IMPÍO
Naturaleza: Condición
inherente de la humanidad caída. Actitud
deliberada de rebelión contra Dios.
Actitud hacia Dios: Puede
ser ignorancia o debilidad. Rechazo
activo y consciente.
Relación con otros:
Puede ser pasivo. A
menudo influye negativamente a otros.
Destino final: Necesita
arrepentimiento y salvación. Perecerá
si no se arrepiente.
EJEMPLOS BÍBLICOS
QUE ILUSTRAN ESTA DIFERENCIA ENTRE IMPÍO Y PECADOR:
PECADORES
El Rey David: Aunque David fue llamado “un hombre
conforme al corazón de Dios” (1 Samuel 13:14), también cometió pecados graves,
como adulterio y homicidio (II Samuel 11). Sin embargo, su respuesta
fue el arrepentimiento genuino, como se refleja en el Salmo 51.
Pedro: El apóstol Pedro negó a Jesús tres veces (Lucas
22:54-62), pero su dolor y arrepentimiento lo llevaron a ser restaurado por
Cristo (Juan 21:15-19).
IMPÍOS
Faraón de Egipto: En Éxodo, el faraón se opuso
obstinadamente a Dios, rechazando liberar al pueblo de Israel incluso después
de las plagas.
Jezabel: La reina Jezabel es un ejemplo de una vida
marcada por la idolatría, la persecución de los profetas de Dios y la promoción
activa del mal (1 Reyes 16:31-33, 1 Reyes 18).
La diferencia entre impío y
pecador es más que un matiz semántico; es un recordatorio de la gravedad
del pecado y de la misericordia infinita de Dios. Aunque todos nacemos como pecadores,
Dios nos ofrece la posibilidad de reconciliarnos con Él. Por otro lado, la
impiedad es una advertencia de cómo una actitud de rebelión puede llevarnos a la destrucción si no nos
volvemos a Dios.
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