Hebreos 6:1-2; I Timoteo 5:22
Las Sagradas Escrituras
nos enseñan que la doctrina de la imposición de manos, corresponde a los
rudimentos de la fe cristiana, es decir a las doctrinas que todo verdadero
cristiano debe conocer y que son la base de nuestra fe. Es tan importante,
que aparece dentro de la misma lista de los rudimentos o fundamentos, tales
como la doctrina del arrepentimiento, la doctrina de la fe en Dios, la doctrina
de bautismos, la doctrina de la resurrección, y la doctrina del juicio eterno.
La Escritura nos enseña que la imposición de manos es algo que le pertenece a
la Iglesia de hoy. (Marcos 16: 17-18).
En muchas de las iglesias
cristianas actual creen tener la autoridad de imponer manos; por el hecho de
ser cristianos. Ser cristiano no nos da la facultad de tener la autoridad; para
hacer cualquier acto. Él quien tiene la autoridad de imponer manos, debe
hacerlo con reverencia ungiendo o delegando autoridad.
I Timoteo 5:22 aconseja
precaución en la imposición de manos, enfatizando la importancia del
discernimiento en asuntos espirituales. Es un tema que no debe tomarse a la
ligera, deberá ponerse la atención debida. Imponer manos, no es una cuestión de
si podemos realizar el acto o no; más bien es: si tenemos autoridad o no para
hacerlo.
La imposición de manos es
una forma de hacer contacto para poder bendecir a alguien. La palabra
imposición en hebreo es “camak” que significa sostener, apuntalar,
sustentar, apoyar, afianzar, báculo. En griego es “epithesis” que
quiere decir poner sobre y se deriva de la raíz “Epi” que significa
sobre y “Tithemi” que significa poner, colocar. En resumen la
imposición de manos sobre algo o alguien en forma pasiva.
Siendo que estamos
hablando de imposición de manos debemos entender por esa definición que cuando
las manos son impuestas en la forma correcta y con el propósito correcto algo
ocurrir. La imposición de manos es un acto sagrado con un valor importante para
Dios y así de importante debe ser para nosotros. No es meramente el acto
de imponer manos, sino el propósito por el cual se está haciendo.
Hoy en día hay quienes lo
hacen pero no tienen la autoridad para hacerlo. Los laicos pueden orar unos por
otros, pueden interceder, pero nunca se debe hacer tocando la cabeza. Pueden
poner sus manos en el hombro o espalda, pero quienes así lo hagan, deberán
estar autorizados por su pastor. Si
hay un ministro presente, entonces los
laicos no deben hacerlo. Solo un ministro ordenado está autorizado para imponer
las manos y ungir con aceite (Santiago 5:14). No dice que llame a un
laico.
¿PARA QUE Y A QUIENES SE IMPONE LAS MANOS?:
Se imponen manos porque es
una de las formas de comunicación que nos permite extendernos hacia los demás
para trasmitirles bendición o poder de parte de Dios. En el Antiguo Testamento
la imposición de manos era básicamente una facultad de los patriarcas, profetas
y sacerdotes, les imponían las manos para:
A. Reconocer
sucesores: Números 27:18-23
B. Consagrar la ofrenda a
Dios: Éxodo 29:15
C. Designer Reyes: I Samuel 10:1, 16:13
D. Trasmitir bendición y
herencia a los hijos: Génesis 48:14
E. Descargar los pecados
al pueblo: Levítico 16:21
F. Recibir
sabiduría: Deuteronomio 34:9
G. Ungir
sacerdotes: Números 8:10
H. Como castigo al
blasfemo: Levítico 24:14
Cada una de estas
imposiciones de manos es figura para nosotros en este tiempo de gracia. Desde
los tiempos de nuestro Señor Jesucristo hasta nuestros tiempos la imposición de
manos continúa vigente en la iglesia y se utiliza para ministrar:
A. Salvación, santidad y liberación, Mar.
5:23, 8:23, 6:5; Lc. 13:11
B. El bautismo en el Espíritu Santo, Hch. 8:19; 19:6C. Para
enviar misioneros, Hch. 13:3
La imposición de manos
continúa vigente en la iglesia de hoy y con la ayuda y guianza del Espíritu
Santo podemos llevar bendición a los demás
ADVERTENCIA IMPORTANTE:
"No impongas con
ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.”
(1 Timoteo 5:22)
De veras cuando
profundizamos al respecto nos asombramos de ver hoy la soltura con la que
muchas veces los pastores o evangelistas o cualquier ministro, comienzan a
poner sus manos sobre cualquier cabeza que se le cruce. Mientras que la Biblia
nos exhorta a imponer las manos, nos previene también de hacerlo.
La exhortación a Timoteo y
a todos nosotros es a no ser rápidos al imponer manos. Cuando le dice “a
ninguno” está dejando ver que no podemos impresionarnos con títulos,
posiciones o posesiones. No importa el título que obstante alguien, sin no
somos dirigidos por el Señor a imponer manos, no lo hagamos. Cuando
miramos a nuestro alrededor veremos que no se ha tomado tanto en serio, pues
vemos a muchas personas ejerciendo ministerios que no deberían estar ahí.
Note el consejo que el
Apóstol Pablo le da a Timoteo del tremendo peligro que es imponer las manos con
ligereza. El problema no está en imponer manos, sino en hacerlo con ligereza,
esta voz griega 'tacis' significa hacer algo apresuradamente, con rapidez,
hacer algo precipitadamente, muy pronto. Es decir que no se debería imponer
manos apresuradamente, aquí no se está hablando de rapidez o lentitud en cuanto
a tiempo, sino que no se debe imponer manos sin antes analizar por el Espíritu
la condición en la que se encuentra cada persona a la que debemos ministrar. La
doctrina de la imposición de manos debe ir acompañada con el discernimiento de
espíritus (1 Corintios 12:10). De no ser así el ministro que este ministrando,
es decir 'dando', puede terminar 'recibiendo' lo que no es bueno, es decir que
'comparte', 'forma parte de', 'participa' de los pecados de aquella persona que
pueda tener contaminación en la carne y en el espíritu (II Corintios 7:1, Judas
22, 23).
Estos dos textos nos
indican que existen contaminaciones de las cuales debemos cuidarnos. No podemos
ignorar que por medio de imponer manos un hombre por más sincero y limpio que
sea, puede participar de pecados ajenos.
¿Cómo puede ser esto? La
respuesta es sencilla, así como se transmiten dones espirituales por medio de
la imposición de manos, también cabe la posibilidad de conferir otras cosas (1
Timoteo 4:14).
En el pasaje que acabamos
de leer, encontramos que la imposición de manos es acompañada con profecía, lo
cual explica que no es simplemente un rito eclesiástico, sino que en ese
instante está implícita o explícitamente desarrollándose una actividad
profundamente espiritual. Es decir que la doctrina de la imposición de manos
nos ensena que con esta actividad siempre se está confiriendo algún don
espiritual con el fin de 'adornar' a la iglesia, y no para despeinar a nadie.
Quizás Ud. está pensando
en las oportunidades en las cuales se le impusieron manos, y tal vez piense que
en una oportunidad no sintió nada mientras que en otras sí; pero esto en
ninguna manera representa que cuando sentimos algo recibimos de Dios y cuando
no, no recibimos. Porque nuestra vida no se rige por lo que sentimos, sino por
lo que creemos: No andamos por vista (por los cinco sentidos), sino por fe.
BENEFICIOS DE LA IMPOSICIÓN DE MANOS:
A. Se recibe el Espíritu
Santo (Hechos 8:17)
B. Se reciben dones
espirituales (1 Timoteo 4:14)
C. Se recibe sanidad
(Marcos 16:18)
D. Se recibe bendición
(Génesis 48:14-22)
E. Se recibe autoridad
delegada (Deuteronomio 34:9)
F. Se realizan milagros
extraordinarios (Hechos 19:11)
G. Se recibe unción para
el servicio (Hechos 6:1-6)
Es necesario entender que
el poder no está en las manos de los ministros sino en Dios.
A. La imposición de manos tiene como propósito glorificar
a Dios, y extender la cobertura de los cinco ministerios.
B. Es para todo aquel que
crea y se deje guiar por el Espíritu Santo.
C. Imponer las manos es parte de la ministración al
pueblo de Dios donde pueden suceder milagros, sanidades, liberaciones, etc.
D. Son las personas autorizadas por el Espíritu Santo y
por nuestras autoridades para imponer las manos.
Todo esto nos demuestra
que la imposición de manos es algo sumamente importante y de mucho cuidado.
Para que un creyente tome la decisión de imponer las manos para realizar
cualquiera de los usos que la Biblia nos enseña, debe estar muy seguro de que
esa es la voluntad de Dios.
¿Qué tal que alguien
impusiera las manos para atribuir poder o autoridad a alguien a quien Dios no
ha llamado? ¿Qué tal que alguien impusiera las manos para bendecir a quien
Dios no quiere bendecir? Por eso la Biblia dice: "No impongas
con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate
puro" (1 Timoteo 5: 22).
No comments:
Post a Comment